Con un total de 11 colegios de la Ciudad de Buenos Aires que permanecen tomados, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, explicó cuál considera que es la raíz del tema: “El problema es la forma en la que les estamos enseñando que pueden reclamar”, sostuvo la funcionaria al cabo de las últimas jornadas en las que decidió enfrentar las medidas de fuerza impulsadas por los centros de estudiantes, a los que el gobierno porteño vincula con el kirchnerismo, específicamente con la agrupación La Cámpora.
Además, la jefa de la cartera educativa contó cuál es el panorama actual: “En estos 11 colegios que continúa la toma se están quedando a dormir. En los otros 8 se levantó y hay clases normalmente. El límite que ponemos tiene que ver con el rol de la escuela que es enseñar cómo se convive, discute y manifiesta en democracia, todas las acciones tienen consecuencia, todas las decisiones las tienen y eso tiene que ser aprendido, si no se aprende en casa, (será) en la escuela”.
“Si yo en una escuela enseño que está habilitado cerrarla, quitarle la oportunidad de aprender al resto de lo chicos porque estoy en desacuerdo con algo, les estoy diciendo que está bien cortar la calle, que está bien acampar en la 9 de julio, que está bien tomar un espacio privado. La escuela enseña valores, el modelo de sociedad que queremos”, enfatizó la funcionaria en declaraciones a la señal de noticias TN.
Acuña también respondió sobre el método que utilizaron los jóvenes para tomar la decisión, ya que, según esgrimían, la medida había sido tomada de forma democrática: “No se puede votar algo que es ilegal, no importa el mecanismo en el que se decida”, advirtió.
Con escuelas con candados en sus puertas, jóvenes durmiendo en las aulas y los pasillos, la situación parece no avanzar en algunos establecimientos. En ese marco el gobierno de la Ciudad decidió acudir a la justicia y denunciar a los padres de los alumnos, quienes fueron señalados por no controlar el accionar de los menores y, en algunos casos, avalar sus decisiones.
La Justicia de la ciudad de Buenos Aires comenzó a investigar la toma de distintos colegios porteños que ocurrieron esta semana a instancias de una denuncia que presentó el Ministerio de Educación y la Procuración General. Para eso, la Policía de la ciudad se presentó en los domicilios de los padres de esos alumnos para notificarlos del inicio del expediente por violación al Código Contravencional.
Al respecto la funcionaria dijo: “Aquellas familias que apoyan la toma, sostienen y aceptan que sus hijos estén en la misma les iniciamos como Ciudad una denuncia en el foro penal y contravencional y además civil, por el gasto que está haciendo el Estado en los salarios de docentes que no pueden ir a trabajar. En el foro penal y contravencional siempre se notifica a través de la policía, no es una medida inusual”, explicó, en respuesta a la repercusión que tuvo la presencia de uniformados en los domicilios particulares de los alumnos, notificando de las presentaciones en su contra.
Días atrás, Acuña había advertido que en las escuelas había agrupaciones kirchneristas que repartían panfletos explicando cómo tomar una institución. “La agrupaciones que están atrás de los centros de estudiantes responden al kirchnerismo, a la Cámpora. La Cámpora estuvo en la puerta de los colegios volanteando y hablando con estudiantes para que tomen aquellas escuelas que no habían movilizado asambleas, porque hay dirigentes que estuvieron yendo las semanas anteriores, legisladores que estuvieron yendo a alentar esta situación”, denunció.
Para concluir, la ministra resaltó la idea de que el trasfondo de la cuestión no es ‘castigar’ a los alumnos o a sus padres, sino que tienen que ver con una visión social. “El fin para nosotros no es la multa, la pena, queremos marcar que hay otro modelo de discusión en democracia, tenemos que enseñar a los chicos que pueden manifestarse, pueden pensar distinto a nosotros, pueden tener propuestas alternativas, pero no se discute cerrando las escuelas”, afirmó.
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