En el marco de un homenaje al Papa Francisco, el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, recibirá este jueves a dirigentes oficialistas y opositores en la catedral de la capital bonaerense en lo que se presume será una foto más diversa a lo que fue la Misa de la Paz realizada el 10 de septiembre último en Luján.
Hasta este miércoles estaba confirmada la presencia del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, los intendentes de La Plata, Julio Garro; Berisso, Fabián Cagliardi; Ensenada, Mario Secco y Magdalena, Gonzalo Peluso, que son los municipios que abarca la arquidiócesis
Según detallaron a Infobae fuentes del arzobispado platense, no será una misa, sino una exposición de Fernández sobre las líneas generales de las encíclicas del papa Francisco, Fratelli Tutti y Laudato Sí y cómo aplicar los lineamientos de los escritos de Francisco en la región.
“Después de casi diez años de la elección de Francisco, en esta región (La Plata, Berisso y Ensenada) todavía le debemos un sentido homenaje. No hemos tenido un acto público importante de cercanía y reconocimiento. Esto no vale sólo para los católicos, sino también para todos quienes se sienten sostenidos por su mensaje y su ejemplo de entrega”, sostuvo Fernández en la invitación al evento. No es la primera vez que Fernández consigue reunir a oficialistas y opositores. En el tedeum del 25 de mayo último, el gobernador y parte de su gabinete se hicieron presentes en la catedral platense, lo mismo que legisladores del PRO y funcionarios del municipio de La Plata.
La Catedral de La Plata tiene capacidad para 7 mil personas y se espera una buena concurrencia al evento. Además de dirigentes políticos también fueron invitados referentes gremiales y empresariales. Fernández tiene buena línea con diversos actores de la sociedad. Por caso, cuando hubo un conflicto durante la gestión de María Eugenia Vidal con trabajadores del Astillero Río Santiago, Fernández -que fue designado para ser arzobispo de La Plata por el Francisco en el año 2018- brindó misas desde el mismo astillero junto a los trabajadores.
También tuvo algunos desencuentros con Kicillof durante la pandemia ante las restricciones de aforo para la celebración de las misas. Esa relación luego se encauzó y hoy es directa y sin intermediarios.
Para el evento de este jueves, Fernández también dijo que “el mejor homenaje” al papa Francisco “es recoger su enseñanza y considerar si podemos aplicarla aquí. Por ello tendremos un momento de reflexión acerca de sus dos encíclicas sociales: Laudato si’ y Fratelli tutti. Allí expondré brevemente los grandes contenidos de estos documentos, y un equipo de especialistas mostrará algunos desafíos locales que el mensaje de Francisco nos plantea”. En mayo de este año, el Arzobispo y el Papa se reunieron en Roma.
El encuentro se da tras los intentos del Gobierno de llamar a un diálogo con la oposición tras lo que fue el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Una iniciativa que hoy por hoy ya no tiene la misma expectativa con la que contaba semanas atrás cuando el diálogo y acuerdo político era una necesidad del oficialismo.
Tras el intento de asesinato a Cristina Kirchner, el vínculo entre el kirchnerismo y sectores de la Iglesia católica se visibilizó. La reaparición pública de la ex mandataria luego de aquel episodio fue en una reunión con curas villeros en el Senado de la Nación. “Estoy viva por Dios y por la Virgen”, fue lo primero que dijo vicepresidenta en aquel encuentro.
El antecedente más fresco para el intento del diálogo con la oposición con la Iglesia intermediando fue la Misa por la Paz en Luján. Una misa impulsada por el intendente de Luján, el peronista Leonardo Boto, realizada en la Basílica de su distrito y que pese a las invitaciones cursadas no contó con presencia nacional de la dirigencia opositora. Solo dos intendentes de la UCR (Franco Flexas, General Viamonte y Martín Randazzo, General La Madrid) asistieron.
Al cierre de su homilía, el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, hizo una aclaración sobre la ceremonia. “Quisiera hacer una aclaración. Este fin de semana los obispos de la Argentina incitamos a todo el país a rezar por la paz y no pensamos en una misa ni en un evento central”. “Cuando el intendente de Luján me propuso hacer esta misa, le dije que sí. Pero fue creciendo la envergadura de la misa y yo quiero pedir disculpas”, dijo en un mensaje direccionado hacia el interior del episcopado y también hacia la oposición, que luego terminó describiendo a la ceremonia como una “misa kirchnerista”.
“De verdad, lo quiero hacer de corazón, porque tal vez yo no invité por no querer hacer algo tan importante, me equivoqué, metí la pata, como decimos. Quiero pedir perdón de verdad, porque así fue, fue rápido y a veces estas cosas nos superan”, había dicho Scheinig.
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