Las imágenes dan miedo y hablan por sí solas. El pasado 21 de septiembre, un grupo de sindicalistas que responde a Camioneros irrumpió en la planta de la empresa de logística Milo, ubicada en la localidad de Sarandí, partido bonaerense de Avellaneda, y atacó a los empleados que se encontraban en su puesto de trabajo. ¿La razón? Según contó hoy Mariano Riccardini, gerente administrativo de la compañía, fue para amedrentar a quienes impulsan el pedido de renuncia de Sebastián Orlando Páez, uno de los delegados gremiales.
“Nosotros teníamos una empresa con un ambiente laboral relajado y haciendo chistes, pero hoy estamos un poco con miedo Tenemos mucho miedo. Tenemos compañeras que antes se tomaban un colectivo y caminaban tres cuadras, y hoy les piden a un novio que las acerquen o piden un Uber. No estarían siendo días muy normales”, reconoció Riccardini, durante una entrevista para radio Mitre.
El conflicto interno, según contó hoy Mariano, se originó cuando 112 de los 140 empleados de Logística Milo juntaron firmas para solicitar la renuncia de Páez, uno de los delegados gremiales elegidos en las elecciones de noviembre del año pasado. “Nosotros tenemos dos delegados en la empresa que se eligen por el convenio de Camioneros. Acá no hay un problema de afiliación, somos todos de Camioneros. En noviembre del año pasado se llama a elecciones, como es habitual cada dos años, Se eligen dos delegados, y uno de ellos, el señor Sebastián Orlando Páez, que se excede en las prerrogativas que le da el convenio colectivo de trabajo, que solamente se puede tomar un día para acciones gremiales, y él decide no venir a trabajar. Al principio tratamos de hablar personalmente. Luego empezamos a mandarle cartas documento, que nunca recibe. Después él nos empieza a denunciar en la delegación Avellaneda, que es la que nos corresponde por la regional de Camioneros, y también en el Ministerio de Trabajo”, explicó en el reportaje radial, mientras continúa con sus dos ojos en compota y la nariz fracturada a causa de los golpes recibidos.
Esta situación adversa derivó en una inspección conjunta del gremio y el Ministerio de Trabajo, que terminó hace unos 10 días. “En el medio la empresa pone en conocimiento a los empleados todos los manejos que venía habiendo de ese delegado. A raíz de eso, los empleados empiezan a juntar firmas para pedir la renuncia de esta persona. Se juntan 112 firmas de 140 personas que somos en Logística Milo, y el 21 de septiembre la rama Logística de Camioneros de Capital Federal, ya no de Avellaneda, que es la que nos corresponde, viene supuestamente a comprobar si las firmas eran auténticas. Y en la empresa no había más de 60 personas en ese momento”, aseguró Mariano.
Luego, lo que ya es de público conocimiento. Ese miércoles, cerca de las 10 de la mañana, un grupo de sindicalistas que responden al gremio liderado por Pablo Moyano se encontraba en la puerta de acceso a la empresa de transporte Milo. En momentos en que abren el portón para que ingrese una camioneta conducida por el propietario de la firma -Luciano Milito-, los gremialistas aprovecharon para entrar a un estacionamiento interno de la planta y comenzaron a agredir con golpes de puño al conductor.
Advertidos por esta situación, empleados y personal de seguridad privada que presta servicios en la compañía de transporte acudieron en auxilio del empresario que estaba siendo víctima de los golpes de los sindicalistas camioneros. Según se puede observar en las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia, los trabajadores y empleados de seguridad también fueron agredidos durante varios minutos con golpes de puño, les arrojaron todo tipo de objetos que encontraron en el lugar, los insultaron y los amenazaron.
Como consecuencia de la brutal agresión, seis trabajadores resultaron heridos, entre ellos Riccardini. Uno de ellos es una mujer a quien la tiraron al piso y la golpearon. Uno de los lesionados presenta heridas cortantes en la pierna y hematomas en el rostro; otro tiene cortes a la altura de las cejas, lesiones a la altura de la nariz; y el resto presenta golpes en distintas partes del torso, lesiones en la rodilla y golpes en todo el cuerpo.
Después de consumar la agresión, los sindicalistas se retiraron de la empresa y se reagruparon en la vía pública en las cercanías del portón de ingreso a la empresa Milo.
Según pudo saber Infobae, la policía logró establecer quiénes fueron los incitadores de los hechos cuyos nombres y demás datos filiatorios ya fueron puestos en conocimiento de la fiscalía. Se trata de Oscar Alejandro Borda, representante de la rama Logística de la sede de la Ciudad de Buenos Aires del Sindicato de Camioneros; y el ya mencionado Páez, delegado de “Camioneros” en la empresa Logística Milo.
La investigación está a cargo de la doctora Solange Cáceres, fiscal de la UFI descentralizada de Avellaneda.
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