La de los vecinos de Villa Mascardi no es una sensación reciente. Desde fines de 2017 para acá, lo que hasta entonces era un paraje paradisíaco, se transformó en un escenario de sabotajes constantes, incendios, robos y destrucción.
La villa está a 35 kilómetros de Bariloche, sobre la ruta 40, y solo conserva ese entorno natural inigualable, ya que de las edificaciones rústicas, construidas en madera y piedra, solo quedan escombros y restos de madera teñida.
Los lugareños viven atemorizados desde ese año, cuando unos 20 mapuches pertenecientes a distintas familias usurparon dos predios pertenecientes a Parques Nacionales y desde allí avanzaron a los lotes linderos.
El supuesto plan de reivindicación territorial de la lof Lafken Winkul Mapu, como se bautizaron, está caracterizado por ser ejercido con violencia extrema, atentados, incendios y agresiones, incluso a quienes tratan de transitar por la ruta nacional cuando a ellos se les ocurre cortarla, por algún reclamo puntual.
“Nos vamos a dormir pensando que vamos a despertar con nuestras casas en llamas”, dijo una de las mujeres que desde hace 42 años reside allí. El temor la obliga a reservar sus datos, pero tiene justificación para hacerlo: “El que habla públicamente, se transforma en la próxima víctima de los terroristas encapuchados”.
El incendio a la casilla móvil de Gendarmería Nacional fue, para los vecinos, la gota que colmó el vaso. “Los mapuches, o quienes dicen serlo, tienen libertad de acción. Saben que el Gobierno los ampara, los asiste con recursos y les brinda apoyo logístico”, aseguraron.
Luis Dates, el dueño de la cabaña incendiada el 1 de agosto, sostiene que “fue un ataque en banda, eran unas personas” las que vandalizaron la casilla de Gendarmería Nacional.
El Ministerio de Seguridad de la Nación se puso a instalar esa casilla, aunque por un pedido de la Fiscalía Federal de Bariloche decidió designar personal para la custodia del predio y evitar así que sea usurpado.
La fiscalía interpretó, por los antecedentes y los indicios obtenidos, que los autores del incendio de las cabañas pertenecerían a un grupo que intenta obtener reconocimiento sobre esas tierras, a través del ejercicio de episodios violentos.
A través de distintos oficios, el organismo estatal admitió que se investiga el posible accionar de mapuches sobre el lugar, quienes “pretenderían imponer sus ideas a través del ejercicio de atentados y hechos violentos”.
Un pedido al Presidente de la Nación
La Junta Vecinal de Villa Mascardi emitió una nota dirigida al Presidente de la Nación Alberto Fernández, en la que lo responsabiliza por el accionar de los autoproclamados mapuches.
“Las fuerzas de seguridad de la Nación Argentina tienen menos poder que la banda terrorista Lafken Winkul Mapu, asentada en Villa Mascardi”, plantearon desde la Junta.
A través del Ministerio de Seguridad, el Gobierno trató de evitar la asignación de personal de sus fuerzas para custodiar el predio, para no “provocar” a la agrupación mapuche, que está asentada ilegalmente en el lugar desde 2017.
En una nota que remitió a la Fiscalía Federal de Bariloche, sostuvo que la presencia de cualquier fuerza de seguridad en el predio afectado “podría ser considerado como un motivo de provocación y en su caso generar una reacción no deseada o innecesaria, siendo contrario al fin que se busca”.
La cartera nacional informó que el Escuadrón 34 de Bariloche realizó un análisis de “factibilidad y viabilidad” sobre la seguridad solicitada, en el que desaconsejaron la presencia permanente de personal en el lugar. En cambio, sugirió “continuar con las tareas preventivas y de patrullaje que se vienen realizando”.
Luego del episodio de este domingo, los efectivos federales se retiraron del lugar –que quedó sin protección alguna– y se ubicaron a varios kilómetros del foco de conflicto.
“No hay gendarmes, prefectos ni integrantes de otras fuerzas de seguridad” denunciaron los vecinos. “Estamos a merced del accionar de los encapuchados, que ya demostraron que tienen intenciones de ir por todo”, dijeron los vecinos, y concluyeron: “No tienen temor a enfrentarse con los Gendarmes, ¿qué nos queda a nosotros, los vecinos comunes, que no tenemos herramientas para defendernos? Estamos desprotegidos y desamparados”.
“Es un hecho gravísimo”
La Mesa de Consenso Bariloche –una agrupación conformada por vecinos, dirigentes y empresarios unidos en contra del avance mapuche en el sur del país- aseguró que el incendio a la casilla de Gendarmería “es un hecho gravísimo”. “Esta vez no es un ataque a un particular, sino un ataque a las fuerzas nacionales, una demostración de que no hay límites en su accionar delictivo”, se advirtió.
Además, se mostraron preocupados por el accionar de los efectivos de la fuerza federal que estaban en el lugar cuando ocurrió el incendio: “Abandonaron el lugar antes de que ardiera por completo”, dijeron, y afirmaron que “esa actitud de los agentes prueba el desamparo en el que se encuentra la sociedad, como si no fuera su rol intervenir en estas situaciones”.
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