A pesar de que el Frente de Todos decidió, por orden de La Cámpora, frenar cualquier manifestación para defender a Cristina Kirchner en la calle durante la tercera audiencia de su defensa en la causa Vialidad, el Gobierno prácticamente puso en pausa su agenda para la tensa jornada de hoy, o bien programó actividades de bajo calibre. Todas las miradas en el oficialismo estarán puestas esta mañana en el discurso que expondrá la Vicepresidenta frente al Tribunal Federal 2, a cargo del juicio oral por la obra pública que recibió el empresario Lázaro Báez.
Aunque no habrá marcha, en las distintas terminales del Frente de Todos, con algunas excepciones, planean publicar expresiones de apoyo a la líder del kirchnerismo vía redes sociales. El Presidente será uno de ellos, aunque no trascendió si se expresará antes o después del alegato de Cristina Kirchner, que se presentará ante la Justicia de manera virtual, probablemente desde el Senado, a diferencia de su primera declaración, en diciembre de 2019, cuando se apersonó en el palacio de los tribunales de Comodoro Py rodeada de una multitud militante.
La audiencia empieza 9.30 y Cristina Kirchner declarará a partir de las 11.30, tras la exposición de uno de sus abogados, Carlos Beraldi, quien estará a cargo del pedido de absolución del final. El pleno del oficialismo estará escuchando.
En un despacho cercano al de Alberto Fernández dijeron que no hay motivos para suspender el trabajo de hoy, pero no especificaron, ante una consulta, los detalles de la agenda oficial del Presidente. Más tarde, en la lista de actividades diarias que se difunden cada noche previa, no se incluyó ninguna tarea presidencial.
En otra oficina de Balcarce 50, más directos, admitieron que, efectivamente, para el Gobierno, incluyendo al primer mandatario, hoy todo girará hoy en torno al temario judicial de Cristina Kirchner. “Se liberó la agenda. Estamos esperando a ver qué sale de todo esto”, dijo un ladero presidencial, que admitió que para hoy no hay planes. De la misma forma, en los ministerios prefirieron adelantar o postergar cualquier anuncio de relevancia.
“La agenda de regreso es la semana próxima. Alberto está siguiendo lo de la Corte, tomó contacto por el incendio en la refinería de Neuquén, y pidió que sigamos de cerca lo que está pasando en Rusia”, justificó un hombre que suele acompañar al primer mandatario.
También ayer también hubo nula actividad presidencial. Alberto Fernández regresó al país por la mañana luego del viaje oficial a Nueva York, donde se encontró con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, participó de la Asamblea de la ONU, y pasó brevemente por Houston para reunirse con inversores petroleros. Tras el aterrizaje en Buenos Aires, a las 7, se dirigió hacia Olivos, donde pasó el resto del día a puertas cerradas, aunque fuentes oficiales aseguraron que se mantuvo activo y se interiorizó sobre tres temas de su particular interés, sobre todo el debate en el Senado por la ampliación de la Corte Suprema, que terminó con la media sanción a pesar de la oposición.
Las ondas paralizantes se expandieron con mayor amplitud en el ámbito kirchnerista. El ministro del Interior, Eduardo de Pedro, principal alfil de la Vicepresidenta, suspendió una gira que tenía prevista ayer por dos provincias para quedarse en Buenos Aires. En su entorno dijeron que tomó esa decisión porque está abocado a preparar el viaje con gobernadores del Norte Grande a Estados Unidos, que se inicia el lunes. Pero revelaron, también, que ayer al mediodía estuvo en el despacho de la Vicepresidenta durante tres horas, entre las 13 y las 16, aunque no brindaron detalles sobre la charla. Fuentes oficiales deslizaron que en la reunión estuvo también el ministro de Desarrollo Comunitario, Andrés Larroque, secretario general de La Cámpora cercano a Máximo Kirchner. Cerca de la titular del Senado y del funcionario bonaerense negaron tal reunión.
Mientras tanto, por su parte, Sergio Massa, que adquirió mayor relevancia en el Frente de Todos desde que asumió como ministro de Economía y aspira a la Presidencia en 2023, se mantiene conscientemente ajeno a la agenda judicial de Cristina Kirchner. Con una agenda estrictamente ceñida al área que le corresponde, hasta ahora no se expresó para respaldar a la Vicepresidenta, y no se espera hoy sea la excepción. De todas formas, para hoy tiene previstas sólo reuniones a puertas cerradas en la sede de Hacienda, que contrastan con las actividades de alto perfil que publicó en los últimos días, por ejemplo, la reunión con Daniel Funes de Rioja y otras autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA), ayer.
Desde que fue víctima de un intento de asesinato el 1ro de septiembre, Cristina Kirchner aceleró los movimientos para lograr “un acuerdo” con la oposición que venía declamando desde el año pasado, como se evidenció en los llamados que concretó De Pedro, bajo sus órdenes, a líderes de la oposición moderados; y como quedó de manifiesto en el discurso de corte dialoguista que brindó la vicepresidenta en el Senado el jueves de la semana pasada. Pero después impulsar sorpresivamente en la tensa sesión de ayer en el Senado el debate para ampliar la Corte Suprema, con una oposición que se mostró indignada, hoy pocos esperan que se muestre conciliadora.
Como es habitual, en el Instituto Patria evitaron adelantar cualquier detalle sobre el posicionamiento de Cristina Kirchner. Pero en la órbita del kirchnerismo esperan un discurso crítico del lawfare, en un tono similar al que adoptó en las dos primeras jornadas de alegatos de la defensa, entre el lunes y el miércoles, el abogado defensor Beraldi (cuyos argumentos fueron cuidadosamente consensuados con la Vicepresidenta y el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena).
“No creo para nada que vuelva a salir dialoguista”, dijo un alto funcionario en Balcarce 50, basado para su análisis en la importancia que reviste el tema judicial para CFK, en su postura histórica y en la jugada que instigó en el Senado ayer. “Este tribunal, el del lawfare, seguramente tiene la condena escrita. No me interesa, a mi me absolvió la historia, me va a absolver la historia. Y a ustedes, seguramente, los va a condenar la historia”, les había dicho a los jueces en su declaración en primera persona, hace tres años.
En la Casa Rosada también justifican su evaluación en el tono de los tuits que publicó Cristina Kichner en los últimos días. Durante las dos primeras jornadas de su defensa, consciente de que todas las miradas apuntaban al viernes, Cristina Kirchner adelantó su lineamientos al convocar a escuchar, o bien al reproducir, a través de su cuenta de Twitter, los discursos de sus abogados ante el tribunal federal Nro 2 para, según dijo, “demoler las mentiras y fake news” de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, altamente cuestionados por el kirchnerismo.
“En este video, mi defensa prueba cómo la oposición presentaba proyectos de presupuesto alternativos que incluían las obras viales de Santa Cruz, objeto de la acusación de Luciani y Mola. A esos proyectos los firmaron los mismos que hicieron las denuncias… Sorpresas te da la vida”, dijo en el último mensaje, publicado el miércoles. Y casi no dejó dudas sobre la modulación de la defensa que esgrimirá hoy ante Comodoro Py.
SEGUIR LEYENDO: