El Frente de Todos necesitó de la presencia de tres senadores nacionales de la oposición para poder alcanzar el número necesario para el quorum y darle tratamiento al proyecto de ampliación de la Corte Suprema de Justicia.
La sesión comenzó con 37 legisladores y el Frente de Todos aportó 34. Si bien Maurice Closs no estuvo presente, el oficialismo logró el número de la mano de tres senadores que aunque no forman parte del interbloque suelen funcionar como aliados: el rionegrino Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari Quintana y la riojana Clara Vega.
Weretilneck, Solari Quintana y Vega suelen ser aliados circunstanciales del oficialismo, anque cada uno tiene su extracción. En este escenario, el caso de Vega es el más complejo para digerir de parte del bloque de Juntos por el Cambio.
Ocurre que Vega fue electa por “Cambiemos Fuerza Cívica Riojana”, un espacio que iba con Juntos por el Cambio en la lista. Aunque era suplente, obtuvo su banca en reemplazo de la radical Inés Brizuela y Doria, que asumió en diciembre del 2019 la intendencia de La Rioja.
Su ingreso estuvo enmarcado en una causa judicial ya que el radicalismo provincial proponía a otro candidato y Vega logró un fallo favorable de la Justicia en el que se indicaba que era su lugar por la Ley de Paridad de Género. Esa discusión abrió una herida que nunca se cerró.
Esa herida se fue ampliando en el recinto. Por lo menos así lo sintió la senadora que en varias oportunidades hizo referencia al maltrato de sus compañeros de bancada y rápidamente abandonó el interbloque de Juntos por el Cambio con el objetivo de armar su propio unibloque.
A partir de entonces, la legisladora fue “saltando” en su apoyo —siempre en temas menores—, pero el momento en el que definió su paso como aliada del oficialismo ocurrió durante la discusión de la modificación de la ley de Bienes Personales: votó a favor del Frente de Todos.
En el caso del ex gobernador rionegrino, Weretilneck siempre mantuvo una buena relación con el Frente de Todos y con Cristina Kirchner. Aunque distante desde que asumió en la Cámara alta, se mostró mucho más cercano al oficialismo que a Juntos por el Cambio. Hasta el lugar que ocupa en el recinto lo demuestra: justo en el límite del pasillo que separa al oficialismo de la oposición, del lado del FdT.
En los únicos proyectos en los cuales el rionegrino no prestó colaboración al Frente de Todos fueron todos aquellos relacionados al ministro de Justicia, Martín Soria. Coterráneos, ambos tienen un enfrentamiento histórico en su provincia. En el caso del proyecto de ampliación de la Corte, Weretilneck había presentado una iniciativa en la que el eje pasaba por la “federalización” de los miembros del Máximo Tribunal, algo que el oficialismo aceptó y con eso le abrió la puerta al rionegrino.
El caso de la misionera Solari Quintana es el que más denota la mano de la Vicepresidenta Cristina Kirchner, quien estuvo más presente en el acuerdo político. Y su presencia en comisiones de peso —a pesar de ser un bloque de una sola persona— lo confirman.
Quintana representa al Frente Renovar de Misiones, pero como el encargado de negociar los fondos y las obras para esa provincia es el senador del oficialismo Maurice Closs, no son un tema para conversar con la legisladora ni para negociar a la hora de llevar adelante una votación, por eso los lugares de privilegio en las Comisiones.
Aunque estuvo a punto de formar parte del interbloque del Frente de Todos, empujada por su coterráneo Closs, finalmente Quintana quedó fuera con su bloque personal aunque que, finalmente, funciona como un satélite del oficialismo al cual acude cuando los números son exiguos algo que sucede casi todo el tiempo.
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