El oficialismo logró el quórum para comenzar a debatir en el Senado con la intención de darle media sanción al proyecto que promueve la ampliación de la Corte Suprema. Sin Cristina Kirchner y con Claudia Ledesma Abdala presidiendo la Cámara alta, consiguieron las 37 presencias necesarias para habilitar la sesión. Por su parte, el principal bloque de la oposición, Juntos por el Cambio, no sumó al quórum inicial, pero se sumó a la sesión una vez que terminó el himno nacional.
Sin embargo, con el correr de las horas, el panorama para el Frente de Todos se complicó inesperadamente. La senadora por San Luis María Eugenia Catalfamo, que responde a Alberto Rodríguez Saá, brindó un discurso en el que dejó la puerta abierta a no acompañar el proyecto. La sorpresa fue que la legisladora había contribuido al quórum y ahora podría ser quien deje trunca la media sanción. ¿Los motivos? El cambio en la iniciativa, que originalmente llevaba los miembros del máximo tribunal a 25 y ahora se redujo a 15. Sucede que Rodríguez Saá apoyaba la norma tal cual como llegó al recinto.
A pesar de esto, no todo está perdido para el Gobierno. Si Catalfamo vota a favor o en contra, la ley tendrá media sanción porque se necesita mayoría simple para que suceda y, ocurriendo cualquiera de estas alternativas, la votación quedaría a favor del kirchnerismo. En cambio, si la senadora puntana decide abstenerse, Juntos por el Cambio se retiraría del recinto y el Frente de Todos se quedaría sin quórum por lo que la sesión se caería.
El debate
La primera medida que tomó el oficialismo fue devolver a la Comisión de Acuerdos los pliegos de los jueces que estaba previsto acordar y avanzar directamente con el tratamiento del proyecto de ley de ampliación de la Corte Suprema.
El senador Guillermo Snopeck fue el encargado de abrir el debate y luego de una largo discurso en donde hizo referencia al federalismo, algo que quedará para la reglamentación de la norma respecto de la procedencia de los jueces a nombrar, y adelantó que el proyecto a debatir eleva a 15 miembros la cantidad de jueces del máximo tribunal, de los que 8 tienen que ser mujeres .
La primera respuesta llego de la senadora de Juntos por el Cambio por Tucumán, Beatriz Avila, quien luego de hacer referencia a que no es un tema de la agenda “de la gente” y adelantó que el interbloque de Juntos por el Cambio iba a rechazar el dictamen. Luego señaló que el debate de este proyecto “no es el mejor homenaje a Néstor y Cristina Kirchner quienes fueron con mucha vehemencia apoyaban que la Corte tenga 5 y no 9 miembros”.
“El oficialismo tiene un TOC con el Poder Judicial que de ninguna manera podemos aceptar”, sentenció la senador que calificó como “pobre” la redacción del proyecto.
El senador Martín Lousteau tuvo uno de los discursos más críticos del proyecto al señalar que “el objetivo de esto es tener una Corte que funcione en bandos. Si de verdad quieren acelerar los procesos y ser más federales, traspasen la Justicia a la Ciudad de Buenos Aires, que es lo que les dice la Corte”, agregó.
El senador radical advirtió que “es raro estar debatiendo esto hoy. Hace apenas unos días fue el aniversario de la entrega del informe de la Conadep. Uno no tiene más que palabras de admiración hacia el coraje cívico de aquellos que la integraron. También hay que recordar que este Senado no integró la Conadep, porque el partido hegemónico en este cuerpo: El PJ, nunca quiso mandar, y de hecho nunca reconoció ese error”, subrayó. “Sería bueno que cuando hablamos de diálogo, de los errores acumulados de cada lado, reconozcamos alguna vez eso”, agregó.
“Ya en Julio de 2020 debatimos una reforma judicial que iba a costar miles de millones de pesos. Después, en plena pandemia, discutimos una reforma al Ministerio Público Fiscal, y aún no tenemos Procurador por las diferencias entre ustedes”, concluyó Lousteau.
Uno de los discursos que más se esperaba era el de Eugenia Catalfano, la senadora por San Luis que responde a Alberto Rodríguez Saá era la “esperanza” del bloque opositor que planteaba una estrategia sobre su voto. “Si se abstiene, nos levantamos y se cae el quorum” decían los senadores de Juntos por el Cambio en la previa a la sesión.
Pero cuando tomó la palabra despejó todas las dudas. “Quienes estamos a favor de que se produzca un cambio en la Corte Suprema, que se amplíen los miembros del tribunal, es porque creemos que debe existir una justicia transparente, independiente, mucho más ágil, efectiva y federal”, señaló y puso fin a cualquier especulación, el oficialismo ya contaba con los votos suficientes.
En la previa a la sesión el interbloque opositor difundió un comunicado, en el que expresó: “A lo único que se dedica el Frente de Todos es a buscar su impunidad. Y es por eso que ante la convocatoria intempestiva efectuada por la Presidenta provisional del Senado para que mañana se trate la designación de jueces afines y la ampliación de la Corte Suprema de la Nación, Juntos por el Cambio rechaza una vez más los intentos de ataques a la Justicia, que generan un distanciamiento de las instituciones de los verdaderos problemas que padecemos los argentinos”, expresaron en un comunicado.
El proyecto que buscará sancionar el Frente de Todos y que tiene dictamen establece llevar el número de jueces de la Corte de 5 a 25 miembros. Sin embargo, los acuerdos parlamentarios hicieron que se propongan modificaciones y una de ellas es que se amplíe a 15 el número de jueces.
Ese era el número que establecía el proyecto de la senadora del bloque Unidad Ciudadana Silvia Sapag y que se terminó acordando con dos senadores que también habían presentado proyectos: Adolfo Rodríguez Saá y Alberto Weretilneck.
El proyecto original del ex gobernador de Río Negro proponía llevar a 16 los jueces de la Corte, garantizar la paridad de género y establecía cinco regiones del país desde donde debían proceder los nuevos magistrados para tener una representación federal. En el caso del proyecto del puntano, proponía una menor cantidad de jueces, pasar de 5 a 9, y federalizar a la Corte Suprema con el nombramiento de magistrados por regiones.
Un dato no menor del proyecto de Sapag y que va en línea con algunos de los aspectos que reclama el bloque K: además de una integración de 15 miembros, propone que se analice “toda la vida profesional” de los postulantes. El proyecto establece también que los jueces “tienen que pagar sus impuestos y exponer toda su vida profesional y comercial, contar cuáles son sus empresas y qué clientes tienen en sus estudios jurídicos”, aseguró la legisladora.
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