En el marco del funeral de la reina Isabel II, llevado a cabo ayer en la capilla del rey Jorge VI del castillo de Windsor, la esposa del embajador argentino en el Reino Unido Javier Figueroa, quien asistió al último adiós de la soberana en representación del Gobierno nacional, fue víctima de un sorpresivo desplante cuando ambos ingresaban al recinto.
La transmisión oficial del entierro de los restos de la soberana emitida por la cadena BBC registró el momento exacto en el que Alessandra Viggiano Marra intentó saludar a una autoridad británica que oficiaba de recepcionista en la Abadía de Westminster, pero fue en vano porque el hombre esquivó su mano y la diplomática fue víctima de un inesperado desplante que ahora recorre el mundo.
Viggiano Marra, ministra de Cultura de la embajada argentina en el Reino Unido, no quedó conforme con el incómodo momento y pareció murmurar algunas palabras mientras accedían el entierro de la monarca. La secuencia, que rápidamente comenzó a circular en redes sociales, habría sido vista por unas 4 millones de personas de todo el mundo, según consigna el medio británico Daily Mail.
En diálogo con Infobae, la diplomática argentina reconoció que el incidente al principio le dio “mucha bronca” y que vio una sola vez el video porque la deprime verlo nuevamente. “Veníamos pasando y todas las personas que venían adelante mío le venían dando la mano. Y le venían dando la mano porque él es el marshall del cuerpo diplomático, que es el equivalente al director de ceremonial, y que nos conoce a todos los diplomáticos y diplomáticas que estamos acreditados en el Reino Unido. Se ve que en el afán de hacer pasar a la gente, no me vio”, explicó.
Frente a este desaire, que fue detectado por el citado medio británico, Viggiano Marra le dijo a este medio que la autoridad en cuestión luego se comunicó con la embajada argentina para ofrecer las disculpas del caso. “No lo hizo a propósito y no hay nada detrás”, subrayó.
“En nombre del pueblo y Gobierno de la República Argentina expreso nuestras más sinceras condolencias a los miembros de la Familia Real por el fallecimiento de Su Majestad la reina Isabel II”, comunicaron desde la embajada argentina en territorio británico el pasado 8 de septiembre, día en el que se consumó la muerte de la reina Isabel II.
Un día después, Figueroa dialogó con Infobae y brindó detalles sobre el impacto que provocó el fallecimiento de la titular de la corona británica en el país donde reside. “La palabra es consternación y pena. La Reina, más allá de su rol como jefa de Estado y su rol institucional, era una persona que gozaba de muchísimo respeto en toda la sociedad, por la dedicación al trabajo y cumplir cabalmente con el rol. La monarquía tiene un rol institucional. La reina no fija posiciones políticas, ella es un símbolo de la unidad del reino. La cara de la reina está en todos los billetes y eso va a cambiar, imaginate la cantidad de cambios mitológicos que se vienen. Fue una presencia constante durante mucho tiempo. Cómo para tener una dimensión histórica, pensá que cuando asumió gobernaban Josef Stalin, Winston Churchill, Harry Truman. Pasaron cinco papas, como 18 Primeros ministros. Fue testigo de infinidades de hechos históricos en sus 70 años de reinado”, comentó.
El año pasado, el palacio de Buckingham fue el escenario de una reunión entre el embajador Figueroa y la difunta reina Isabel II, a la cual también asistió Viggiano Marra. La misma se celebró de manera virtual, como consecuencia de las restricciones que regían en el Reino Unido a causa de la pandemia de COVID-19, y fue en el marco de la presentación de las “cartas de credenciales”, los documentos formales que acreditan a un embajador como jefe de una misión diplomática.
Sin embargo, Figueroa ya conocía a la Reina por haber asistido a distintos encuentros durante su etapa como diplomático junior en aquel país. “Estuve aquí ocho años como diplomático junior, con tres distintos embajadores y durante esos momentos la vi a la Reina porque hay un calendario anual de actividades. Ahora cuando volví como embajador, en septiembre de 2020, ya estaba la pandemia y ella se cuidaba mucho de tener actividades. De hecho, la presentación de cartas credenciales —el documento que te acredita como representante del gobierno argentino— la hice en el Palacio de Buckingham con todos los protocolos, carruajes y en el salón que correspondía, pero ella estaba en Windsor comunicada vía Zoom. Fue una conversación extensa, súper cálida. A mí me sorprendió la familiaridad y la fluidez de la conversación. Debo confesar que estaba nervioso y no por la presentación de cartas, sino por el tema de la conexión, por si no se escuchaba o se caía. Pero no, fue todo muy fluido. Estuvo mi mujer, que también es funcionaria diplomática: conversaron de cuestiones familiares. Desde lo profesional, hay que reconocer su dedicación y profesionalismo. Pensar que días antes recibió a la nueva ministra —Liz Truss— y también aceptó la renuncia de Boris Johnson. Hasta el último momento estuvo cumpliendo sus funciones, más allá de la fragilidad por la edad. No es grato presenciar un evento que pasa por la desaparición de una persona, pero es un hecho histórico, como también lo será la asunción de Carlos III. Son estas cosas que te dan la profesión de diplomático: de repente estás en un lugar y sos testigo de eventos históricos que de otra manera tal vez lo ves por los medios. Es algo interesante de nuestra profesión”, aseguró en declaraciones a este medio.
La presencia del embajador Figueroa y su esposa en el entierro de la soberana británica se debió a la imposibilidad de viajar para el presidente Alberto Fernández y el canciller Santiago Cafiero, quienes participan de la cumbre de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se realiza en Nueva York, Estados Unidos.
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