Nicolás Gabriel Carrizo, el denominado jefe de los “copitos”, busca la libertad. Es que su defensa apeló la excarcelación que le denegó la jueza María Eugenia Capuchetti a horas de detenerlo en el pasillo de tribunales y luego de escucharlo en indagatoria, acusado de haber participado en la planificación del atentado para matar a Cristina Kirchner. Pero tanto la fiscalía como la Vicepresidenta, en su rol de querellante, se opusieron a dejarlo salir. Y es más, tal como lo anticipó Infobae, la ex mandataria reclamó por escrito que se profundice en la hipótesis del financiamiento. Ahora será la Cámara Federal la que deba decidir por la libertad del cuarto detenido.
Fueron los mensajes que salieron del celular horas después del atentado lo que convirtieron a Carrizo en acusado. Había dejado el dispositivo voluntariamente como testigo, algo que ahora su defensa intenta que se interprete a su favor para demostrar su intención de sujetarse al proceso. Y también para cuestionar que esa prueba está siendo interpretada maliciosamente contra su cliente. Los planteos del abogado Gastón Marano -muy observado por estas horas por el periodismo y la política- no han tenido éxito hasta ahora.
Y en el mientras tanto, ya no solo están estudiando qué más aparece en el celular que Carrizo entregó voluntariamente. Fuentes de la investigación revelaron a Infobae que se están analizando más celulares secuestrados en los últimos allanamientos para saber si allí aparecen nuevas pistas.
Carrizo surge ahora como una de las piezas claves para intentar desentrañar quién más pudo haber estado detrás del atentado que el 1 de septiembre sufrió la titular del Senado. Ese día, Fernando Sabag Montiel se acercó entre la militancia cuando Cristina Kirchner volvía a su casa en Juncal y Uruguay, logró acercarse hasta la dirigente del Frente de Todos y le apuntó un arma en la cabeza. La bala no salió. Escapó unos metros, pero fue atrapado por los seguidores de CFK. Más tarde cayó su novia, Brenda Uliarte. A los dos la jueza los consideró coautores de la tentativa de homicidio.
También está presa Agustina Díaz, la amiga de Brenda a la que la acusada le cuenta cómo planificaba matar a CFK. Después del ataque, Agustina le pregunta por qué falló el tiro y le recomienda que descarte el teléfono. A pedido de su defensa, la joven ampliará su indagatoria mañana. Y el jueves, la Cámara Federal comenzará a analizar su pedido de excarcelación.
Cristina Kirchner, a través de su abogado Juan Manuel Ubeira, se presentó en la causa y -tal como anticipó Infobae- solicitó avanzar en la hipótesis del financiamiento. además, pidió una serie de diligencias que no quiere que trasciendan. El ojo del oficialismo está puesto en los abogados que asesoran legalmente a Carrizo.
La jueza Capuchetti tiene bajo análisis todas las pruebas que vinculan al líder de “Los Copitos” en la causa. Aunque la defensa intentó explicar que se trataba de una broma, a Carrizo lo acusan de haber enviado en la noche del atentado mensajes a una hermanastra a la que le habla preocupado porque creía que el atacante había usado su arma. Pero, además, lamentándose de que el ataque se hubiera llevado adelante ese día cuando estaba previsto para la semana siguiente. “Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”, afirma. En otro mensaje que envió esa madrugada, Carrizo también habla de matar al líder de La Cámpora.
Marano reclamó la excarcelación. “Cobra especial relevancia la actitud que puede revelarse a través de las comunicaciones que Nicolás Gabriel Carrizo sostuvo con posterioridad al hecho investigado, en el marco de las cuales hizo referencia al ocultamiento de elementos vinculados con la presente investigación, las cuales son materia actual de investigación”, subrayó Capuchetti.
“Mirá, no sé si es una buena noticia, pero el arma con la que intentó ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto... recién hablé con la novia y la tiene ella así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar”, dice el informe sobre los dichos de Carrizo.
En CrónicaTV habían aparecido varias veces Brenda y Sabag Montiel antes del atentado hablando de los planes sociales. La madrugada posterior al atentado, en el canal no los atendieron. Terminaron el viernes 2 de septiembre dando una entrevista en Telefé tanto Carrizo, como Brenda y el resto para decir que no tenían nada que ver con Sabag Montiel. Las pruebas encontradas en sus teléfonos demostraron otra cosa.
La defensa apeló la excarcelación de Carrizo en la Cámara Federal. Tendrá audiencia el martes próximo. Allí, según pudo saber Infobae, Marano insiste en que el jefe de los copitos “no opuso resistencia a la detención”, no buscó entorpecer la investigación y siempre estuvo a derecho. Para el abogado, las comunicaciones que lo perjudican “han sido encontradas mediante una trampa visiblemente ilegal que no puede permitirse en un estado de derecho”. Afirmó que los investigadores están llevando adelante una “excursión de pesca” en donde se está echando “por tierra el derecho a la libertad ambulatoria y el estado de inocencia”.
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