La defensa de Cristina Kirchner tuvo hoy su primera audiencia de alegatos en el juicio oral por la obra pública que recibió el empresario Lázaro Báez en el que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron que sea condenada a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Durante siete horas, los abogados Alberto Beraldi y Ary Llernovoy fueron muy críticos con la actuación de la Fiscalía, compararon las causas de la ex presidenta con las que tuvo Juan Domingo Perón y anunciaron que mañana darán a conocer algo que de lo que “no van a salir de su asombro”.
Pocos minutos después de la finalización del alegato, Cristina Kirchner publicó un mensaje en sus redes sociales: “Vieron lo que les dije ayer, no? Que Beraldi iba a desnudar el guión de Luciani y Mola. Me corrijo, fue mucho más allá: probó en forma documentada -como debe hacerse en cualquier juicio- que Luciani y Mola mintieron descaradamente. Él, por decoro profesional, lo llamó mala praxis”.
“El alegato de los fiscales buscó obstruir la verdad, oponerse a las pruebas y construyó sin mucha inventiva la misma acusación que se había hecho en el 2008, que venía siendo repetida por todos los medios de comunicación, pero no se puede hacer eso desde una instancia judicial porque no es lo que la gente espera de nosotros. Y no se puede hablar de prueba contundente porque la prueba haya sido pesada, en gramos, jamás se hace eso”, aseguró Beraldi y señaló: “Llegó el momento de la verdad y de que las cosas sean colocadas donde corresponde”.
Sin Cristina Kirchner presente en la videoconferencia -está autorizada a no hacerlo por sus labores institucionales- los abogados apuntaron contra la acusación de los fiscales. “La fiscalía pidió 89 años de prisión para todas las personas que están acusadas en este juicio. Es un disparate”, dijo y defendió también al ex presidente Néstor Kirchner, sobre quien los fiscales hicieron referencia como parte de la estructura criminal. “Néstor Kirchner está muerto y lo imputan como si estuviera en este juicio”, criticó.
El alegato tuvo un momento histórico. Fue cuando Beraldi comparó las causas de Cristina Kirchner con la que tuvo Juan Perón en 1956, un año después de ser derrocado por un golpe de estado.
“A Perón le hicieron un proceso por traición a la patria y asociación ilícita, lo mismo que a Cristina”, dijo Beraldi y leyó párrafos del fallo de la justicia en el proceso al ex presidente. Ampliada las declaraciones indagatorias de los procesados surge a lo que se refiere a todos los legisladores nacionales que los mismo actuaron de forma de absoluta sumisión y de temor al ex presidente y de sus personeros aprobando leyes bajo amenaza directa y leyendo textos ya redactados”, relató Beraldi. La referencia fue a parte de la acusación de la Fiscalía a Cristina Kirchner que sostuvo que el Congreso aprobó los presupuestos con las irregularidades en las obras públicas de Báez.
“Esas épocas fueron vergonzosas y no pueden volver a repetirse. No puede pasar que se use a los jueces para cuestiones subalternas. Ese es el nunca más, no corrupción a justicia. Lo que millones de argentinos esperamos de este juicio es que se defina acorde a la ley”, pidió el defensor.
Beraldi dijo que Cristina Kirchner siempre se presentó en todos los expedientes para demostrar “con todos los instrumentos legales que todos los cargos eran falsos”.
“Esa tarea, que fue muy ardua, empezó hace seis años, no bajamos los brazos en ningún momento, aún cuando tuvimos que soportar, no consentir, soportar, distintas arbitrariedades insólitas que no tienen antecedentes en nuestro país. Ni creo que en el mundo”, dijo el letrado. Como ejemplo citó las ocho indagatorias de CFK llamadas por el juez Claudio Bonadio o un allanamiento en su vivienda, “violando todas las garantías”. También recordó cómo apuntaron a su familia, “superando todos los límites”, puntualmente sobre Florencia Kirchner, “que como todos sabemos nunca desarrolló ninguna actividad política, pero eso no fue ningún óbice para que se la estigmatizara, se la atacara y se quebrantara su salud”.
“Nunca bajamos los brazos porque nosotros sabemos, todos saben que la verdad siempre triunfa y eso es lo que ocurrió en este juicio. Después de casi tres años de audiencia se recogieron múltiples evidencias y quedó demostrado que lo que se decía allá por 2006 e incluso de mucho antes carecía de verosimilitud y las pruebas que se recogen en un juicio cuando se acredita se incorpora legítimamente destruye cualquier tipo de acusación por supuesto falsa y sin fundamentos”, señaló. “Pese a ello durante nueve jornadas escuchamos un alegato donde olvidándose de todo lo que se había sustanciado en el juicio, repitió las mismas acusaciones que se venían mencionando desde el año 2008 y luego de 2016 como si el juicio no hubiese existido”.
En el aspecto técnico, Beraldi defendió la gestión en la obra pública en Santa Cruz. Dijo que el territorio de la provincia es el 11,4% del país y que su red vial para la época de los hechos era de “2.800 kilómetros y solo el 42% estaba pavimentado. Santa cruz no tenia rutas”. Y defendió la decisión política del kichnerismo de invertir los recursos en obra pública. Además, criticó la gestión de Macri: “Los recursos que nuestro país obtuvo de su recaudaciones en vez de hacer obra pública se decidió para pagar deuda externa”.
Luego defendió las decisiones que se tomaron para la obra pública, desde los presupuestos hasta los dictados de decretos de necesidad y urgente. La defensa dijo que todo eso se hizo con la aprobación del Congreso, inclusive con proyectos presentados por la oposición en 2010 y 2011 con las mismas obras públicas para Santa Cruz que había elaborado el oficialismo. Para eso citó las declaraciones que dieron en el juicio el presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía Sergio Massa, el gobernador de Chaco Jorge Capitanich, todos ex jefes de gabinete de Cristina Kirchner, entre otros.
También pasó fragmentos de la declaración indagatoria que Cristina Kirchner hizo en el comienzo del juicio en 2019. “Nos hicieron creer que la elaboración del presupuesto es algo más sencillo, como si el Presidente se pone a hacer notas y lo manda al congreso. Es tan grotesco que tuvimos que aclararlas en el juicio. Es un procedimiento reglado, con normas que dicen que cómo se debe construir este proyecto”, dijo Beraldi y agregó que “la Presidencia de la Nación únicamente fija los lineamientos políticos generales en materia presupuestaria”.
En otro tramo hizo referencia a lo que la Fiscalía llamó en su alegato el “apagón informativo”. Se trató de la falta de información al Congreso para que analicen los detalles de la obra pública que recibió Báez. “Es falso lo que dijeron. Mintieron. Hubo mala fe de la fiscalía”, dijo Beraldi. La defensa exhibió lo que declararon los testigos y planillas que daban cuenta que el Congreso fue informado de lo que ocurría con la obra pública.
“Sostener que hubo un apagón informativo es una osadía que no registra antecedentes. Todo lo que se informa en la ley de presupuesto, en los informes mensuales o trimestrales y en las cuentas de inversión no se cómo se puede sostener algo así. Si sé, pero no lo voy a decir”, sentenció Beraldi.
La audiencia terminó a las 15 en punto como había pedido el tribunal. Y se retomará mañana a las 9. Será la segunda de las tres que tiene la defensa (la última será el viernes). Para mañana anunció que hablará de lo que los fiscales llamaron en su alegato el “plan limpiar todo”. Se trata de lo que la Fiscalía entendió que fue la decisión del gobierno de Cristina Kirchner pocos días antes de terminar su segundo mandato en 2015 de pagarle todas las obras que se debían para luego cerrar las empresas. Los fiscales dijeron que la Vicepresidenta estaba al tanto de todo eso.
“Mañana será el capítulo a este otro hecho escandaloso que la fiscalía construyó con calumnias y mentiras que llamó plan limpiar todo. Yo les garantizo que si todo lo que vieron hasta aquí es un escandalo cuando vean la mentira del plan limpiar todo no van a salir de su asombro”, anunció Beraldi.
La expectativa está puesta en saber si finalmente la propia Cristina Kirchner tomará la palabra durante alguna de estas tres jornadas que pidió su defensa para alegar, algo que es posible porque la Vicepresidenta es abogada y puede ejercer su propia defensa.
Cuando fue su turno, los fiscales Luciani y Mola solicitaron 12 años de prisión e inhabilitación de por vida contra la ex mandataria nacional al considerar que la mayoría de las obras adjudicadas a Báez no se terminaron, a pesar de que todas se cobraron. Para los funcionarios judiciales, además de que se incumplieron una serie de normas para su otorgamiento y que las licitaciones estuvieron armadas para que las gane Báez, un empresario amigo de Néstor Kirchner que armó su compañía insignia “Austral Construcciones” días antes de la asunción en 2003 de Kirchner como presidente de la Nación.
“Hoy más que nunca, la sociedad reclama justicia y ustedes, señores jueces, son los encargados de dar a cada uno lo que corresponde. Una sentencia ejemplar puede ser el primer paso para restaurar la confianza de la sociedad en las instituciones. Nuestro único objetivo fue buscar la verdad. Señores jueces, este es el momento. Es corrupción o justicia. Y ustedes tienen la decisión”, dijo Luciani.
Con la de Cristina Kirchner se inició el alegato de la sexta defensa de los 13 acusados que tiene el juicio. Ya pidieron su absolución el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex subsecretario de Obras Públicas Abel Fatala y los ex funcionarios de Vialidad de Santa Cruz Héctor Garro, Mauricio Collareda y Raúl Daruich. Luego de la Vicepresidenta, será el turno de Báez.
La expectativa es que los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso den a conocer el veredicto antes de fin de año.
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