Pasadas las 22, el vuelo charter de Aerolineas Argentinas que lleva a Alberto Fernández a New York despegó del aeropuerto internacional de Ezeiza. El presidente viajó a Manhattan para participar de la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y cumplir una agenda diplomática y académica que incluye encuentros con Pedro Sánchez y Emmanuel Macron. El lunes, en tanto, el presidente tiene previsto reunirse con Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional (FMI). El encuentro está pactado para las 11.30 en el consulado argentino en Nueva York.
El jefe Estado es acompañado por la primera dama Fabiola Yáñez, el canciller Santiago Cafiero, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, la portavoz Gabriela Cerrutti y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.
Alberto Fernández arribó a Ezeiza en helicóptero junto a Fabiola Yáñez, que los trajo desde la quinta de Olivos. Cuando cumpla su agenda en New York -que se extenderá hasta el 20 de septiembre-, volará hasta Houston para disertar frente a los principales inversores y propietarios de las compañías de petróleo más poderosas de Estados Unidos.
Esa presentación ocurrirá en un almuerzo y a continuación el Presidente regresará a Buenos Aires. Se estima su arribo en la madrugada del 22 de septiembre.
Como parte de su agenda, el presidente argentino se reunirá con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en New York. El encuentro entre el Presidente de la Nación y la funcionaria del organismo se realizará el próximo lunes. “La reunión entre el Presidente de la Nación y Kristalina Georgieva está confirmada”, precisó a Infobae el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, acerca de la cita que tendrá lugar a las 11.30 en el consulado argentino de New York.
En su último borrador del discurso de 15 minutos que pronunciará ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alberto Fernández establece una condena explicita a la violencia política y una defensa cerrada de la democracia argentina para ratificar a nivel global su repudio al intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner.
El Presidente está impactado por la conspiración diseñada por un puñado de lumpenes para matar a la Vicepresidente, y decidió que su implicancia institucional justifica una mención directa en el discurso que pronunciará en la Asamblea General.
Santiago Cafiero, Alejandro Grimson-asesor del jefe de Estado- y la línea de la Cancillería aportan las ideas básicas del discurso presidencial. Alberto Fernández revisa los borradores que van llegando a su casilla de mail, y en Manhattan hará las últimas correcciones antes de arribar al histórico edificio de acero y cristal.
Alberto Fernández no tendrá reuniones bilaterales en New York. El funeral de la Reina Elizabeth conspiró contra ese formato básico de las relaciones exteriores. La mayoría de las figuras globales estarán en Londres y llegarán sobre la hora -20 de septiembre- a la inauguración de la Asamblea General de la ONU.
En este peculiar contexto internacional, el Presidente aprobó una agenda que incluye una disertación sobre América Latina en el New School, una presentación en el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la inauguración de una exposición de fotos de la ESMA que se montó en el consulado de New York para lograr que la UNESCO declare Patrimonio Cultural de la Humanidad al excentro de detención ilegal de la Armada.
Ante la ausencia de reuniones bilaterales, Alberto Fernández asistirá a un almuerzo convocado por Pedro Sánchez y a una cena organizada por Emmanuel Macron. Y en esos eventos multilaterales, el jefe de Estado tiene intenciones de dialogar a solas con Sánchez, Macron y sus invitados especiales, que aún no se conocen con certeza.
El Presidente asume que no habrá pull aside (encuentro breve e informal) con Joseph Biden en la ONU. Biden aterrizará en New York en la madrugada del martes -vuela desde Londres- y su cena de honor para todos los líderes mundiales será el miércoles 21 de septiembre. Ese día -comienzo de la primavera en Argentina y del otoño en Estados Unidos-, Alberto Fernández expondrá ante los tycoons del petróleo en Houston.
“No hay cónclave en la ONU, y tampoco sabemos cuando lo habrá en Washington”, contestó un miembro del Gabinete cuando se le preguntó sobre la posible reunión de Alberto Fernández y Biden.
La ventana diplomática se entorna un centímetro más cada día. Biden tiene elecciones a principios de noviembre y ese mismo mes viajaría a Bali para participar del G20. Entonces, las posibilidades diplomáticas se achican pese a las gestiones constantes en el Ala Oeste de la Casa Blanca.
Además, el presidente de los Estados Unidos sólo recibió a dos líderes de la región: Andrés Manuel López Obrador (AMLO) e Ivan Duque. AMLO representa a México que es un aliado estratégico de la Casa Blanca, mientras que Duque ejecutó un número infinito de gestiones para acceder al Salón Oval antes de concluir su mandato en Colombia.
Alberto Fernández está muy lejos de la influencia geopolítica que detentan México y Colombia en DC, dos socios de los Estados Unidos que siempre respetaron el guion de la Casa Blanca sin importar la representación partidaria -republicana o demócrata- del presidente a cargo.
En Casa Rosada no descartan que Alberto Fernández remita a CFK el texto definitivo del discurso que pronunciará ante la ONU. Y frente a esa eventual circunstancia política tampoco desechan que la vicepresidenta se mantenga en modo silenzio stampa.
No será la primera vez que Cristina soslaye los chats -vía Telegram- que le envía el Presidente.
Alberto Fernández viaja en un vuelo charter de Aerolíneas Argentinas y será acompañado a New York por la primera dama Fabiola Yañez, el canciller Santiago Cafiero, Gabriela Cerrutti -Portavoz del Presidente-, Aníbal Fernández -ministro de Seguridad- y Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia. La delegación oficial se alojará en el Park Hyatt, un hotel cinco estrellas ubicado a minutos de la ONU.
SEGUIR LEYENDO: