La mamá de Gabriel Carrizo, el cuarto detenido por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y presunto líder de “la banda de los copitos”, habló brevemente esta mañana desde la entrada de su casa de la localidad bonaerense de Morón. Ante los medios apostados frente a su domicilio, la mujer aprovechó los pocos minutos que tuvo frente a las cámaras para defender a su hijo y aseguró que cree en su inocencia.
“Yo pienso que se va a hacer Justicia. (...) Mi hijo es incapaz de hacer eso”, aseguró Stella Maris ante la prensa. Visiblemente golpeada luego de la detención y la grave acusación que pesa sobre Carrizo, la mujer ratificó que está segura que el joven de 27 años no tiene relación con el ataque a la ex presidenta de la Nación. “Creo y confío en mi hijo. Yo no lo voy a salvar. Sólo la verdad y la Justicia de Dios y de él, interna que tiene, lo van a salvar”, agregó.
En ese sentido, la madre del acusado negó vínculos tanto con Fernando Sabag Montiel, el hombre que le gatilló dos veces en la cara a la ex jefa de Estado, como con Brenda Uliarte, la novia del agresor y una de las principales señaladas por el ataque. “No tuve ningún trato, no los conozco”, sostuvo la mujer, quien dijo que espera que liberen a su hijo cuanto antes.
“Me siento que hasta que no esté mi hijo en la calle con nosotros, parece que no estoy viva. No yo ni mi hijo Facundo (hermano de Gabriel Carrizo)”, finalizó Stella Maris para luego permitir la entrada de dos efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), quienes por orden de la jueza Federal María Eugenia Capuchetti, concurrieron hasta el domicilio de Morón para llevar adelante un estudio socioambiental.
La detención
Carrizo fue detenido ayer justamente por orden de la magistrada que investiga el atentado, quien tomó la decisión, en base a nuevas pruebas encontradas en su celular. Precisamente, lo detuvieron cuando el propio Carrizo fue a buscar su teléfono a tribunales. La noticia se conoció después de las indagatorias de Sabag Montiel, Uliarte y Agustina Díaz, la tercera detenida por el hecho.
El joven había declarado como testigo el lunes 5 de septiembre, después de la detención de Brenda. El 2 de septiembre, el día posterior al ataque, encabezó junto a la novia del hombre que apuntó contra Cristina Kirchner y el resto de su grupo un móvil en el canal Telefé para decir que no tenían nada que ver con el intento de asesinato. También estaban Miguel Ángel Castro Riglos, Sergio Orozco, Leonardo Volpintesta y Lucas Acevedo.
Cuando el periodista Rodolfo Barilli le preguntó si Sabag Montiel tuvo alguna frase violenta contra la Vicepresidenta, la joven guardó silencio y Carrizo fue el que decidió contestar: “No vinimos por eso nosotros. Vinimos por otra cosa. Vinimos a aclarar que no somos cómplices de lo que pasó. Nos están amenazando. Y cuando salgamos a la calle, nos puede pasar algo. Nos están diciendo que somos un grupo terrorista. Yo me dedico a hacer algodón de azúcar”.
Cuando declaró como testigo en Comodoro Py, Carrizo se presentó como el jefe del grupo, porque era el dueño de la garrafa que alimentaba la maquina de hacer copos de azúcar. Y dejó su teléfono. Hoy, le avisaron desde el juzgado que podía pasar a buscarlo.
Cuando apareció por el tercer piso de tribunales le dijeron: “queda detenido”. Ya había una orden de captura en su contra que lo estaba buscando, señalaron las fuentes consultadas. La PSA fue la que hizo el procedimiento en un rincón, cercano a la escalera del ala Retiro.
Quién es Carrizo
De acuerdo con lo que pudo averiguar Infobae, Nicolás Gabriel Carrizo tiene 27 años y su último domicilio informado ante las autoridades nacionales está ubicado sobre la calle Ángel Pache, a metros de la Base Militar de Morón, en el homónimo partido bonaerense.
Se trata de una vivienda precaria, de una sola planta, visiblemente deteriorada, rodeada de domicilios que, en su mayoría, se encuentran en la misma situación, y situada a pocas cuadras de la avenida Eva Perón.
El joven no tiene un empleo en blanco desde abril del 2016, cuando dejó su puesto en una empresa de artefactos de ventilación a la que había ingresado en febrero de ese mismo año. Previamente, había trabajado, entre junio y noviembre del 2014, en una cadena de comida rápida.
Luego de esa fecha no volvió a tener una actividad registrada, pero tampoco figura en los archivos oficiales como beneficiario de algún plan social y lo último que se sabe es que lideraba el emprendimiento de venta de copos de azúcar.
Al ser conocido de Uliarte y de Sabag Montiel, Carrizo fue llamado a declarar en primer lugar como testigo, pero luego de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) accediera a los datos de su celular, que había quedado en poder de la Justicia, se descubrió que él tenía conocimiento del ataque que estaban por perpetrar sus amigos.
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