La semana pasada empezaron a trascender los primeros acercamientos de parte del kirchnerismo con la UCR y a la Coalición Cívica, pero más allá de los ruidos que se generaron en la oposición, quedaron abiertas dos grandes incógnitas. Por un lado, cuándo se produciría -si es que ocurría- un contacto con el PRO. Por otro, quién sería el principal interlocutor en el partido de Mauricio Macri. Si bien no hay definiciones, en el kirchnerismo confirman que evalúan mover los hilos para empezar a generar contactos con el ala dura de Juntos por el Cambio, tras bambalinas. Pero cerca del ex presidente niegan de plano un contacto posterior al intento de asesinato contra Cristina Kirchner, y aseguran que, más allá de la gravedad de la situación, cualquier vínculo político entre el oficialismo y la oposición debe estar enmarcado en el ámbito del Congreso.
“El marco institucional para la convivencia de la Argentina es el Parlamento. Allí se debate, entre las distintas fuerzas políticas. Esto no depende de una, o dos personas”, dicen en las oficinas del ex mandatario.
En el Instituto Patria confirman, con todas las letras, que la Vicepresidenta está convencida de la necesidad de tender puentes, no sólo con la UCR y el espacio de Elisa Carrió, sino, también, con el mundo macrista. A pesar de la infinidad de encendidos discursos de su jefa política en contra del líder del PRO, en particular por el endeudamiento con el FMI, aseguran que Cristina Kirchner es “profundamente institucionalista”, más allá de “los intentos de caricaturizarla de la oposición y sus colaboradores en los medios”.
Para ratificar que hay vocación de diálogo incluso con los sectores más alejados en el espectro ideológico, remiten a algunos mensajes de la propia CFK. “Esto no es nuevo. Cristina lo viene diciendo hace tiempo”, dicen desde el Senado, en referencia a algunos de sus discursos de los últimos meses. Recuerdan, en particular, que “hasta le puso nombre” a la idea, con la sigla “GANA” - ”Gran Acuerdo Nacional”- que, si se lee como sustantivo, tiene un significado propio. Usó esa referencia en diciembre, en la Plaza de Mayo, rememoran. Y conectan aquella idea con el mensaje que emitió hace tres meses desde El Calafate, cuando listó una serie de problemas en común entre sus propias gestiones y la de Macri, y pidió de “acordar” contra la “economía bimonetaria” para evitar un panorama sombrío.
El principal emisor de la Vicepresidenta es el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, alto funcionario con despacho en la planta baja de la Casa Rosada, que mantiene diálogos puntuales con el Presidente, pero una interlocución permanente con Cristina Kirchner. De hecho, el contacto del ministro con la jefa del kirchnerismo se profundizó en las dos semanas posteriores al atentado. Más seguido que nunca, desde hace varios días el ministro “desaparece” de sus propias oficinas y se interna en el Senado, donde las conversaciones privadas giran, entre otros temas, en torno al acercamiento con la oposición en lo que el oficialismo considera un momento “muy delicado” de la vida política por el grado de violencia política que evidenció el intento de asesinato a la ex presidenta.
El referente de La Cámpora, que se presenta como moderado y le da su teléfono personal a empresarios para -cuentan que les dice-, “evitar la interlocución”, fue quien estuvo a cargo la semana pasada no sólo de iniciar los diálogos con el sector “blando” de la oposición, sino de revelarlo. Fue una movida sorpresiva, que contrastó con los discursos del Presidente contra los “discursos de odio”, pero que, según pudo reconstruir Infobae, contó el aval y el impulso de la Vicepresidenta.
El avance de De Pedro causó ruidos entre dirigentes de la UCR y mucho rechazo en el macrismo, pero, aún así, para el kirchnerismo sigue abierta la posibilidad de avanzar en acercamiento con el PRO. Hasta la semana pasada, la decisión de tomar contacto, a través de interlocutores de Cristina Kirchner, con el propio Macri o sus segundas líneas estaba tomada. De hecho, se barajó contactarlo de alguna forma cuando el ex presidente se encontraba en Ruanda con la FIFA. Pero hasta el momento evitan revelar si avanzarán de hecho.
Cerca del ex presidente niegan de plano cualquier contacto posterior al ataque a la vicepresidenta, y dicen, tajantemente, que Macri no estaría dispuesto a prestarse a una conversación o de responder a través de emisarios al llamado de cualquier interlocutor del kirchnerismo. “El único ámbito para eso es el Parlamento. Las instituciones están por encima de las personas”, aseguraron a Infobae en el círculo íntimo del ex mandatario.
En las oficinas del fundador del PRO, aunque aclaran que “no es por rencor, sino por vocación institucional”, también admiten que se debe a la “falta de confianza”. Y remiten a numerosos ejemplos de embestidas del kirchnerismo que, evalúan, empañan cualquier muestra de vocación de diálogo. “Dicen que la fugamos, nos hacen causas. Y ellos son los que nos tiraron 14 toneladas de piedras”, dijeron, en una alusión elíptica al tuit que publicó el ministro De Pedro con críticas a medios de comunicación y a una parte de la dirigencia opositora apenas después del ataque de Cristina Kirchner, al referirse a “14 toneladas de editoriales”.
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