Finalmente se frenó el polémico apoyo de la UCR a la suspensión de las PASO en Chubut, pero lo que se aceleró es el enfrentamiento entre Gerardo Morales y Mauricio Macri, un escenario que profundiza las diferencias en Juntos por el Cambio y abre incógnitas sobre el futuro de la coalición opositora.
Morales le pidió al titular de la UCR chubutense e intendente de Rawson, Damián Biss, que no avanzara en negociaciones con el gobernador Mariano Arcioni para suspender las PASO porque no responde a la postura de Juntos por el Cambio. Sin embargo, al menos públicamente, el gobernador de Jujuy no criticó a Biss por sus tratativas inorgánicas y sí a Macri, a quien le pidió que “como jefe del PRO tendría que decirle a sus dirigentes que dejen de entorpecer y denostar al radicalismo en Chubut”.
El titular del radicalismo está enfurecido también contra Ignacio “Nacho” Torres, senador nacional del PRO por Chubut y candidato a gobernador, quien ganó las últimas elecciones legislativas y se encamina a hacerlo de nuevo en los comicios de 2023, probablemente junto con el radical Gustavo Menna como postulante a vicegobernador. Esa fórmula es resistida por la UCR provincial, liderada por Biss y también por Morales: desde su entorno acusan al legislador del PRO de “estar buscando romper Juntos por el Cambio” por esos movimientos preelectorales sin el aval de todo el radicalismo.
En realidad, lo que se rompió fue la UCR chubutense: en una decisión precipitada por las negociaciones entre Biss y Arcioni, un grupo de dirigentes formó el fin de semana pasado una línea interna del radicalismo local, Compromiso Chubut, que en su declaración de principios habla de fortalecer al partido “dentro de las alianzas electorales que se autoricen, fijando como límite la oposición a todo posible acuerdo con el kirchnerismo, Chusoto (el partido creado por Mario Das Neves), el Frente Renovador, el Frente de Todos y cualquier otra vertiente del peronismo gobernante”.
Además, los opositores de Biss rechazaron “el intento de eliminación de las PASO” y la modificación o derogación de una ley provincial para habilitar la reelección indefinida de intendentes y concejales.
Entre los impulsores de Compromiso Chubut está la senadora nacional Edith Terenzi, quien entró a la Cámara Alta junto con Torres luego de su triunfo electoral de 2021 en Chubut e integran el nuevo bloque Cambio Federal dentro de la bancada de Juntos por el Cambio en la Cámara Alta.
Biss quedó en el ojo de la tormenta cuando declaró que una “gran parte del radicalismo” estaría dispuesto a acompañar la eliminación de las PASO. Para el PRO chubutense, se trató de una “transacción” por la cual el jefe de la UCR de Chubut recibiría del gobernador Arcioni la administración del puerto de Rawson y fondos a través de ATP (Aportes del Tesoro Provincial).
Por eso en el episodio que reavivó la pelea Morales-Macri hay otros componentes, algunos de ellos vinculados con la interna del radicalismo chubutense y su relación con el PRO provincial, pero algunos referentes de la UCR creen que el jefe partidario “sobreactuó” en el caso de la suspensión de las PASO para no reconocer que la actitud inconsulta de Biss “se le fue de las manos” y aprovechar para “galvanizar hacia adentro” del partido apuntándole a un dirigente “hostil” hacia la UCR como Macri.
Después de todo, Macri tuiteó en contra de “modificar las reglas electorales a meses de votar” en Chubut y rechazó la suspensión de las PASO porque “no se puede ser cómplice de este retroceso, menos quienes desde JxC decidimos defender la democracia y participación”, pero su mensaje tuvo el mismo tono que el de otros líderes del PRO como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni y Rogelio Frigerio, e incluso en sintonía con referentes de la UCR como Alfredo Cornejo, Mario Negri, Carolina Losada, Martín Lousteau y Luis Naidenoff, entre otros, además de Maximiliano Ferraro, jefe de la Coalición Cívica.
¿Por qué Morales no reaccionó contra todos y soló apuntó contra el ex presidente? Sus allegados afirmaron que lo hizo porque Macri es “el jefe del PRO” y, además, porque le preguntaron sobre él en una entrevista radial del martes por la mañana. Allí dijo: “Mauricio Macri, como jefe del PRO, tendría que decirle a sus dirigentes que dejen de entorpecer y denostar al radicalismo en Chubut. Así que sería un buen aporte que Macri, lejos de emitir tuits, se meta un poco en la vida interna de Chubut y ordene un poquito a su gente, que es bastante violenta para con el radicalismo”.
Morales, según su entorno, asegura que él tampoco estaba al tanto de la negociaciones de Biss y opina que Macri tendría que haberlo llamado para fijar una postura sobre las PASO en Chubut en lugar de haber tuiteado, además de achacarle la “agresividad” de Torres. El senador, sin embargo, tiene buena relación con Macri y con Bullrich, pero está más cerca de Rodríguez Larreta.
Apenas estalló la polémica por las PASO de Chubut, cerca de Morales aseguran que se comunicó con Bullrich para aclararle que no avalaba la suspensión de las primarias, mientras que en el PRO, por el lo contrario, sostienen que fue la jefa partidaria fue la que llamó a su par de la UCR para exigirle que Biss desistiera del proyecto de suspender las PASO. Lo cierto es que entre ambos consensuaron una reunión de la mesa chubutense de JxC para analizar este tema, que se realizará el sábado próximo en Comodoro Rivadavia, como una forma de evitar la posibilidad de una ruptura.
Los problemas entre Morales y Macri no son nuevos. Los últimos cortocirtuitos comenzaron en mayo pasado, luego de que el ex mandatario le pidió a la máxima dirigencia del PRO que el partido “no se deje manejar por la UCR en el Congreso, como sucedió en las últimas votaciones” e incluso advirtió: “Tenemos que diferenciarnos y no seguir cayendo en la trampa del radicalismo”.
Macri criticó al radicalismo por haber fogoneado la votación en la Cámara de Diputados de la ley que fija el marco regulatorio del cannabis medicinal y cáñamo industrial porque prevé crear más aparato estatal y nuevos impuestos, dos de los puntos que JxC se había juramentado no votar. Para el ex jefe del Estado, ese tipo de votaciones desvirtúan los valores del PRO, pero, sobre todo, podrían derivar en una fuga de votos hacia opciones liberales como las de Javier Milei. Por eso alertó al PRO sobre la necesidad de no seguir ciegamente a un radicalismo que “sigue enamorado del Estado protector” y pidió tener algo en cuenta: “La gente quiere un cambio y nosotros tenemos que representar ese cambio”. Y agregó: “¿De qué sirve la unidad si no representa el cambio?”.
Casualmente, o no, apenas un mes después, Macri dijo en un foro brasileño que Hipólito Yrigoyen fue “uno de los primeros impulsores del populismo en América Latina” y Morales le respondió duramente a través de una carta abierta. Sostuvo que “vivir de la grieta no es el camino” y que, “menos aún, es generar una grieta en Juntos por el Cambio atacando a la UCR como lo estás haciendo últimamente”. “Si tu intención es romper Juntos por el Cambio para buscar un acuerdo con sectores de la extrema derecha antidemocrática, lo mejor es decirlo concretamente”, destacó.
En las últimas horas, entre los “halcones” del PRO crece el malestar contra Morales por su propuesta de reformar parcialmente la Constitución jujeña: “Desde ahora, ¿cuál será el argumento para decir que no una reforma de la Constitución Nacional si se hace en Jujuy?”, se preguntan en el ala dura, donde examinan con lupa las actitudes de algunos radicales, a veces con un exceso de purismo.
Ese filtro tan exigente afectó a Facundo Manes, uno de los más firmes presidenciables de la UCR, que este martes hizo una recorrida en Chubut acompañado por Biss, el controvertido jefe del radicalismo provincial, y sus declaraciones sobre la suspensión de las PASO estuvieron lejos de la expectativa de sus pares de JxC: “Cuando recorro las provincias no me meto en temas provinciales -señaló-. No me interesa pelearme con dirigentes y la política acomoda las reglas para la ocasión”.
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