Los tribunales de Comodoro Py se convirtieron este miércoles en el epicentro de la causa judicial que investiga el atentado contra Cristina Kirchner.
En primer término, la atención gira en torno a Agustina Díaz, la amiga de Brenda Uliarte que fue detenida ayer. La joven de 21 años aceptó la representación de dos abogados que habían sido ofrecidos por su padre. Mantuvo un diálogo de 30 minutos con ellos y luego fue indagada por la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo. Una vez finalizada la indagatoria, la magistrada dispuso el secreto de sumario, por lo que se prevé que podría haber novedades importantes en las próximas horas. Las dos veces que Capuchetti dictó el secreto de sumario fue para detener a Uliarte y a la propia Díaz.
Si no hay cambios, en las próximas horas la jueza les dará la posibilidad de ampliar sus declaraciones indagatorias a Uliarte y Fernando Sabag Montiel, el agresor que le puso en la cara una Bersa 32 con cinco balas a la vicepresidenta. Habrá que ver si la pareja implicada decide cambiar la estrategia de guardar silencio frente a las nuevas pruebas que los comprometen.
Con este paso, la causa empieza a tomar un ritmo de definiciones al menos para la pareja que está detenida. Determinar qué rol tuvo cada uno en el intento de asesinato de Cristina Kirchner será tarea de la jueza y el fiscal que, sin embargo, podrían adelantar esa definición en la lectura de la imputación a Sabag Montiel y Uliarte.
La jueza ya estuvo sentada frente a Sabag Montiel y Uliarte y les comunicó que están acusados de haber querido matar a la ex presidenta “contando para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”, “aprovechando el estado de indefensión generado por la multitud” en la esquina del edificio de la Vicepresidenta. Sabag Montiel, sosteniendo el arma y gatillando al menos una vez en la cara de Cristina; Brenda, estando presente en el lugar. Los dos habían posado con la Bersa calibre 32 en fotos halladas en lo que se rescató del teléfono celular del atacante.
Sin embargo, desde el martes 6 de setiembre, cuando la pareja fue puesta, por separado, frente a frente ante la jueza y el fiscal (Uliarte por primera vez; Sabag Montiel por segunda), las pruebas en el expediente se fueron acumulando. Desde entonces aparecieron los mensajes sobre un intento abortado de matar a la vicepresidenta el sábado 27 de agosto, el día en que CFK salió a hablar frente a su militancia tras los incidentes por las vallas puestas por el Gobierno de la Ciudad; o ideando alquilar un departamento frente a la ventana del departamento de la ex presidenta.
“No, ya se me metió adentro y el escenario, el anfiteatro, lo sacaron. Le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios eh y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga así que ya fue, deja, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”, le dice Sabag Montiel a Brenda. “No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido. ¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido”.
Fue el contenido del celular de Brenda lo que permitió encontrar estas pruebas, así como el diálogo con su amiga Agustina Díaz, a la que tenía agendada “Amor de mi vida” y le decía “Te amo”. Con Agustina Díaz habló antes y después del atentado del 1 de septiembre. De allí surgen mensajes en donde Agustina le dice a Brenda: “¿Por qué falló el tiro.? ¿Cómo mandaste a este tarado?... Y después ¿se puso nervioso?”.
Lo de “mandaste” es una de las cosas que llamó la atención de los investigadores. ¿Quién planificó el atentado? ¿Fue Brenda una instigadora para que Sabag Montiel actuara? ¿Qué rol le toca a Agustina? ¿Fue solo una encubridora? Todas esas preguntas se juegan por estas horas en Comodoro Py, en base a las pruebas que aún se esperaba y a las respuestas que puedan dar los detenidos. Siempre hay que recordar: no están obligados a decir la verdad.
La jueza quería contar con los resultados de los celulares y dispositivos electrónicos secuestrados en los tres allanamientos que se hicieron entre la noche del lunes y la madrugada del martes y que incluyeron la detención de Díaz. Fuentes judiciales indicaron que la descarga de la información tiene sus tiempos propios para evitar complicaciones, así que intentaban trabajar a contrarreloj para entregarlo. La defensa de Díaz estará a cargo de Juan Manuel Hermida, el defensor oficial que ya representa a Sabag Montiel.
“Hasta ahora, hay esto”, repiten en tribunales. En este contexto, es que el abogado Juan Manuel Ubeira se sumará al expediente en el rol de querellante en nombre de Cristina Kirchner. Primero, tomará contacto con la causa y las pruebas. El interrogante es saber qué medidas impulsará la vicepresidente y qué curso pretende darle a la investigación.
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