Mientras la jueza federal María Eugenia Capuchetti trabaja por estas horas en la redacción del procesamiento con prisión preventiva de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte por el intento de homicidio de Cristina Kirchner, el presidente Alberto Fernández brindó una entrevista a un medio internacional, en el que se refirió a lo ocurrido el 1° de septiembre en Recoleta. “Se conocieron las conversaciones de los inculpados y hablaban del fallido atentado contra Cristina y que el próximo soy yo”, afirmó.
“Cristina está bien, está entera, trabajando. Fue un momento de conmoción para todos”, expresó el mandatario nacional a Telecinco, tras ser consultado sobre el estado de salud de la Vicepresidenta al comienzo del reportaje televisivo.
El Presidente recordó que después de la dictadura militar no volvieron a producirse crímenes de naturaleza política en la Argentina, por lo que señaló que las imágenes que dieron vuelta al mundo “son muy duras”. “Es la imagen de alguien que está gatillando dos veces, gracias a Dios sin suerte, a 20 centímetros de la cabeza de Cristina”, remarcó Alberto Fernández.
Y agregó: “La persona sabía que estaba en medio de una multitud y que cualquiera fuera el resultado iba a ser inmediatamente apresado por la gente que lo rodeaba”. Por eso, insistió en que “cuando alguien está dispuesto a eso, a poner en riesgo su vida y su libertad, es muy difícil predecirlo”.
Para la Justicia, la pareja de novios detenida por el ataque a Cristina Kirchner, contó con la colaboración de otras personas para planificar el intento de magnicidio. Actualmente, los investigadores y los peritos se encuentran trabajando sobre el contenido surgido del celular de Brenda Uliarte y también de los amigos que se presentaron a declarar como testigos, los cuales fueron entregados voluntariamente.
Sin embargo, como los técnicos detectaron que aparece contenido borrado, ahora están intentado establecer cuándo se borró, dato que resulta clave. Además, pretenden saber si quisieron ocultar parte de lo que pueda ser sustancial para la causa.
En ese contexto fue que Alberto Fernández admitió que “se conocieron las conversaciones de los inculpados y hablaban del fallido atentado contra Cristina y que el próximo soy yo”. Cuando el periodista español le preguntó si estaba “con miedo” al enterarse de que podría ser el nuevo blanco de estos grupos que no comparten la ideología política del gobierno, el Presidente fue tajante: “No, pero hay que estar atentos”.
“Algo no estamos haciendo lo suficientemente bien para que en la cabeza de una persona penetre la idea tan horrible de matar a otro por lo que representa o lo que piensa”, se lamentó. Y pidió que la sociedad no crea que lo sucedido es lo que representa a la Argentina. “Son una banda de sinvergüenzas capaces de hacer cualquier atrocidad”, afirmó de manera contundente.
Sobre Sabag Montiel, aseguró que “no es inimputable, no tiene ninguna alteración en sus facultades mentales y tiene plena conciencia de la criminalidad de su acto”.
A luz de lo sucedido, la Vicepresidenta salvó su vida por varios hechos fortuitos. Sabag Montiel gatilló dos veces y la bala no salió porque no estaba en la recámara. Justo en ese momento, Cristina se agachó para levantar un libro que se le había caído a un militante al piso y prácticamente ni se dio cuenta de lo que había pasado. Los custodios que la rodeaban tampoco parecieron haber advertido el riesgo al que había quedado expuesta, porque lo que tardaron varios segundos en retirarla del lugar y ponerla en resguardo.
“El atacante se ha movido libremente dirigiendo sus acciones. No es un loco. Puede ser una persona enojada con la democracia, pero no puede reaccionar de este modo”, concluyó el Presidente.
Para la jueza y el fiscal Carlos Rívolo no hay dudas: con las pruebas que tienen que les alcanza para procesar a ambos. Los dos estuvieron el 1° de septiembre en la casa de Cristina Kirchner, se encontraron fotos de ellos posando con la Bersa calibre 32 que gatilló Sabag Montiel y hay testigos –principalmente los amigos de “la banda de los copitos”- que declararon que ella tenía comentarios despectivos. A eso se le suma el ADN y lo que pueda surgir del análisis de los teléfonos.
“Las pruebas sobran”, dicen en Tribunales para definir a esta altura el procesamiento, que se espera para los primeros días de esta semana y que incluirá las fotos y los videos que se transformaron en pilares de la causa, señalaron a Infobae las fuentes consultadas.
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