El presidente Alberto Fernández, que nació y se crió políticamente en el peronismo porteño, no estará en la marcha que organizaron el kirchnerismo y el PJ de la ciudad de Buenos Aires en el Parque Lezama para defender a Cristina Kirchner. En cambio, prefirió participar en la misa que se realizó en Luján, por un motivo similar: ”Agradecerle a la Virgen por salvar” a la Vicepresidenta. Ambas convocatorias fueron impulsadas, en simultáneo, por La Cámpora. Pero la de CABA, si bien se espera que sea convocante en cuanto a la cantidad de militantes, tendrá un peso político menor: además del Presidente, tampoco estará la primera plana del Gobierno. La dirigencia de mayor peso irá a la Basílica, ubicada en terreno bonaerense, el ámbito de mayor injerencia del ala dura.
La manifestación de hoy en el Parque Lezama será en el formato de “plaza abierta”, o “plaza ciudadana”, dijeron en el PJ porteño. Estará el grueso del peronismo porteño, con representantes como Mariano Recalde, camporista, senador nacional y titular del partido a nivel local; el sindicalista y presidente del Congreso del PJ, Víctor Santa María; diputados nacionales, como Leandro Santoro y Gisela Marziotta; legisladores como Juan Manuel Valdés.
De todas formas, habrá alguno de los funcionarios nacionales cercanos a Alberto Fernández, principalmente por su afiliación local. Entre ellos, la portavoz Gabriela Cerruti, también originaria de la órbita ciudadana, y Juan Manuel Olmos, dirigente clave del justicialismo de la ciudad, que hasta hace dos meses era jefe de los asesores presidenciales, y se transformó en vicejefe de Gabinete durante la crisis política y económica por la renuncia de Martín Guzmán.
Cuando se convocó a la militancia a “cuidarla” desde el Parque Lezama, el miércoles, se insinuó que ese acto sería la nueva gran manifestación del oficialismo que, desde el Bajo porteño, retomaría la serie de actos en defensa de Cristina Kirchner. Sin embargo, la misa en Luján, convocada primero por el intendente filo-kirchnerista Leonardo Boto, y luego secundada por la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, pasó a ocupar el centro de las acciones.
Ayer confirmó asistencia del ministro Eduardo “Wado” de Pedro, mano derecha de la Vicepresidenta -que había sido invitado como orador a Lezama, pero se volcó por participar de la ceremonia religiosa en Luján. Después, el gobernador Axel Kicillof y de la mayor parte de la dirigencia bonaerense. Por último, también Alberto Fernández tomó la determinación de asistir, como se informó oficialmente el viernes por la tarde, luego de dos días de dudas.
De todas formas, la ciudad de Buenos Aires fue, recientemente, el eje de la vida política del oficialismo y la oposición, durante las fuertes tensiones que se generaron alrededor del edificio donde vive Cristina Kirchner en la marcha organizada entonces por la dirigencia local y nacional para respaldarla de las acusaciones del fiscal Diego Luciani en la causa conocida como Vialidad. En ese momento, cuando aún no había ocurrido el intento de magnicidio, militantes y dirigentes del kirchnerismo se enfrentaron discursiva y, en algunos casos, físicamente, con el gobierno porteño que comanda el presidenciable de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los principales líderes opositores.
En el kirchnerismo porteño aseguran que el espíritu de la marcha de hoy será muy similar al que se gestó en torno al departamento de Recoleta, porque la convocatoria será en defensa de Cristina Kirchner -esta vez no sólo por la investigación por supuesta corrupción, sino también por el ataque físico-; en la Ciudad; y con una amplia convocatoria a nivel dirigencial. ”Movilizan todos, PJ, Cámpora, NEP, Irrompibles, todos”, señalaron. Aunque esperan que no haya signos de violencia como ocurrió hace dos semanas, cuando se generó una fuerte polémica por los vallados colocados por la Policía Metropolitana bajo las órdenes del Ministerio de Seguridad local que maneja el fiel funcionario larretista Marcelo D’Alessandro.
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