La suspensión de las elecciones primarias en Salta, que se aprobó el 26 de agosto, encendió todas las alarmas en los partidos de la oposición. Se transformó en la primera provincia en suprimir las PASO y por eso, principalmente desde Juntos por el Cambio, empezaron los cuestionamientos a la medida. Desde la oposición pidieron que no se extienda a otros distritos de la Argentina.
El tema volvió a escena con las declaraciones de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, quien esta mañana, en la habitual conferencia semanal que ofrece los jueves en la Casa Rosada, negó esa posibilidad. “El Gobierno no quiere suspender las primarias”, enfatizó y para relativizar las versiones, respondió: “Se dicen tantas cosas”, ante una repregunta.
Aunque se lo niega oficialmente, la posibilidad está latente si se tiene en cuenta lo que ocurrió en Salta y las intenciones que existen en otras jurisdicciones del interior del país.
En la principal coalición opositora creen que las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) pueden ser el mejor instrumento para ordenar sus candidaturas que, por el momento, tienen multiplicidad de aspirantes en medio de pujas internas fuertes. En los tres socios mayoritarios (el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica) se necesita definir a los candidatos en internas, sobre todo para evitar una ruptura que termine minando sus chances electorales para lo que se avecina.
En una gran parte de Juntos por el Cambio creen en la necesidad de una fórmula mixta, integrada por miembros de dos partidos distintos.
Sin embargo, el Gobierno nacional sabe que una eventual suspensión de las PASO puede favorecerlo. Porque en algunos distritos como la provincia de Buenos Aires el tamiz por el que deben pasar las candidaturas complicará el armado de fórmulas. En Juntos por el Cambio la pelea entre los sectores más duros y los más dialoguistas atraviesa un período convulsionado y el proceso que afrontará cada partido para dirimir a las figuras más potables será por demás complejo.
En la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral con mayor peso a nivel nacional, si el oficialismo pretende suspender las PASO chocará con una limitación importante ya que en la Legislatura no posee mayoría.
Juntos por el Cambio marcó recientemente su posición a nivel nacional y alertó sobre “los cambios en las reglas electorales a seis meses de las aperturas de los procesos electorales, ya que es un mecanismo que atenta contra la transparencia y la continuidad de las reglas existentes”.
Por tal motivo, advirtieron que en Catamarca y Salta “los gobiernos provinciales están cambiando las reglas de juego, con la anulación de las PASO” y “nos preocupa que en la provincia de San Juan se esté implementando un sistema contrario al del voto popular, con la incorporación de la ley de lemas”.
Al oponerse a la decisión tomada en Salta, desde Juntos por el Cambio reveló que se insistirá en “plantear de manera urgente el tratamiento en el Senado del proyecto de ley de Boleta Única, que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados”.
El 26 de agosto se decretó en Salta la suspensión de las PASO del año que viene -de manera excepcional y por única vez- luego de un debate arduo que involucró a legisladores de diferentes departamentos de la provincia.
En otras provincias, como Catamarca, Tucumán, Entre Ríos y San Juan, las versiones sobre una suspensión crecieron en los últimos días, e incluso se mencionó la posibilidad de reintroducir la cuestionada Ley de Lemas.
El costo millonario de las elecciones podría ser uno de los argumentos oficialistas para suspenderlas. Aunque a nivel legislativo la modificación de la Ley Electoral le sería muy difícil de conseguir, por su ajustada mayoría en el Senado y porque en la Cámara de Diputados está en minoría.
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