“Esto no se corta en ellos dos”. La frase fue lanzada ante Infobae por uno de los funcionarios que trabaja en la investigación para intentar esclarecer el ataque contra Cristina Kirchner en la puerta de su casa. Por eso la clave está en lo que pueda surgir de las imágenes y los celulares secuestrados en la causa. Hasta ahora, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte son los únicos acusados y detenidos por disposición de la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo. Pero los indicios apuntan a que existió una organización y coordinación detrás del intento de homicidio en el que participaron más personas. La gran pregunta que ahora busca respuesta es: ¿Quién más estuvo detrás de todo esto?
“No son Al Qaeda y si bien dan la sensación que no tienen demasiada preparación porque no son sofisticados, eso no quiere decir que no haya habido una planificación detrás de esto”, resaltaron las fuentes consultadas. “Tenían distintas formas de comunicarse. Una de ellas era a través de cuentas de Facebook truchas”, señalaron.
Por estas horas se está trabajando sobre el contenido surgido del celular de Brenda Uliarte y también de los amigos que se presentaron a declarar como testigos. Los teléfonos de los testigos fueron entregados voluntariamente. Sin embargo, los técnicos detectaron que aparece contenido borrado. Están intentado establecer cuándo se borró, porque el dato es clave. Quieren saber si quisieron ocultar parte de lo que pueda ser sustancial para la causa.
Entre esos datos que aparecieron el mensaje que puso en su estado de Whatsapp Nicolás Carrizo, quien se presentó ante la justicia como el jefe del grupo, porque era el dueño de la garrafa que alimentaba la maquina de hacer copos de azúcar. “¡Seguro el próximo sos vos, Alberto! ¡Tené cuidado!”, escribió el jueves a las 23:57, tres horas después del atentado contra Cristina. Y agregó: “El Gobierno es vulnerable, y espero que les quede claro... Nosotros somos los que mantenemos estos parásitos ahí arriba, van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la Nación Argentina”.
Los investigadores siguen los pasos de los sospechosos antes del ataque para reconstruir la planificación. En esa “inteligencia” un dato es significativamente llamativo: de las comunicaciones y mensajes se detectó no solo la presencia de los investigados en la zona de la casa de Cristina Kirchner en los días previos al intento de homicidio. Se los detecta allí desde hace un mes antes, revelaron a Infobae los investigadores.
Es un dato interesante teniendo en cuenta que las manifestaciones en la casa de Cristina Kirchner comenzaron a partir de la noche del 23 de agosto, cuando el fiscal Diego Luciani pidió su condena a 12 años de prisión por asociación ilícita y defraudación al Estado.
Otro de los puntos a responderse en la causa son los extraños movimientos de Sabag Montiel y Uliarte en la tarde del jueves previo, en un local de Quilmes. Allí se vio que en ese lugar la joven de 23 años recogió del piso un papel que tiró una mujer que estaba en una de las mesas cercanas a la puerta del local, lo leyó y se lo entregó a su novio. Sabag Montiel tomó ese papel de pequeñas dimensiones, lo leyó y después lo tiró en un tacho de basura del local de McDonald’s.
“Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un grupo que tenía formas alternativas de comunicación”, insistieron. De ahí la pareja se subió al tren Roca rumbo a Constitución, un colectivo hasta la zona de Obelisco y luego a pie hasta la casa de Cristina Kirchner, donde llevaban la bolsa blanca que fue secuestrada en la casa de un ex novio de Brenda donde la joven se refugió después del ataque.
“Yo no descarto nada. Se están siguiendo muchas líneas de investigación”, insiste una fuente consultada por Infobae con acceso directo a la causa. Se siguen esperando los resultados de todo el contenido surgido del celular de Brenda, reconstruyendo sus comunicaciones y mensajes días previos y durante el fin de semana, contactos con su entorno más cercano y otros vínculos del fin de semana.
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