La investigación por el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner no solo apunta a esclarecer la responsabilidad del atacante y sus cómplice. También analiza la conducta de los custodios de la ex jefa de Estado. En ese marco, el fiscal Carlos Rívolo le pidió a la jueza María Eugenia Capuchetti que ordene un análisis de las comunicaciones telefónicas de los policías federales que debían garantizar la seguridad de la vicepresidenta.
Las imágenes que captaron el momento en que Fernando Sabag Montiel se acercó con un arma Bersa calibre 32 a la cara de la vicepresidenta demuestra que la funcionaria quedó totalmente expuesta y que, apenas se concretó el hecho, sus agentes tampoco habrían hecho nada para tomar el control de la situación y ponerla a resguardo.
De las imágenes de celulares y de los periodistas se desprende que ningún custodio parece haber advertido lo que había sucedido. La propia Cristina Kirchner dijo que no se dio cuenta. Se agachó para levantar un libro que se había caído. Se quedó saludando a los militantes más de 6 minutos después de que Sabag Montiel le apuntara, se intentara ir de la escena, tras descartar el arma y ser detenido por simpatizantes de la vicepresidenta
El domingo, la jueza Capuchetti pidió al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, informes sobre cómo debe ser el protocolo de seguridad para garantizar la seguridad de funcionarios. También le solicitó saber si se iniciaron actuaciones internas sobre el desempeño de los policías en ese momento.
Ahora, el fiscal pidió el detalle de las comunicaciones de los custodios. En la causa ya se pidieron todos los informes de las antenas de la zona para saber todos los equipos que se activaron en la zona de la casa de la vicepresidenta, recordaron a Infobae fuentes judiciales.
Ayer, Aníbal Fernández puso a disposición su renuncia y le fue rechazada por el presidente Alberto Fernández. En declaraciones periodísticas, el ministro de Seguridad negó enfáticamente que haya habido negligencia en el cuerpo de custodios de la Vicepresidenta. “Creemos que los protocolos se han cumplido, los custodios actuaron como corresponde y va a ser analizada como corresponde”, dijo el ministro.
Durante la madrugada del viernes, declararon varios de los custodios que estuvieron esa noche en el momento de los hechos. Lo hicieron como testigos, aunque eso no quiere decir que en algún momento alguno pueda convertirse en imputado. Esa madrugada, en tribunales, junto al viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, también estuvo presente Daniel Carbone, jefe de custodia de Cristina Kirchner, que no estuvo en el momento del ataque porque no era su turno.
El intento de magnicidio a Cristina Kirchner fue sobre las 21 del pasado jueves cuando llegaba a su casa, en el quinto piso del edificio de Juncal y Uruguay en el barrio de Recoleta. El lugar se había convertido durante los días previos en una suerte de meca para el militante kirchnerista, luego del pedido del fiscal Diego Luciani de condenar a 12 años de prisión a la vicepresidenta por los delitos de asociación ilícita y defraudación al Estado y sobre todo después de los incidentes que ocurrieron el último sábado de agosto cuando el Gobierno de la Ciudad decidió poner vallas en la zona por la protestas de vecinos. En medio de esa polémica que no estuvo exenta de incidentes entre los manifestantes y la policía, con el diputado Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta, como uno de los protagonistas, la Policía Federal reforzó su custodia en la zona, mientras un fallo de la justicia porteña le ordenaba a la Policía de la Ciudad retirarse.
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