El diputado nacional de Juntos por el Cambio Alberto Asseff denunció penalmente al secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) de Corrientes, Gonzalo Rubiola, tras sus dichos violentos en referencia a uno de los fiscales federales de la Causa Vialidad, que investiga la supuesta responsabilidad de la vicepresidenta Cristina Kirchner de direccionar fondos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz.
La presentación judicial se hizo por “amenazas e intimidación pública”. El pasado 25 de agosto, Rubiola instó a “acomodarle los dientes” a Diego Luciani, el fiscal que tuvo a su cargo el alegato final, en el cual no solo se pidió una condena a prisión, sino que también la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
“El kirchnerismo se victimiza a partir del llamado ´discurso del odio´ que atribuye a los medios, a la Justicia y a la oposición. Pero si revisamos lo que hace tiempo vienen diciendo es incontable el número de palabras violentas que profieren los dirigentes oficialistas. Violencia, instigación al delito, amenazas, intimidación pública -´Si la tocan a Cristina que quilombo se va a armar´, es la muestra más ‘suave’- han sido moneda corriente. Por eso no hay que dejar impune la prepotencia, la patoteada de este dirigente gremial”, planteó Asseff.
La denuncia fue presentada por su abogado, Sebastián Maceda, y quedó en manos del juzgado federal N°7, a cargo de Sebastián Cassanello, bajo el número 3023/2022.
En los argumentos se afirmó: “Este acto de manifestaciones, afectan el orden público e institucional, ofenden al bien común y por tratarse de delitos de acción pública deben ser reprochados por los medios legales del debido proceso”.
“Por tal motivo, el delito comprendido de amenazas, se trata de ilícitos que tienen un bien jurídico protegido que es la libertad y más precisa y específicamente la intangibilidad de la voluntad de las personas sobre sus propias resoluciones y determinaciones de proceder. Es por ello, que la conducta punible consiste esencialmente, en haber querido infundir temor y en haber realizado con ese fin algún acto que pueda infundirlo, tal como ocurrió en este caso”, añadió.
Por último, el diputado nacional hizo hincapié en que “se encuentra configurada la conducta típica de la intimidación pública al dar voces de alarma, hacer señales o utilizar ‘otros medios materiales’ para infundir temor público o suscitar tumultos o desórdenes, conforme sucedieron los hechos denunciados”.
En un acto llevado a cabo frente a la sede del Partido Justicialista provincial, Rubiola dijo de manera textual: “Cuando decimos que vienen por cristina y que si tocan a cristina nos tocan a todos, significa que tocan a todos aquellos que hemos podido salir de la pobreza medianamente gracias a la compañera Cristina. Entonces, compañeros y compañeras, los correntinos y peronistas somos leales y bien agradecidos y no podemos dejar esto de lado. Pido disculpas por esto que voy a decir, que si el dentista no le acomodó los dientes, se los vamos a acomodar nosotros”.
Pocos días después, el sindicalista se disculpó: “Si a alguien le molestó mis dichos o se malinterpretó, siempre es de caballero pedir disculpas. Lo que me parece que es el punto de la cuestión es el hecho de que el Poder Judicial es el poder más desprestigiado en la Argentina, generando mucha desconfianza en las personas. Jamás hemos salido ni con horcas, ni pidiendo para degollar personas. Siempre estuvimos del lado de la paz y la democracia”, expresó.
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