El intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner sacudió el escenario político y movilizó a gran parte de la sociedad en repudio de la violencia. También reveló un “vacío legal” en materia penal.
Este viernes, un diputado nacional presentó un proyecto de ley para incorporar dos nuevas figuras al artículo 80 del Código Penal como agravantes del homicidio: el magnicidio y el homicidio por odio.
El bonaerense Ramiro Gutiérrez, que pertenece al Frente Renovador, anunció a través de las redes sociales que fue “instruido” por Sergio Massa para avanzar con la iniciativa.
“Siendo hoy un vacío legal intolerable, sería importante el acompañamiento de todas las fuerzas políticas”, aseguró Gutiérrez.
Hasta el momento, la investigación está caratulada como “tentativa de homicidio agravado” en “concurso real de arma de fuego”, por lo que la pena podría oscilar entre los 13 y los 20 años de prisión.
Un magnicidio es el asesinato de un máximo dignatario de cualquiera de los tres Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) por la función que ocupa. Por otro lado, en el Código Penal existen los agravantes por crímenes de odio “racial” o de “género” pero no por odio “político”. Estas figuras estaban previstas en el Código Penal que impulsó Sergio Massa en 2016.
“Sería un gran punto de acuerdo entre la oposición y el oficialismo. Lo hice sin ningún condimento político, es extremadamente técnico”, detalló el diputado en una entrevista con Diputados TV.
Fernando Sabag Montiel, el hombre que intentó asesinar a la vicepresidenta Cristina Kirchner ayer por la noche, fue sometido hoy a una serie de test psicológicos que determinaron que está en condiciones de declarar ante la fiscalía.
Según detallaron fuentes al tanto de la investigación, el joven “está ubicado en tiempo y espacio”, por lo que su defensa no podría alegar que es inimputable.
De hecho, Sabag Montiel podría declarar esta misma tarde ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo.
En simultáneo, continúan las pericias sobre la pistola Bersa calibre .380 para determinar por qué el arma no disparó a pesar de que el detenido gatilló en al menos dos ocasiones. Datos iniciales del caso indicaban que las balas secuestradas eran reales y que el arma tenía aptitud de disparo, algo que deberá ser determinado por la pericia y que pesará ciertamente en la imputación de la Justicia federal.
Hoy por la mañana, la Unidad de Investigación Antiterrorista de la PFA allanó el monoambiente que “Tedi” alquilaba en la calle Uriburu en la zona de San Andrés, jurisdicción de San Martín, luego de que un vecino lo delatara a la Policía Bonaerense y entregara su dirección. Allí, se encontraron cien balas en dos cajas.
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