“Lo que ayer estuvo cerca de ocurrir es un magnicidio, no sé si cayeron en la cuenta de la situación en la que estaríamos”. Con esas palabras, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, describió el nivel de preocupación que generó el intento de asesinato que sufrió ayer por la noche Cristina Kirchner al llegar a su domicilio en el barrio de Recoleta y un hombre camuflado entre seguidores, de nombre Fernando André Sabag Montiel, le gatilló dos veces a centímetros de su cabeza. Tras ello, Kicillof pudo reunirse con la mandataria y describió que la Vicepresidenta “está entera” y que “estaba tratando de comprender un hecho que marca un antes y un después”.
Con una conferencia de prensa algo improvisada junto a parte de su gabinete, el gobernador remarcó que “lo que sucedió ayer no fue solamente un atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino contra el sistema democrático de la República Argentina”.
“Esto de ninguna manera puede circunscribirse a un acto individual, producto del desequilibrio de una persona o por fallas en aspectos vinculados a la seguridad: debe entenderse en un contexto en el que se buscó atentar contra la vida y la participación política de la Vicepresidenta”, señaló.
El mandatario también adelantó que su gabinete participará de la movilización hacia Plaza de Mayo junto a los intendentes del PJ, pero que él mantendrá un encuentro con el presidente Alberto Fernández, quien convocó al resto de los gobernadores a Casa Rosada. Este mediodía, Fernández también se reunió con Cristina Kirchner en su domicilio.
En horas del mediodía, Kicillof convocó a parte de su gabinete a la gobernación en La Plata para sentar una posición unificada. Antes, legisladores bonaerenses del FdT también realizaron una conferencia de prensa para repudiar lo sucedido y solidarizarse con la vicepresidenta. En ese marco, al borde del llanto, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín, enfatizó: “Creo que no alcanzamos a dimensionar lo que pasó: a Cristina la quisieron ejecutar, la quisieron asesinar, le quisieron volar la cabeza cuando saludaba a la gente que la quiere, que pacíficamente se acercó a su domicilio después de que muchos medios de comunicación y dirigentes alentaran protestas en su casa. Fue un atentado contra ella y contra la democracia argentina”.
Asimismo, Kicillof remarcó que lo sucedido no puede dejar de vincularse “con lo que escuchamos hace poco de parte de un exponente del Poder Judicial que habló de una proscripción perpetua para Cristina”, haciendo referencia -aunque sin nombrarlo- al pedido de inhabilitación de por vida a ejercer cargos públicos y prisión por 12 años que realizó el fiscal Diego Luciani en el marco de la causa de Vialidad.
“La gravedad es imposible de exagerar, histórica. No con el hecho en particular y es gravísimo. No me imagino estar en la piel de la Vicepresidenta después de que te ocurra eso. Hoy estamos acá para llamar la atención a toda la sociedad por lo que viene ocurriendo y lo que tiene que dejar de ocurrir, que se dejan pasar y se fomentan. Es tiempo de decir basta”, detalló el gobernador.
En otro pasaje de su conferencia, que duró poco más de media hora, el mandatario provincial fue tajante: “El objetivo de ayer era terminar con la vida, deshacerse de la Vicepresidenta, lo dijo alguien cercano al atacante”.
Este viernes, Cristina Kirchner también recibió al presidente Alberto Fernández. “Cristina y Alberto estuvieron reunidos a solas y sólo ellos conocen el contenido de la charla”, informaron allegados a ambos dirigentes consultados por Infobae.
Como el resto de la dirigencia, Kicillof suspendió sus actividades para el día de hoy en el que tenía planeado inaugurar en Berazategui la escuela número cien en lo que va de su gestión.
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