Cristina Fernández de Kirchner ya no podrá acercarse al la multitud de manifestantes que hasta ahora se concentran frente a su departamento de Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de la Recoleta. Así se lo aconsejó su jefe de custodia, el comisario inspector retirado de la Policía Federal, Diego Carbone. La Vicepresidenta no se comprometió a hacerlo. Después del intento de asesinato que sufrió anoche, el foco de atención se corrió hacia su seguridad personal.
Según pudo saber Infobae de fuentes del ministerio de Seguridad de la Nación, de Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la PSA; el Gobierno resolvió, reforzar la seguridad en las inmediaciones del edificio en el que vive la Presidenta Provisional del Senado.
Estarán vestidos de civil, y su objetivo, durante las 24 horas del día, los siete días de la semana, observarán cualquier movimiento extraño que pueda existir en la zona. De hecho, anoche, después del intento de magnicidio, detectaron dos paquetes sospechosos que resultaron ser basura, pero activaron las alarmas. También se incrementaran los patrullajes en los alrededores.
El refuerzo “no serán menos de 20 agentes”, asegura uno de los comisarios consultados.
Es posible que el mismo imperio se tome en los alrededores del Instituto Patria, ubicado en Rodríguez Peña 80, lugar dónde suele ir la ex jefa de estado, aunque cada vez con menos frecuencia ya que en los últimos meses concentra sus reuniones en su despacho del Senado de la Nación o en su departamento. Ese refuerzo aún no está definido.
-¿Por qué no refuerzan su custodia personal?, preguntó este medio.
-Porque son muchos, alrededor de 100, y a la Vicepresidenta no le gustan los cambios. Además, confía en el jefe de su custodia.
-¿Y quién?
-El comisario inspector de la PFA Diego Carbone. Conoce a Cristina desde que Néstor Kirchner llegó a la presidencia. Ella confía en él y tiene una excelente relación con su hijo (por el diputado nacional Máximo Kirchner).
Hasta ahora Policía de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura y Gendarmería Nacional, no fueron convocados para reforzar las inmediaciones de Juncal y Uruguay.
Carbone es el hombre alto, delgado, de cabello corto y entrecano que la sigue a sol y sombra. En varias oportunidades la acompañó al Calafate y estuvo a cargo de organizar el operativo de seguridad la noche del 27 de agosto, después de que el gobierno de la Ciudad ordenó retirar las vallas que rodearon el edificio de Juncal 2166.
Carbone, último campeón de Kickboxing en el torneo que organizó este año la Confederación Brasileña de Luchas y Artes Marciales, es la persona que se ve acompañando a CFK cuando sube al improvisado escenario para dar un breve discurso y aconseja ir a dormir a la militancia que la vitoreaba.
Anoche también se lo observó muy cerca de la ex mandataria en momentos en que Fernando André Sabag Montiel, alias “Tedi” apunta sobre su cabeza la pistola Bersa cargada con cinco balas.
Fuentes inobjetables cercanas al ministro Aníbal Fernández le aseguraron a este medio que la decisión de ampliar la custodia de la Vicepresidenta con fuerzas federales tiene dos objetivos: observar cualquier acto extraño en la zona, pero también para evitar incidentes como los que ocurrieron el sábado pasado cuando militantes kirchneristas violentaron el vallado colocado por la Policía de la Ciudad.
En estos momentos las autoridades de Gobierno evalúa la mejor estrategia para evitar que los militantes y personas que admiran a CFK, vuelvan a concentrase, al menos en gran número, en las inmediaciones de Juncal y Uruguay, pero esto aún no está definido.
El refuerzo de seguridad para proteger a la Vicepresidenta fue ordenado por Aníbal Fernández, e informado y consensuado con Alberto Fernández y ella misma. Una vez aprobado, el ministro de Seguridad de la Nación impartió las instrucciones en persona al jefe de la Policía Federal, el Comisario General Juan Carlos Hernández.
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