“La ciudad de Buenos Aires (CABA) tendrá un régimen de Gobierno autónomo con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad”. Así establece la Constitución Nacional, en su artículo 129, la autonomía de la CABA.
Se trata de una disposición agregada en 1994, cuando se modificó por última vez la Carta Magna. La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner -abogada de profesión-, fue una de las 305 convencionales constituyentes que trabajó en aquella reforma.
Sin embargo, CFK dijo ayer que eso “debe ser replanteado’' y sostuvo: “Primero porque la Constitución no habla de autonomía, habla de que se dicte un estatuto y además porque creo que esta ciudad es la ciudad de todos los argentinos”.
Las consideraciones de CFK fueron ayer, durante una exposición en el Congreso con legisladores del Frente de Todos, que la acompañaron para respaldarla luego de la discusión pública acerca del operativo de seguridad desplegado por la Policía de la Ciudad en Recoleta, en la intersección de la casa de la vicepresidenta.
En ese contexto, Cristina no sólo aludió al replanteo de la autonomía de la Ciudad, sino que también señaló el manejo de las fuerzas de seguridad porteñas por parte del Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. Para CFK hay una “policía política” y, en ese eje, lanzó: “Deberíamos replantearnos también el funcionamiento jurisdiccional de cómo se debe ejercer la jurisdicción y cuál es el rol del gobierno federal también en una ciudad como esta”.
Desde el punto de vista constitucional, hay consenso general entre los juristas -tanto en la doctrina como en la jurisprudencia- en relación con la autonomía de la CABA. En diálogo con Infobae, Andrés Gil Domínguez, abogado constitucionalista, señaló que “es un tema saldado desde la reforma de 1994, no hay tal discusión” y concluyó: “Un ente con gobierno, legislación, jurisdicción es un ente autónomo”.
“La Vicepresidenta está enojada con la Constitución y hoy le toca a la Ciudad ser el teatro de operaciones de su vocación por erosionar instituciones democráticas que desafían su noción del poder”, cuestionó en diálogo con Infobae Fernando Straface, secretario General y Relaciones Internacionales del Gobierno de la Ciudad.
Desde que se estableció la autonomía de la Ciudad, el primer Jefe de Gobierno electo fue el radical Fernando De La Rúa. A su vez, De La Rúa fue el primer presidente de la Nación que pasó de la alcaldía porteña a la Casa Rosada, en 1999. El segundo fue Mauricio Macri, en 2015, luego de haber gobernado la Ciudad por dos mandatos consecutivos.
Actualmente, Rodríguez Larreta, que sucedió a Macri en la jefatura de Gobierno, es uno de los candidatos a presidente de cara al 2023. “Cristina le habló al peronismo para advertir que la Ciudad se convirtió en el territorio para posicionar candidatos a presidentes de la oposición”, analizó un dirigente nacional de Juntos por el Cambio en diálogo con Infobae. En ese eje, un referente político del radicalismo consideró que “el kirchnerismo no pudo ganar nunca la Ciudad y están buscando deslegitimar al gobierno porteño con esta especie de golpe blando”.
Desde la oposición entienden que Cristina busca “deslegitimar” la autonomía de la Ciudad con el objetivo de “esmerilar a Larreta y abrir la discusión sobre el manejo de la policía”. Se trata de un debate ya conocido. En esa línea, el politólogo Andrés Malamud consideró que “es un error político de CFK, porque en vez de aprovechar su rol de víctima por el sitio policial de Larreta, le devuelve la gentileza y lo victimiza a él”.
El tira y afloje por el pedido de fuerzas de seguridad propia para la Ciudad empezó a partir de la conocida “Ley Cafiero”, sancionada en noviembre de 1995. Esa ley fue reformada en 2007, luego de un diálogo entre Macri, entonces alcalde porteño, y Néstor Kirchner, cuando aún era presidente. Esa conversación modificó el artículo 7 de la Ley Cafiero y dio lugar a la creación de la Policía Metropolitana.
En 2016, el propio Macri acordó y firmó con Larreta el traspaso de la Policía Federal que cumplía funciones en CABA a la Metropolitana. Con la fusión de los oficiales de ambas fuerzas surgió la Policía de la Ciudad.
El planteo de CFK, inspirado en Chávez y Maduro
Una discusión similar a la que instauró CFK ayer, sobre el “replanteo” de la autonomía de la Ciudad, se dio en Venezuela durante el 2009 y se extiende hasta hoy. Por entonces, el presidente Hugo Chávez desconoció la legitimidad del gobierno de Antonio Ledezma, dirigente opositor al chavismo que había ganado las elecciones en la alcaldía de Caracas.
Tras el triunfo de Ledezma, Chávez impulsó en la Asamblea Nacional la Ley Especial sobre la Organización y Régimen del Distrito Capital. A partir de esa normativa designó a un jefe de Gobierno de Caracas, paralelo a Ledezma, para controlar el distrito.
Ledezma realizó un planteo por el tema ante la OEA. Sin embargo, Chávez sostuvo su posición y creó la figura del “protectorado”. La maniobra consistía en designar a un funcionario leal a Chávez, con el nombre de “protector”, y asignar atribuciones sobre la administración y el manejo de fondos de las alcaldías, en detrimento de los gobernantes electos democráticamente.
La designación de “protectores” fue discrecional y se desplegó en aquellas alcaldías donde el chavismo perdía las elecciones, como en Caracas, Miranda, Táchira o Nueva Esparta. Cuando Nicolás Maduro sucedió a Chávez en el gobierno venezolano replicó el mismo sistema. Es decir, se implantaba un gobernante paralelo, que no era electo.
El año pasado, de cara a las elecciones locales en Venezuela, Maduro eliminó la figura de “protectores” e impulsó la “Ley de Ciudades Comunales”. La normativa dispuso un mecanismo para controlar desde el gobierno central al poder regional y local de las gobernaciones y alcaldías.
La estrategia de Maduro, con la Ley de Ciudades Comunales, apunta a quitar competencias y facultades a las alcaldías, a través de la centralización de la salud, la educación y la seguridad. Desde el punto de vista del diseño institucional, es una medida que atenúa la distribución vertical del poder en un estado. Es decir, retirarle atribuciones a gobiernos provinciales, dotándolos de menor autonomía.
En ese eje, un diputado radical le dijo a este medio que “es una maniobra de Cristina a propósito, porque no pueden ganar democráticamente la Ciudad. Es un planteo unitario”, enfatizó un diputado nacional de la UCR.
Ante la consulta de Infobae, en la sede de Uspallata aseguraron que “por ahora” no analizan judicializar las declaraciones de CFK ni impulsar alguna iniciativa legislativa en ese sentido. Mientras tanto, Larreta ya recogió el guante y salió al cruce: “La Vicepresidenta quiere quedarse por la fuerza con el manejo de la Ciudad y no se lo vamos a permitir”, advirtió el alcalde porteño.
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