El operativo de seguridad del Gobierno porteño frente a la militancia kirchnerista que respalda a Cristina Kirchner reavivó la interna en la oposición y las tensiones ente Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
La presidenta del PRO se diferenció de las decisiones del jefe de Gobierno y durante una recorrida por el Conurbano bonaerense, más precisamente por Adrogué, junto a Florencia Retamoso, aseguró: “No quiero que la gente empiece a decir ‘voy a votar a Juntos por el Cambio, pero van a ser tan debiluchos que les va a pasar lo mismo, los van a sacar”.
En este sentido, aseguró que su espacio debe demostrar que “no nos corre ninguna Cristina” de la esquina de su casa. “Durante nuestro gobierno nos querían correr con el helicóptero, nos tiraron 14 toneladas de piedras y nos fueron debilitando el poder. Por eso yo grito y le digo a Horacio ‘si vas a poner un operativo, ¡bancalo!’”, enfatizó ante vecinos de Almirante Brown, durante una recorrida que llevó a cabo este lunes.
Esta mañana, en un reportaje con Eduardo Feinmann en Radio Mitre, Bullrich insistió en marcar esa diferencia y recordó que el kirchnerismo viene atacando a la Ciudad hace mucho tiempo. ”Nos planean siempre que tenemos poca capacidad para ponernos enfrente los problemas, solucionarlos, gobernar. Por eso es muy importante que mostremos fortaleza”, añadió.
Y aseguró que “la sensación de la gente es que no podemos ponerle límites al kirchnerismo. Existe la idea de que no estamos en condiciones de hacerle frente Cristina Kirchner”.
Bullrich terminó explicitando su disconformidad con la postura negociadora que adoptó Larreta y aseguró que haber negociado los deja inermes. “¿Nosotros podemos, a esta altura del partido, confiar en la palabra del kirchnerismo? Necesitamos tener el carácter para no dejarnos avasallar. En la Argentina que viene no podemos aceptar que nos corran, que nos tomen una fábrica”, enfatizó.
Para la líder del PRO el debate tiene que ver con la necesidad de que el espacio tenga el carácter para no dejarse avasallar. “Esta lógica de la imposición hace que la sociedad se pregunte si Juntos por el Cambio está en condiciones de hacerle frente al kirchnerismo. El PRO tiene que ser una fuerza que ponga centralidad al orden y al poder. Y si dejamos que en la historia quede como que al kirchnerismo nadie se le anima, eso va en contra de nuestra fortaleza”, sentenció Bullrich.
Desde el larretismo aseguran que la postura del jefe de Gobierno fue “terminante”, pero se quiso evitar una tragedia: “Los kirchneristas querían probablemente un muerto en los episodios de Recoleta y teníamos que evitarlo para que quedara en evidencia que los violentos eran ellos”, sostuvieron en la sede porteña de la calle Uspallata. “Si no negociábamos, iba a haber más sangre”, agregaron.
En medio de las críticas de Bullrich a Larreta y las acusaciones cruzadas por ser “funcional al kirchnerismo”, los referentes del PRO mantendrán este martes un almuerzo en un restaurante de la Costanera para intentar limar asperezas y acercar posiciones.
La comida del PRO se anticipó porque a fines de la semana próxima el ex presidente Mauricio Macri viajará al exterior durante 20 días para cumplir con sus tareas de presidente ejecutivo de la Fundación FIFA.
Quizá en el almuerzo surjan también críticas contra la postura ultramoderada del radical Facundo Manes sobre los incidentes en Recoleta: “El fanatismo, el odio y la violencia nos pueden llevar a ser un país inviable”, publicó en Twitter el diputado de la UCR, sin apuntarle a nadie por los hechos.
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