Siete policías resultaron heridos y cuatro personas fueron detenidas este sábado por la tarde durante los incidentes ocurridos en las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner, según informaron fuentes oficiales. El hecho ocurrió cuando un grupo de militantes tiraron las vallas que se habían instalado en la zona, lo que provocó que los efectivos policiales activaran el camión hidrante para dispersar a los manifestantes.
Tres de los arrestados fueron el diputado bonaerense, Matías Molle; el director de Comunicaciones de la AFIP, Fabián Rodríguez; y el dirigente cercano a Máximo Kirchner, Facundo Tignanelli. Los tres fueron liberados cerca de las 19.
Para este sábado, los militantes del Frente de Todos tenían previsto realizar actos en distintas plazas para apoyar a la Vicepresidenta, luego del pedido de 12 años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos que presentó el fiscal Diego Luciani el pasado lunes, en el marco de la causa Vialidad. Sin embargo, todo se canceló debido a que el Gobierno de la Ciudad dispuso un intensivo operativo de limpieza en el lugar que en teoría continuaría durante el resto del fin de semana.
Para llevar adelante las tareas de higienización, realizadas entre la noche de ayer y la madrugada de hoy en los alrededores de la intersección de las calles Juncal y Uruguay, intervinieron unos 20 barrenderos, hidrolavadoras y un camión recolector. Además, -y en este punto es el que se desató la polémica- el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad colocó un vallado perimetral en las calles Juncal entre Paraná y Talcahuano; y Uruguay entre Montevideo y Arenales.
Desde el Gobierno porteño justificaron que el operativo de control y limpieza se dispuso tras “cinco días de acampe, cortes de calles, intentos de hacer fuego, pirotecnia a cualquier hora que estallaban a la altura de los balcones y permanentes situaciones de conflicto que generó grandes inconvenientes para todos los vecinos de la zona y derivó en un notable deterioro del espacio público. Los trabajos se planificaron el fin de semana para que hubiese menos gente y evitar conflictos que inciten a la violencia”.
A raíz de los incidentes en el barrio porteño de Recoleta, donde hubo 5 policías heridos y 4 personas detenidas, “la Ciudad está reorganizando el operativo de control y seguridad dispuesto en Recoleta para evitar una mayor escalada de violencia. Cabe destacar que la única respuesta de las fuerzas de seguridad ante la gran violencia desatada contra ellos fue a través del camión hidrante, utilizando sólo agua”.
“Las manifestaciones fueron pacíficas hasta que un grupo de violentos tiraron las vallas y comenzaron a agredir al personal policial. Lo más grave es que todo esto se dio ante la presencia de muchos dirigentes políticos oficialistas, a quienes les pedimos responsabilidad para pacificar la situación”, agregaron fuentes oficiales.
A lo largo de la jornada la Justicia recibió cuatro presentaciones contra el operativo policiales. Ante ello y frente a la escalada de la violencia, desde el gobierno porteño comunicaron que el ministro de Gobierno Jorge Macri, y su par de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro, se dirigieron al juzgado interviniente “para interiorizarse de la situación y dinamizar el tratamiento judicial”.
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