El procurador interino Eduardo Casal le mandó una carta al presidente Alberto Fernández a raíz de sus dichos contra los fiscales que alegaron en el juicio de la obra pública y sostuvo que implican “una clara perturbación en el ejercicio de sus funciones”.
“Esas expresiones no sólo importan un menoscabo a la independencia y autonomía de este Ministerio Público Fiscal, sino que constituyen una injerencia indebida en el trámite de un proceso por cuya legalidad esta misma Institución también debe velar (art. 120 de la Constitución Nacional), y que al mismo tiempo afecta el principio republicano de división y respeto de poderes”, dice la carta firmada por Casal luego de reunirse con los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola.
Los fiscales Mola y Luciani ya habían sido criticadas duramente por Cristina Kirchner en su exposición desde el Senado, pero anoche, al intentar defender a la vicepresidenta, el presidente habló de “una persecución judicial y mediática” y puntualizó sobre Luciani, quien tuvo a su cargo el tramo más contundente del alegato. Para el Procurador, esa acusación “implica una clara perturbación en el ejercicio de sus funciones (art. 63, inc. c, de la ley 27148) la que, a mi entender, se ve incluso agravada por las referencias peyorativas con que ha calificado su condición profesional”.
La carta, de apenas dos carillas, concluye de manera diplomática: “Convencido de que la adecuada ponderación de las consideraciones precedentes por su elevada investidura contribuirá al fortalecimiento de las instituciones que rigen nuestra vida en sociedad, saludo al señor Presidente con mi más distinguida consideración”.
Casal asumió como procurador general interino en octubre de 2017 cuando renunció como jefa de la fiscales Alejandra Gils Carbó. El año pasado, fue blanco de duras críticas y hasta de denuncias por parte del oficialismo. En ese contexto, el Gobierno lanzó un proyecto para reformar la ley del Ministerio Público que nunca terminó de aprobarse.
En el programa ‘A Dos Voces”, el Presidente también se refirió anoche a la seguridad del fiscal Luciani y y lo comparó con el caso de Alberto Nisman. “Nisman se suicidó, yo espero que no haga algo así Luciani”, dijo Alberto Fernández en ese reportaje. La frase generó un impacto político inmediato, que incluyó un comunicado de la Asociación de Fiscales, una denuncia de la Coalición Cívica, y una respuesta de otros referentes de la oposición como el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri.
Lejos de retractarse, el Presidente salió esta mañana a ratificar sus dichos. “La pregunta no fue sobre la seguridad de los fiscales, la pregunta fue si yo temía que a los fiscales les sucediera lo mismo que a Nisman. Y como la pregunta hablaba de Nisman particularmente, contesté lo que creo: Nisman se suicidó y no encuentro ningún motivo para que eso ocurra con el fiscal”, planteó.
Los fiscales asignados al juicio de la obra pública tienen un refuerzo de la seguridad desde el comienzo de los alegatos. Y luego hubo un nuevo refuerzo en el domicilio de Luciani ante las publicaciones del diario Página 12 que motivaron las recusaciones contra él mismo y dos de los jueces del tribunal oral.
La seguridad de ambos fiscales está a cargo de la Policía Federal. En el caso de Luciani, además de la custodia ambulatoria también tiene personal en la puerta de su domicilio, dijeron fuentes de la Procuración.
“El Procurador ratificó el apoyo institucional que venían teniendo los fiscales y que tienen todo el Ministerio Público Fiscal”, dijo a este medio uno de los participantes del encuentro.