“Me preocupa algo: esto no tiene efecto sobre mí, pero sí sobre el resto de la dirigencia política, porque la disciplina. Los funcionarios tienen miedo de firmar y es natural. Esto disciplina a la clase política para que nadie se anime a hacer dos veces lo mismo”, dijo Cristina Kirchner durante su exposición pública como respuesta a la negativa que hizo para ampliar su declaración en la causa de Vialidad y luego del pedido de condena a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua realizado por los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola en el caso que investiga presuntas irregularidades en la concesión de obra pública a Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz. Los dichos de la Vicepresidenta fueron escuchados con atención por el poder territorial del peronismo en la provincia de Buenos Aires: los intendentes del conurbano, que terminaron coincidiendo en esa preocupación.
Antes de que la ex presidenta haga el descargo desde su despacho en el Senado de la Nación, el día anterior, la dirigencia peronista ya hablaba de cierta gravedad y de las consecuencias políticas que podría traer la efectivización de una condena. El temor principal era y es que “vayan por todos”, como admitió a Infobae un jefe comunal del conurbano.
El mismo intendente aseguró que, más allá de las diferencias, “hay que apoyarla”, y así fue entre la noche del lunes y la tarde del martes. Tras el pedido de presión que realizó Luciani, entidades sindicales, diferentes sectores del peronismo, más o menos cercanos al cristinismo, cerraron filas. Allí asoman los intendentes de la provincia de Buenos Aires y, puntualmente, del conurbano bonaerense, donde la ex jefa de Estado sigue siendo la mejor carta electoral que tiene para ofrecer el oficialismo “hacia arriba”. Los intendentes creen que van a ganar sus municipios, aunque esa seguridad que deslizan flaquea cuando la apuesta sube de estamento, sobre todo nacional.
Pero más allá de una contienda electoral y la posibilidad, o no, de que Cristina Kirchner sea candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones del año que viene, al escuchar a la ex presidenta algunos intendentes vieron materializado su propio futuro interpretando que el pedido de detención de Cristina Kirchner es un mensaje disciplinador puntualmente hacia las entidades sindicales y la dirigencia política peronista.
Hasta el momento, los intendentes no tienen orden de movilizar. Por ahora es todo análisis y medición de costo, a tal punto que en la noche del lunes mientras ocurrían los incidentes en la puerta de la casa de la Vicepresidenta en el barrio de Recoleta se decidió “bajar” una actividad que iba a darse este martes al mediodía en Villa Ballester, San Martín. Se iba a tratar de la entrega de notebooks en el marco del plan Conectar Igualdad. En el distrito del oeste del conurbano se esperaba por la presencia del presidente Alberto Fernández, los ministros Jaime Perczyk (Educación), Gabriel Katopodis (Obras Públicas e intendente en uso de licencia del distrito), el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el intendente Fernando Moreira, entre otros. La actividad se realizó, pero en plan “más local”, con el jefe comunal como protagonista. Pese a que hasta el momento no hay una orden coordinada, algunos intendentes empujan una movilización. “Todos los que nos sentimos en el paragua conducido por Cristina no vamos a dejar que esto pase, va a haber una reacción muy importante del pueblo argentino, esto no les va a salir gratis”, dijo este lunes Mario Secco en declaraciones a Futurock.
El gobernador Kicillof también volvió a la escena mediática para hablar sobre la situación expuesta por Cristina Kirchner con un enfático apoyo. “Cristina puso las cosas en su lugar. Demostró que el lawfare no solo es ataque a los dirigentes del campo popular sino que busca imponer a los dirigentes determinadas medidas económicas, desprestigiarlo para que se pierda la representatividad y sus nombres estén estigmatizados sino que es un sistema de impunidad del macrismo”, dijo en declaraciones a Radio 10
Alberto Fernández, junto al intendente de José C. Paz, Mario Ishii, siguió la exposición desde la Quinta de Olivos. Como dio cuenta Infobae, el jefe de Estado calificó de “espléndido” el discurso de su compañera de fórmula presidencial modelo 2019.
En redes, el apoyo fue total de parte de los intendentes. Hubo un pedido explícito para que el día lunes se pronunciaran en respaldo de la vicepresidenta, bajo el hashtag #TodosConCristina y con flyer particular.
“Con claridad y precisión, Cristina Kirchner ejerció el derecho a la defensa que esta parodia de justicia le negó y demostró el trasfondo de la nueva persecución: disciplinar a quien defienda al pueblo argentino”, publicó el jefe de Gabinete bonaerense e intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, tras el descargo que hizo la vicepresidenta este martes desde el Congreso.
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