La semana previa a la pegatina de afiches contra Cristina Kirchner se registraron 15 llamados entre la mujer que encargó esos carteles y el empleado de la imprenta donde se hizo el trabajo. Aunque pasaron casi cinco meses, esa misteriosa mujer todavía no pudo ser identificada. El mail que utilizaba se dio de baja. Y siempre se comunicaba desde un número desconocido, aunque la Justicia acaba de recibir una nueva pista para investigar.
Una pericia ordenada por el fiscal porteño Mauro Tereszko determinó que el primer contacto entre Francisco Serrano, empleado de la imprenta “Vía Graphic”, y la misteriosa “Micaela Calvo” fue el 4 de marzo, 24 días antes de la pegatina, luego de que un jefe directo, Mariano D’Amato, le reenviara la dirección de mail de esa mujer. “¿Qué cliente es?”, preguntó Serrano. “Dice que es un partido político y es medio picante lo que quiere”, fue la respuesta de D’Amato por WhatsApp, aunque el mensaje aparece como reenviado por otra persona.
¿Detrás de la misteriosa “Micaela” había un partido político o fue una referencia por el contenido político de los afiches?¿Los responsables de la imprenta sabían quién encargó los afiches? La Justicia todavía no pudo responder esas preguntas.
A partir de ese momento, Serrano comenzó una negociación con “Micaela” por el valor y la cantidad de afiches. El 8 de marzo, el empleado le pasó una tarifa de $995.000 por 5000 afiches, muy por encima del valor de mercado. Las comunicaciones se interrumpieron hasta el 15 de marzo. “Volvió el pedido de política, pero con cantidades menores”, le avisó ese día Serrano a D’Amato.
Recién el 21 de marzo, “Micaela” confirmó que iba a encargar 2000 afiches. Serrano alertó otra vez a D’Amato por WhatsApp y luego mandó un mail a varios jefes de la imprenta con el siguiente mensaje: “A imprimir: 2000 afiches, Motivo: Cristina QR, Original: llega en pendrive en un rato. Pago: 60% anticipado, 40% el lunes 28/03. Producción total: $306:552, Exhibición total: $163. 448. A pagarle a Dario Mendez $91.000″.
Ese mismo día, un hombre camuflado con gorra, anteojos y barbijo se acercó hasta la imprenta para dejar un adelantado del dinero y el pen drive con el afiche. “Me dio la impresión que no estaba acostumbrado a manejar este dinero y lo vi tembloroso”, declaró Serrano ante la Justicia. La imagen de ese hombre fue captada por una cámara de seguridad.
Serrano también se encargó de contratar a Darío Méndez y a su hijo, Christian, para realizar la pegatina por distintas calles de la Ciudad en la madrugada del 28 de marzo. Ambos estaban acostumbrados a ese tipo de trabajos, aunque nunca imaginaron las repercusiones negativas. La camioneta de los Mendez fue identificada por las cámaras de seguridad de la Ciudad y horas después fueron allanados en sus domicilios.
El 28 a la mañana, “Micaela” se comunicó temprano con Serrano para reclamarle que no había visto los afiches por la avenida Santa Fe ni por la 9 de julio. El empleado de la imprenta le trasladó el reclamo a Mendez y le pidió fotos que probaban el trabajo.
Antes de mandarle las imágenes que había sacado durante la madrugada, Méndez advirtió que los carteles podrían haber sido tapados por Wallstreet, la empresa de Enrique “Pepe” Albistur, el publicista amigo de Alberto Fernández: “Fran buen día, como andas todo bien? Si, lo que pasa es que anoche salió Wallstreet a pegar, fíjate que en los cosos de Wallstreet estaban pegando, aparte fue un mensaje picante. Habrán salido anoche a tapar por todos lados olvídate. Muy áspero fue ese”.
En otro audio enviado por WhatsApp esa misma mañana, Mendez dio más detalles ante los reclamos del cliente: “Si, vos imagínate que estamos pegando todos los carteles Wallstreet, y debe ser que le llegó la info a Albistur al toque, Albistur es PRO PRO, eh perdon, K K”.
Serrano coincidió con esa teoría: “Sisisi olvídate, totalmente, el tema es que todo lo que no es Wallstreet tendría quedar pegado también, ya sé que igualmente Wallstreet levanta el teléfono y llama a todos los demás proveedores para que vayan a tapar pero, nada es una cagada igual que no haya quedado más impacto en la calle, no sé si lo van a levantar los medios (sic)”.
Albistur nunca habló públicamente de los afiches, pero hizo la denuncia que inició una de las dos causas judiciales.
Pasado el mediodía del 28 de marzo, la noticia sobre los afiches ya estaba en los medios por un tuit del presidente Alberto Fernández que condenaba la pegatina contra la vice. Mendez y Serrano “festejaban” la repercusión mediática y se mandaban capturas de Infobae, Perfil, Clarin y La Nación. “Que funciono funciono. Que locura”, afirmaba Serrano en un mensaje.
A esa altura, Serrano ya sabía que la pegatina iba a tener consecuencias y comenzó a dudar de “Micaela”. Por eso, decidió grabar las conversaciones con otro teléfono. Según las pericias realizadas por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, el 28 de marzo hubo cuatro llamados entre Serrano y la misteriosa mujer, a las 9:10, 11:12, 12:14 y 14:11.
Los audios fueron aportados por Serrano a la Justicia y revelados por Infobae en abril. “Micaela” pretendía acordar la entrega del saldo de dinero.
Finalmente, el dinero lo llevó un remisero el 30 de marzo. El conductor dejó un paquete en la entrada de la imprenta pero estacionó a tres cuadras para no ser reconocido. Por indicación de otro empleado de la imprenta, Hernan Gaya, Serrano lo siguió y sacó varias fotos del vehículo. “Lo seguí, le saqué foto de la patente y me vine corriendo …. onda, asustado de que me persiga”, le contó esa misma tarde a su pareja.
Con las imágenes del auto, un Fiat Palio patente AB927RJ, la Justicia logró identificar al remisero, Emanuel Montiel, quien terminó involucrando a Lilian Melhem (61), una “jubilada” que no tendría vínculos directos con la política. El juez Manuel De Campos ordenó su detención y un allanamiento en su domicilio, pero ninguna de las dos cosas se concretaron. Al día siguiente, la mujer se presentó en Tribunales asesorada por un importante estudio jurídico.
Melhem dijo ser “jubilada”, aunque sigue trabajando como monotributista. Según su sitio web, actualmente se dedica a organizar eventos, asesoramiento de imagen, asistencia ejecutiva y hasta traducción de inglés a castellano. También es profesora de Raja y Hatha Yoga y de otras terapias alternativas.
¿Cuál sería su motivación para escrachar a Cristina Kirchner? En la causa solo hay unas publicaciones en las redes sociales donde lamentaba la muerte de su padres por COVID-19. “Mis padres, la piedra roja...sin palabras, tanto dolor, bronca, impotencia. Quizá aún con la vacuna podrían haber tenido el mismo final, quizá también se hubieran salvado. Mañana festejaría el cumpleaños 93 de papi, y no voy a poder. Encerrados ellos, encerrados todos, x un capricho oportunista de dos diablos mal nacidos que no les importa nadie, sólo ellos mismos”, dice el texto publicado en septiembre del año pasado.
La “jubilada” aportó un teléfono de la marca Samsung y una computadora HP. Aunque ya pasaron casi cinco meses, solo se hizo una copia de esos aparatos. Falta el análisis del contenido.
Al estar partida en dos causas, la investigación avanzó poco y nada. A eso se suma una disputa de competencia entre el juzgado de Manuel De Campos y la justicia porteña para decidir dónde termina expediente. Con los datos que hay hasta ahora, los investigadores sospechan que la voz de “Micaela” no coincide con la de una mujer de 61 años como Melhem.
Cuando la investigación parecía caer en un pozo, la pericia realizada por el CIJ sobre el celular de Serrano arrojó una nueva pista. Con los datos aportados por la empresa Telecom se pudo identificar la línea que utilizó la famosa “Micaela”, terminada en 6681.
Esa línea, llamativamente, estaría registrada a nombre de una mujer con domicilio en la avenida Alvear al 1600, pleno barrio de Recoleta, pudo saber Infobae de fuentes judiciales. En las últimas horas, el fiscal Leonel Gómez Barbella, pidió una serie de medidas para profundizar esa línea de investigación. También reclamó la indagatoria de un empleado de la imprenta donde se hicieron los afiches.
Cristina Kirchner es querellante en esa causa. Quiere saber quién estuvo detrás del “escrache” en su contra. La acusaron de “asesina” y de ser “culpable de 35.000 muertes”.