Una nueva movilización de la Unidad Piquetera trastornó el centro porteño y no arrojó ningún resultado político sobre las demandas que impulsan los dirigentes sociales para los sectores más vulnerables que representan. Los “oídos sordos del Gobierno a nuestra demandas”, como calificó frente a la puerta del ministerio de Trabajo Eduardo Belliboni, el líder de Polo Obrero, derivó en la convocatoria a un nuevo “plenario nacional piquetero para relanzar el plan de lucha después de la reafirmación de la línea ajustadora del Frente de Todos con la llegada de Gabriel Rubinstein como segundo de Sergio Massa al ministerio de Economía”.
Entre las propuestas que se van a votar, los sectores más duros de las organizaciones de izquierda llevarán jornadas de “acampe” o “permanencia” en Plaza de Mayo y la avenida 9 de Julio y cortes y piquetes en accesos, puentes, rutas y avenidas.
Hasta ahora, ninguna de las estrategias que llevó adelante la Unidad Piquetera consiguió destrabar la universalización de programas sociales como el Potenciar Trabajo para para que llegue, al menos, a unos cuatro millones de beneficiarios, y no 1.300.000 como en la actualidad.
Sí, en cambio, obtuvieron bonos y reajustes en algunas asignaciones, pero que quedaron muy atrasadas por los altos índices de inflación. Por esa razón, esta tarde, frente al ministerio de Trabajo de la Nación, a cargo de Claudio Moroni, solicitaron un aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil a 110.000 pesos.
“La última vez que se reunió el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil acordó la miseria de $47.000, un ingreso de indigencia que es además lo que rige las jubilaciones mínimas”, recuerda Belliboni al ser consultado por Infobae y destaca que “ese monto de hambre y miseria es el que recibe una masa enorme de trabajadores, las categorías más bajas de los convenios colectivos de trabajo, el plan Potenciar Trabajo y jubilados que cobran la mínima”.
La concentración en el bajo porteño generó malestar de automovilistas, taxistas y colectiveros que se sorprendieron ante la presencia de miles de personas con carteles y pancartas que solicitaban que se deje de pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y más raciones de alimentos para comedores y merenderos.
Antes de protestar frente a la cartera de Moroni, a las 9 de la mañana, una delegación piquetera se presentó en la puerta de la CGT para dejar una carta en la que se insiste “con la necesidad de un plan de lucha por un salario igual a la canasta familiar apelando a los métodos históricos de los trabajadores como es el paro, los piquetes y los planes de lucha”.
En otro de sus párrafos la misiva destaca: “En momentos en los que un ajuste, vía inflación, tarifazo y un plan de achique del gasto público golpean a los trabajadores y, simultáneamente, se mantienen subsidios a las empresas y el pago de una fraudulenta deuda externa, es imprescindible defender los salarios de los trabajadores”.
La misiva fue recibida en mesa de entrada ya que ningún representante de la principal central obrera del país los hizo pasar para escucharlos de manera personal, cómo ocurrió el 8 de junio, en una reunión considerada como “histórica”, día en que la CGT, a través de la secretaria de Políticas Económicas y Sociales, a cargo de Omar Plaini, recibió al Polo Obrero y a la Unidad Piquetera para escuchar los reclamos de los movimientos sociales de izquierda.
La Unidad piquetera viene de realizar dos protestas masivas: la última, el 17 de agosto, frente a la Casa Rosada y la anterior fue un acampe por 24 horas en Plaza de Mayo. Durante las dos medidas, los reclamos eran los mismo que se escucharon hoy.
Sobre la CGT, Belliboni recordó que los manifestantes se expresaron contra la “burocracia sindical” cantando “adonde esta que no se ve esa famosa CGT” y recalcó: “Nada podemos esperar los trabajadores de esta alianza del Peronismo y la derecha con el FMI, por eso vamos por un paro general y un plan de lucha por un básico de 110.000 pesos”.
La movilización se iba a extender hasta el ministerio de Desarrollo Social, pero se dejó sin efecto ya que Juan Zabaleta anunció que lo recibirá, en audiencia, el jueves 25 de agosto. Allí se debatirá sobre la auditoría al programa Potenciar Trabajo y, entre otros puntos, la entrega de más comida para comedores y herramientas y máquinas para emprendimientos cooperativos.