“Soy un trabajador industrial y el desafío es seguir trabajando por todo un gobierno nacional, popular y peronista” y “como eje central y primordial es poder potenciar el trabajo que dignifica y que hace falta”, fue lo primero que dijo el secretario general de la Federación del Cuero (FATICA) y del Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina (SOCRA), Walter Correa tras haber sido elegido para reemplazar a Mara Ruiz Malec al frente del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
El elegido por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para llevar adelante la gestión de la cartera laboral ante la salida Ruiz Malec -que irá a AFIP- tiene el aval de la vicepresidenta Cristina Kirchner. También, de Máximo Kirchner. “Hablen con Walter”, suele repetir el presidente del PJ bonaerense cuando es abordado por algún tema de corte sindical. El diputado nacional articula con Correa -que además es consejero de la rama gremial dentro del Partido Justicialista- estos temas.
El miércoles por la tarde cuando se conoció que Ruiz Malec pasaría a ser la Directora General de Recursos de la Seguridad Social de AFIP, tras una actividad que compartió con el flamante de titular de la Adminsitración Federal de Ingresos Públicos, Carlos Castagneto, Kicillof empezó a buscar un reemplazo. En ese interín consultó con la vicepresidenta, Cristina Kirchner. Apareció el nombre de Correa, que semanas atrás había estado reunido con la ex mandataria junto a Pablo Moyano (Camioneros), Omar Plaini (Canillitas) y Mario Manrique (SMATA).
El día anterior a su designación, Correa participó de la marcha contra los formadores de precios que organizaron las centrales obreras. “Nuestro Gobierno tiene que saber que todo este colectivo inmenso de trabajadores está para sumarse, comprometerse, y defender la mesa de las y los argentinos”, decía desde la calle. Ahora, el designado ministro, deberá negociar con los gremios. Una tarea que, a priori, asoma amable para un gobierno que no tuvo complicaciones con los principales gremios docentes y estatales, que -en lo que va de gestión- nunca hicieron paro.
El índice de inflación del mes de julio -7,4%- apuró la reactivación de la mesa de monitoreo en la provincia de Buenos Aires. Los gremios venían pidiendo adelantar la cuota de septiembre -a cobrar en octubre-, que implica una suba del 14%, o agregar una nueva cuota para superar el 60% que habían sellado para todo el año. Son varias las consultoras privadas que estiman una inflación a diciembre que rondaría el 90%.
Incluso, esta semana, el propio gobernador admitió el desfasaje en la que entró el cierre paritario en la provincia de Buenos Aires con los números de la inflación. “Evidentemente los datos de inflación que hemos recibido no fueron buenos y desencajaron una paritaria que tenía como propósito, como mínimo, no perder con los precios”, dijo durante una recorrida por Dolores.
En el medio, hubo cambio de ministra de Trabajo. ATE y UPCN por la administración pública y SUTEBA y FEB por los docentes, son los gremios de mayor poder de fuego. Los docentes coinciden en el Frente de Unidad de Docente donde además de SUTEBA y FEB se anotan SADOP, UDOCBA y AMET. La salida de Ruiz Malec y la llegada de Correa causó sorpresa en algunos de los gremios que, sin embargo, le reconocen al nuevo ministro “ser de los nuestros”.
En la reunión que mantuvieron esta semana con representantes del gobierno bonaerense, los gremios docentes, estatales y judiciales no recibieron ningún ofrecimiento puntual de mejora salarial. Deslizaron que esa instancia se daría en los próximos días.
ATE es uno de los gremios más importantes de la administración pública y Correa llega al ministerio para efectivizar el pase a planta permanente de 20 mil contratados. Un logro que el gremio que conduce Oscar De Isasi hizo público tras la reunión con el gobierno. Se concretará sobre quienes hayan sido designados hasta el 31 de diciembre del 2021 y puntualmente el ingreso a planta permanente será sobre 10 mil auxiliares de la educación, 5 mil de la administración central y otros 5 mil de salud.
La decisión del gobierno de Kicillof es abrazada por los gremios, sobre todo porque se da en el marco de la ratificación del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, de congelar el ingreso de la planta del Estado para todos los sectores de la administración pública nacional centralizada, en la búsqueda del ordenamiento fiscal. Si bien la medida del nuevo ministro que había sido lanzada por su fugaz antecesora, Silvina Batakis, aplica al gobierno nacional, el propio ministro había dicho que esperaba que los organismos descentralizados y las provincias siguieran el camino.
Correa llega así con un terreno allanado por Ruiz Malec en la relación con los gremios, pero con una realidad que empuja al mejoramiento salarial. Dijo que el ofrecimiento al cargo lo sorprendió. Al contar con el respaldo político necesario aceptó. Desde este jueves mantiene reuniones diarias con su antecesora. Sucede que desde el día de su presentación y hasta este sábado se realizó en Mar del Plata el Primer Congreso Bonaerense de Derecho del Trabajo. Correa fue quién cerró el evento que venía organizando Ruiz Malec y su equipo.
“Le quiero agradecer como laburante a mi compañera ministra de Trabajo, no solamente por todo lo que ordenó en la estructura, sino que tuvo la capacidad, el coraje, la voluntad que después de haber ordenado todo eso ir al territorio, juntarse con los compañeros, con las compañeras, abrir delegaciones. Entender la lógica del territorio bonaerense. Nosotros cuando vimos esta impronta de nuestra compañera ministra entendimos esa entidad y orgullo de ser bonaerenses porque nuestro Estado estaba a la vuelta de nuestras fábricas y eso lo logró la compañera Mara”, cerró el Congreso Correa. En La Plata admiten que Ruiz Malec “deja la vara alta” y que Correa “deberá estar a la altura”.
SEGUIR LEYENDO: