El presidente de Francia, Emmanuel Macron, miró al embajador argentino en aquel país —Leonardo Costantini— y en pocos segundos no solo le agradeció su presencia en el evento por la conmemoración de los ciudadanos locales que fueron parte de la resistencia en el pueblo de Bormes-les-Mimosas durante la Segunda Guerra Mundial, también reivindicó a los argentinos que combatieron por las fuerzas aliadas en el marco de aquel conflicto bélico. Además, el mandatario dedicó unas palabras para recordar al corsario francoargentino Hipólito Bouchard por su rol en la Independencia de Argentina y recibió un regalo por parte de representantes de la Fragata Libertad, que pasó durante la última semana por el puerto de aquella localidad.
Todo ocurrió ayer en el pueblo ubicado en la Costa Azul francesa. Allí, el mandatario local encabezó el acto oficial para recordar a los Maquis, como se denominó a los ciudadanos locales que defendieron el pueblo en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Bormes-les-Mimosas tiene 7500 habitantes y, además, posee una plaza con un monumento dedicado a Bouchard. En definitiva, es el pueblo francés que celebra el 9 de Julio y rinde honores a un héroe de nuestra Independencia.
“Gracias a usted, señor embajador de Argentina, por estar entre nosotros hoy”, comentó Macron en un pasaje de su discurso. “Usted encarna con su presencia esta fraternidad de los pueblos en la conquista de su libertad”, agregó el mandatario.
Luego, en relación a ese vínculo entre los países, planteó: “Hace ya algo más de dos siglos, un oriundo de Bormes, a quien el Intendente (François Arizzi) acaba de evocar, Hippolyte Bouchard, ¿no se convirtió acaso en uno de los héroes de la guerra de Independencia de la Argentina?”. Luego, destacó: “Y hace 78 años, 4000 argentinos, ¿no eligieron acaso enrolarse con las Fuerzas Aliadas, contribuyendo así a reconquistar la libertad de Francia y de Europa?”.
El buque escuela fragata ARA Libertad zarpó el miércoles pasado del puerto de Toulon (Francia) y puso proa hacia Cádiz (España), último puerto europeo que visitará en el marco del 50º Viaje de Instrucción, pero antes de partir dejó un presente para el presidente francés, que a su vez fue entregado al mandatario por representantes de la Armada Argentina y el propio embajador.
En este contexto, se le hizo entrega a Macron de un cuadro con la obra del pintor argentino Walter Di Santo. En ella, según le precisó el propio Director General de Educación de la Armada —Marcelo Tarapow— a Infobae, el artista planteó cuatro aristas: el mascarón de proa de la Fragata, que es una mujer que representa la libertad; la imagen de la Libertad de la famosa pintura del artista francés Eugène Delacroix; soldados franceses y, por último, civiles locales que constituyeron la resistencia en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
El óleo quedará en El Fuerte Le Bregançon, histórica residencia de verano de los presidentes de Francia. Sucede que ese lugar, que se encuentra en una isla frente a la costa, pertenece a la comuna de Bormes.
Hipólito Bouchard, vale recordar, nació en Bormes —un pueblito cercano a Saint Tropez— el 15 de enero de 1780. En esa localidad, todos los 9 de julio desde 1983 se canta el himno argentino junto a su busto, en la plazoleta que lleva su nombre, por todo lo que hizo en la Argentina.
Cuando llegó a Buenos Aires por 1809 ya había peleado en el mar por su país natal. En 1811 fue uno de los protagonistas de la incipiente escuadra patriota que se había formado con lo que se pudo. Incorporado al Regimiento de Granaderos a Caballo, su papel en el combate de San Lorenzo le valió que la Asamblea del Año XIII le otorgase la ciudadanía. En 1812 se había casado con María Norberta Merlo Díaz, una porteña hija de un marino veterano de Trafalgar. Pobre María Roberta, conviviría poco con ese francés y una de sus hijas nunca lo conocería.
En septiembre de 1815 obtuvo la patente de corso, con la que comandó la corbeta “Halcón”, y con la que haría campaña junto al almirante Guillermo Brown. Como ayudante de piloto, nombró a Tomás Espora, un joven marino de 15 años que haría historia.
Nuevamente en Buenos Aires, se propuso otro viaje: el de dar la vuelta al mundo y hostigar a los buques españoles que se le cruzasen en el camino. Así, en sociedad con el armador Vicente Anastasio Echeverría, puso en condiciones a “La Argentina”, un buque de 34 cañones, de los calibres que pudo encontrar en una Buenos Aires económicamente exhausta. Reunió 180 hombres, entre marinos e infantes.
El 27 de junio de 1817 zarpó de la Ensenada de Barragán y, entre sus papeles, llevaba varias copias de la declaración de la Independencia. A Bouchard también se lo recuerda por una increíble hazaña: fue el responsable de que California fuera argentina por una semana.
Un 24 de noviembre de 1818 flameó la insignia patria en el fuerte de Monterrey gracias a la intrepidez del capitán quien, con patente de corso en Buenos Aires, fue el terror de los barcos españoles en todo el mundo
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