“Empatía” es el slogan que Facundo Manes comenzó a utilizar hace algunos meses en sus recorridas por el interior del país pero, además, es el “movimiento”, según describen sus armadores a Infobae, con el que busca sumar a ciudadanos no-militantes a su campaña electoral, que ayuden a incorporar “masa crítica” al espacio. ¿El objetivo? Lograr una “mayoría social” que le permita “saltar el laberinto” de la polarización política que encabezan Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Pero, además, quiere diferenciarse del PRO - principal aliado de la UCR dentro de Juntos por el Cambio- a quien le atribuye la responsabilidad de las políticas implementadas en el último gobierno. “La UCR no gobernó entre 2015 y 2019″, suele repetir el neurólogo.
Desde su ingreso a la política, Manes logró captar dentro de la UCR el descontento de los dirigentes heridos y enojados con el PRO. En la última Convención Nacional, donde su hermano Gastón fue elegido presidente, una parte importante de los asistentes mostró su malestar por el rol que ocupó el partido centenario durante la gestión macrista. “No quiero que la derecha me marque la agenda de gobierno”, lanzó uno de los portavoces en ese momento.
Sin embargo, Manes entiende que para ganar la próxima elección e imponerse al sector amarillo no le alcanza con el apoyo de un partido ni una coalición dividida. Es por eso que trabaja, junto a un nuevo equipo estratégico de comunicación, en una campaña electoral federal y una convocatoria ciudadana bajo el lema “Empatía”. De hecho, ya existe una página donde los ciudadanos pueden inscribirse y sumarse a las acciones en redes sociales, compartir folletos en sus ciudades, lugares aledaños y sus propias viviendas.
En números, los armadores buscan conseguir 100 mil voluntarios con las recorridas que Manes encabezará hasta el 30 de septiembre: un total de 24 provincias, 69 ciudades, 7 regiones. En esa misma fecha planeará una segunda vuelta de visitas. La condición para realizar los actos es que sean es espacios públicos, en particular, plazas. Creen, según confesaron a este medio, que los teatros o locales condicionan la convocatoria de los vecinos que buscan: los no-militantes. “Los boinas blancas de cada lugar llegan en grupo y se acomodan adelante, pero de a poco se van sumando los ciudadanos independientes y terminan protagonizando la escena. Así se incorpora masa crítica”, detallaran en el entorno del neurocientífico.
Hasta el momento, lograron más de 20 mil voluntarios en todo el país, con mayor convocatoria en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y el territorio porteño. Según los datos que analizan, Manes tiene mayor adhesión entre los empleados públicos, comerciantes, educadores y trabajadores de la salud, en especial, en mujeres. También encuentra mayor representación en la generación X (nacidos entre 1965 y 1981), asalariados de clase media y baja.
“Lejos de la coyuntura”. Discursivamente, Manes trata de alejarse de los temas coyunturales y evita pronunciarse con fuertes críticas al Gobierno, como sí lo hacen sus compañeros de Juntos por el Cambio. Sólo se pronunció - de forma sutil - durante los últimos cambios de Gabinete y la crisis económica: “Por ahora los anuncios lucen como medidas sueltas que no están integradas en un programa de estabilización”. Ese accionar también responde a una estrategia: el diputado radical con aspiraciones presidenciales piensa que puede representar a los argentinos que ya no se sienten identificados por los dirigentes actuales y que creen, además, no hablan de los problemas que los afecta en su vida cotidiana.
Para la difusión de los actos incorporaron artistas urbanos que se dedican a diseñar los mensajes en la cartelería que utilizan para difundir las ideas y lemas de campaña. Además, apuestan a los influencer locales para llegar al público más joven, en definitiva, el más codiciado por todos los espacios.
¿Empatía es un espacio que le permitiría a Manes romper con Juntos por el Cambio? La respuesta, al menos la que brindaron en su entorno a este medio, es negativa. Sus armadores insisten en que no se trata de un partido político, sino de un “movimiento social” que busca incorporar ciudadanos, pero con la UCR como base de esa construcción. Además, uno de los principales objetivos para el 2023 es conseguir “outsiders” que puedan ser candidatos en todas las provincias y municipios.
De todos modos, el movimiento que más alerta a sus aliados de Juntos por el Cambio no es “Empatía”, sino su acercamiento con Juan Schiaretti y la posibilidad de que se cree una alianza que perjudique la elección de Córdoba y que los divida, aún más, para los comicios nacionales.
En el entorno de Manes reconocen que ambos comparten el deseo de “construir una nueva mayoría”, un “espacio multipartidario” que sirva para cambiar la lógica Cristina-Macri. De hecho, consideran a Schiaretti como un “personaje clave” para el armado electoral del año que viene y aseguran que ambos mantienen un diálogo fluido y sin intermediarios. “Hay respecto mutuo y coincidencias sobre lo que hay que hacer en la Argentina que viene”, reconoce el neurólogo con sus allegados.
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