(Enviado especial). En el tercer piso del hotel JWMarriot de Bogotá, adonde coincidieron para participar mañana de la asunción presidencial de Gustavo Petro, Alberto Fernández y Santiago Cafiero se reunieron con Juan González, el asesor de Seguridad Nacional de Joseph Biden para América Latina. El encuentro se extendió por una hora y sirvió para repasar la relación bilateral y analizar la crisis global causada por la pandemia y la guerra ilegal de Rusia contra Ucrania.
No es la primera vez que el Presidente y el consejero de Seguridad Nacional se reúnen para tratar la agenda común y la situación en el mundo. Ya había sucedido en Olivos cuando González llegó a almorzar y Alberto Fernández estaba en cuarentena por el COVID-19. En esa oportunidad dialogaron a la distancia, y ataron una buena relación personal.
González es de origen colombiano, le gusta el fútbol y es el nexo cotidiano entre la Casa Rosada y el Ala Oeste de la Casa Blanca. De hecho, González adelantó a Jorge Arguello -embajador argentino en Washington- que la visita oficial a Estados Unidos se postergaba porque Biden había dado positivo de COVID-19.
Alberto Fernández aprovechó la ocasión para describir su perspectiva sobre la agenda global y alertó sobre el impacto negativo que tuvo la pandemia en la salud mental y la representación política. El jefe de Estado considera que el COVID-19 causó un hartazgo generalizado -que se observaría en la demanda constante de pasajes para las vacaciones- y un hastío institucional que puede erosionar al sistema democrático global.
En este contexto, Alberto Fernández siempre pone como ejemplo la situación política de Italia y la caída de Mario Draghi, como primer ministro. El presidente considera que Draghi es uno de los dirigentes más reconocidos en Europa, que la crisis lo arrastró al llano y que en las elecciones de septiembre puede triunfar la candidata neofascista Georgia Meloni.
González compartió la perspectiva de Alberto Fernández y citó una encuesta que sorprendió al jefe de Estado y al canciller Cafiero: Donald Trump, en estos momentos, tiene una alta intención de votos frente al partido Demócrata.
El presidente comentó a González sobre las medidas económicas que anunció Sergio Massa y ratificó su decisión política de respetar las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El consejero de Biden conoce a Massa -estuvo en su casa comiendo un asado- y se hizo hincha de Tigre a instancia del titular del Palacio de Hacienda.
González ratificó a Alberto Fernández que Estados Unidos continuará apoyando a la Argentina en el board del FMI, un dato clave cuando se acerca la segunda revisión de las metas acordadas por Martín Guzmán con Kristalina Georgieva.
El ministro Massa tiene previsto un viaje a DC para encontrarse con Georgieva en su despacho del Fondo. Y la definición de González permite pronosticar que habrá segundo desembolso del FMI, pese a un relativo incumplimiento vinculado a las reservas del Banco Central.
Cuando se acercaba la hora de reunión, Alberto Fernández, Cafiero y González analizaron la actual crisis económica causada por la guerra ilegal de Rusia contra Ucrania. El Presidente insistió con su programa regional basado diseñar una estrategia comercial que permita a América Latina abastecer alimentos a todos los países del mundo.
Antes de marchar hacia otro cónclave diplomático, el consejero González ratificó al Presidente que continúa vigente la reunión bilateral con Biden en Washington. El líder demócrata aún está contagiado de COVID-19 y su agenda internacional se postergó hasta nuevo aviso debido a su forzado aislamiento sanitario.
Si no fallan los cálculos de la Casa Blanca, Alberto Fernández ingresará al Salón Oval a comienzos de septiembre.
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