Corrían las últimas horas de Silvina Batakis como ministra de Economía de la Argentina. Su reemplazo, Sergio Massa, ya había sido anunciado por lo que su actividad como tal quedaba reducida a esperar los nombramientos y mudarse del principal despacho del Ministerio de Economía al principal del Banco Nación.
Pero en ese lapso de tiempo que le quedaban como ministra, Batakis tomó un avión y viajó a Santa Cruz para reunirse con la gobernadora Alicia Kirchner con quien hizo uno de sus últimos actos administrativos y firmó una adenda del contrato para la construcción de dos represas en la provincia patagónica.
Batakis voló a Río Gallegos por instrucción del presidente Alberto Fernández, que en su viaje oficial a Beijing prometió al líder de China Xi Jinping que haría lo necesario para construir las dos centrales hidroeléctricas, y firmó una adenda del contrato original que destrabó la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic por un monto que no sería menor a los 5.000 millones de dólares.
A partir de esto, que se dio a conocer por una nota publicada por Infobae el pasado 3 de agosto, la diputada del PRO Karina Bachey presentó un proyecto de Resolución en donde se le solicita al Ejecutivo información respecto de esta operación.
“Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional (PEN) que informe a través del organismo que corresponda y sobre todo bajo la órbita del Ministerio de Economía de la Nación, en los términos del Artículo 100°, Inciso 11 de la Constitución Nacional y del Artículo 204° del Reglamento Interno de esta Cámara, acerca del endeudamiento de Argentina recientemente consolidado por Silvina Batakis con China, por un monto de al menos 5.000 millones de dólares para la construcción de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz”, detalla el proyecto.
La diputada Bachey firma el pedido de información y la acompañan sus colegas de banca Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal, Héctor Stefani, Ingrid Jetter, Laura Rodríguez Machado, Soledad Carrizo, Gabriela Brouwer De Koning, Germana Figueroa Casas, Soher El Sukaria, Mercedes Joury, María Lujan Rey, Claudio Poggi, Marilú Quiroz y Alberto Asseff.
En los fundamentos, que toma el artículo de Infobae como referencia y copia varios párrafos, la legisladora dice que “el viaje de la ministra a Santa Cruz, la firma de la enmienda —que suma al monto original más de 300, millones de dólares— y la oportunidad estratégica que se le concede a China demuestra que el Gobierno no tiene una hoja de ruta que contemple en simultáneo su agenda doméstica y los distintos hechos geopolíticos que suceden en el mundo”.
Las represas patagónicas son consecuencia de un acuerdo entre la Argentina y China Development Bank, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China Limited, que aportaron 4.714 millones de dólares a través de un contrato que se firmó en agosto de 2014 y se enmendó en enero de 2015.
Ese acuerdo sucedió en épocas de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, y ella decidió que las centrales se llamaran Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Las obras civiles están en manos de Hidrocuyo Sociedad Anónima y Electroingeniería —una compañía cercana a la familia Kirchner—, mientras que China Gezhouba Group Company Limited, aportaba su propia tecnología hidroeléctrica.
Mauricio Macri dispuso en octubre de 2017 que las centrales regresaran a sus nombres originales —Cóndor Cliff y La Barrancosa—, y juró a Xi que se iban a cumplir los contratos en tiempo y forma. Pero la crisis económica del 2018, sumado a sucesivos deslizamientos de tierras que causaron una profunda grieta en la central La Barrancosa (antes Néstor Kirchner), atrasaron la obra inevitablemente.
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