Otra vivienda ubicada en la paradisíaca Villa Mascardi, a 35 kilómetros de Bariloche, fue destruida por un incendio que habría comenzado de forma intencional y los vecinos no tardaron en acusar a los integrantes de la autodenominada comunidad mapuche que está asentada en la zona como responsable del siniestro.
A pesar de que no se hallaron panfletos de reivindicación ni leyendas, los moradores de la zona sustentan sus sospechas en un antecedente lamentable: ya fueron incendiadas alrededor de doce estructuras, entre públicas y privadas, en el mismo sector.
El incendio comenzó a las 2 y 30 de la madrugada de este lunes y más de 30 bomberos voluntarios trabajaron durante varias horas para extinguir las llamas, que provocaron daños en el 80 por ciento de la estructura. “Técnicamente las pérdidas fueron totales” dijeron desde uno de los cuarteles intervinientes.
La cabaña Los Radales, propiedad de una familia de Buenos Aires, estaba bajo custodia del cuidador quien no estaba en la ciudad cuando se produjo el siniestro.
El predio es lindero a La Cristalina, una de las primeras propiedades que fue vandalizada por integrantes de la comunidad Lafken Winkul Mapu, que se autopercibe mapuche a pesar de carecer documentación que así lo avale.
Diego Frutos, propietario de La Cristalina, contó que “no había panfletos ni leyendas de adjudicación, aunque en ninguno de los incendios de Villa Mascardi los hubo. No es un indicador”.
Fuentes con acceso a la causa, confirmaron que los peritos criminalísticos detectaron la presencia de un candado que había sido vulnerado, ubicado en la parte trasera de la estructura.
“Tras detectar el candado vulnerado, seguimos trabajando para detectar elementos que puedan servir como evidencia. Bomberos, por su parte, realizará un informe para determinar si se hallaron líquidos inflamables, envases u otro material de relevancia para la causa” informaron fuentes oficiales.
La cabaña, en 2020, fue blanco de otro intento de incendio intencional, ocasión en la que también sufrió daños y tuvo que ser sometida a varias reformas. Ese episodio ocurrió el 1 de abril, en simultáneo con otros incendios intencionales atribuidos a la misma agrupación mapuche.
“Ya se quemaron al menos 12 estructuras en Villa Mascardi, además del tendido de energía eléctrica, máquinas viales e incluso vehículos de particulares. Hubo micros y camiones apedreados. No hay casualidades, los responsables se hacen llamar mapuches aunque no hay un solo papel que demuestre que lo sean” dicen los vecinos de la zona.
La puja con la comunidad viene desde 2007, cuando unas 30 personas usurparon dos predios pertenecientes a la Administración de Parques Nacionales y desde ese lugar avanzaron hacia las propiedades linderas.
Una propiedad perteneciente al Obispado de San Isidro, otro de Gas del Estado y varios pertenecientes a privados sufrieron daños totales producto del accionar vandálico de la misma agrupación.
El último episodio similar ocurrió hace diez días cuando dos encapuchados ingresaron a un complejo turístico ubicado en Los Repollos, a pocos kilómetros de El Bolsón, donde intentaron provocar un incendio que no prosperó.
El propietario del lugar sufrió severas quemaduras al manipular un colchón envuelto en llamas, que había sido rociado con combustible por los atacantes.
Los agresores, que efectuaron detonaciones con un arma de fuego antes de huir, dejaron un escrito en el que adjudicaron el ataque a la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), liderada por el prófugo Facundo Jones Huala.
Otro hecho
El mismo destacamento policial que intervino en el incendio de esta madrugada, había recibido horas antes la denuncia de una familia procedente de Buenos Aires que fue víctima de un hecho delictivo, cuando estacionó su vehículo frente al asentamiento de la misma comunidad.
El denunciante aseguró que estacionó su rodado en el kilómetro 2006 de la ruta 40, frente al lugar donde está la comunidad Lafken Winkul Mapu, y al regresar el vehículo había sido desvalijado.
El hombre aseguró que los autores sustrajeron prendas de vestir, mochilas, dispositivos electrónicos e incluso un equipo de snowboard.
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