Organizaciones sociales y grupos piqueteros volvieron a marchar contra el Gobierno Nacional exigiendo más planes y la implementación del Salario Básico Universal (SBU), entre otros reclamos. La concentración en el Obelisco ya era masiva poco antes del mediodía. Luego los manifestantes continuaron hacia la Plaza de Mayo, donde permanecieron hasta alrededor de las 15:30, momenton en el que lentamente comenzaron a desconcentrarse.
Desde las 10 de la mañana, la Unidad Piquetera, por un lado, y las organizaciones que conforman la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), por el otro, comenzaron su manifestación para exigirle a la administración de Alberto Fernández cambios en la política social y económica.
Esteban “Gringo” Castro, secretario de la UTEP, habló con TN sobre los reclamos de las organizaciones y precisó que “se piden $15.000 complementarios”.
Por su parte Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, dialogó con radio La Red y dijo que en su movimiento no están de acuerdo con el Salario Básico Universal (SBU), al considerar que “es un nuevo plan”.
Silvia Saravia, coordinadora nacional del Movimiento Barrios de Pie, utilizó su cuenta de Twitter para enfatizar el reclamo de su organización. “La Plata no alcanza, los alimentos no llegan a los comedores y no tenemos noticias de las herramientas prometidas para nuestras cooperativas. El gobierno mira para otro lado. ¡Nosotrxs seguimos en la calle!”, rezó el mensaje de la dirigente social.
“Estamos realizando esta asamblea para definir nuevas medidas de acción. De las cuatro propuestas y reclamos que le hicimos al Gobierno -SBU, aumento de emergencia para activos y jubilados y aumento de salario mínimo, vital y móvil-, lo único que nos otorgó es el cuarto pedido, de un aguinaldo para los beneficiarios del salario social complementario, que son 1.200.000 trabajadoras y trabajadores. Pero eso es insuficiente”, consideró por su parte Hugo Godoy, secretario general de ATE, durante un reportaje para la TV Pública.
Los manifestantes se concentraron en puntos céntricos de la Ciudad de Buenos Aires y avanzaron hacia Plaza de Mayo, bajo las consignas de “trabajo genuino, aumento de los montos y cupos de los planes sociales, bolsones de alimentos y asistencia económica para familias de desocupados y jubilados”, entre otras.
En tanto, Manuela Castañeira, dirigente nacional del Nuevo MAS, consideró: “La persecución que sufren los movimientos sociales es un intento del gobierno nacional de desmovilizar a las organizaciones sociales independientes. Rechazamos el intento de criminalizar la pelea contra la desocupación y el hambre”.
Y agregó: “La enorme crisis económica, política y social que se vive en el país no tiene solución con el plan de ajuste del FMI que lleva adelante el gobierno nacional. Son necesarias medidas anticapitalistas que afecten a los poderosos y que den solución a las necesidades de los trabajadores ocupados y desocupados”.
Asimismo, algunos grupos se movieron hacia el Ministerio de Economía para trasladarle el reclamo a Silvina Batakis, a quien le exigen el pago de “un bono de 20 mil pesos a los jubilados que cobran la mínima, a quienes tienen monotributo de las categorías A y B, y a los que cobran el Potenciar Trabajo”.
Las protestas se dieron en medio de la agudizada crisis económica y luego de que el Presidente anunciara un bono de 11 mil pesos para los más de 1.300.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo. “La medida, aunque insuficiente, es una primera victoria del movimiento piquetero combativo contra el ajuste”, interpretó el referente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni.
Desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Juan Grabois, también celebraron la medida, al igual que otras organizaciones que, de todas formas, habían ratificado la movilización de este jueves. El propio Grabois, “Gringo” Castro, Hugo Yasky, y Dina Sánchez, entre otros dirigentes que forman parte de la oficialista UTEP, alineada con el Gobierno, también volvieron a las calles para insistir con el Salario Básico Universal.
La jornada fue la tercera de un plan de lucha que comenzó el 13 de julio con más de 450 asambleas en todo el país y que continuó el 20 de julio con concentraciones en las principales rutas del país cuyo epicentro fue el Puente Pueyrredón en Avellaneda.
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