A casi dos meses de haber dejado el Ministerio de Desarrollo Productivo tras criticar a la vicepresidenta Cristina Kirchner, Matías Kulfas reapareció en una nueva faceta, la de artista, acompañando con la guitarra a su esposa, la cantante mexicana Yamina del Real.
El ex funcionario nacional se presentará con su grupo, “Yamina del Real y sus Matías”, el próximo 28 de julio en la sala Torquato Tasso, ubicada sobre la calle Defensa al 1575, en el barrio porteño de San Telmo, para interpretar varias “rancheras deconstruidas”.
De acuerdo con una gacetilla del evento, a la que accedió Infobae, la pareja del economista es una reconocida artista, activista y fotógrafa conceptual, que desde hace cuatro años se dedica a reinventar algunas de las canciones más conocidas de este género musical, muy popular en México, con nueva “interpretación y a veces pequeños cambios en las letras”.
Entre las más reconocidas piezas de su repertorio están “Fallaste corazón”, “Te solté la rienda”, “Gritenme piedras del campo”, “Rata de dos patas”, “Cucurrucucú”, “Volver, volver” y “Piensa en mí”, entre muchas otras.
“Llegamos a este mundo para ser amados, y todo lo que hacemos es para que nos quieran”, explicó la cantante, quien además de por su marido, estará acompañada también por el también guitarrista Matías Albamonte, completando el trío.
Del Real asegura que “no reniega ni de sus raíces, ni de estas canciones”, como así tampoco “del machismo evidente en algunas de ellas”, ya que “reconoce que son parte de la cultura mexicana con la que han crecido muchas generaciones”, pero “no se conforma, cuestiona y se apropia de ese discurso”.
Por su parte, se trata de una de las primeras veces que Kulfas vuelve a presentarse en público, aunque esta vez en un rol muy distinto al que solía ocupar cuando integraba el Gabinete del presidente Alberto Fernández, del cual se alejó en medio de internas oficialistas.
En una reciente entrevista en el Canal de la Ciudad, que brindó junto a su banda, el economista contó que toca la guitarra “desde los 14 años” y su esposa aseguró que él “toca mejor” que el jefe de Estado, con quien compartieron “alguna zapada”.
El ex ministro renunció luego de que trascendiera un off, supuestamente enviado desde su cartera, en el que se acusaba a funcionarios cristinistas de armar el pliego de licitación del Gasoducto Néstor Kirchner “a la medida de Techint”, lo cual motivó el enojo de la vicepresidenta.
Por Twitter, y sin nombrarlo, Cristina Kirchner lo acusó de haber orquestado una operación política en su contra: “Muy injusto y, sobre todo, muy doloroso que este tipo de ataques lo ejecuten funcionarios del propio gobierno del Frente de Todos. Lo peor de todo: sin dar la cara, en off, mintiendo y utilizando periodistas. Con errores y aciertos, siempre hablé y actué de frente. Penoso.”, manifestó.
Al dejar su cargo, que luego fue ocupado por el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, Kulfas envió fuertes mensajes políticos hacia sus adversarios internos a la vez que dejó definiciones económicas con críticas hacia el manejo de las áreas en manos del kirchnerismo.
“El segundo desafío era salir del desquiciado sistema de subsidios a la energía que rige en nuestro país desde hace dos décadas, el cual tiene un enorme costo fiscal, es socialmente injusto, centralista, anti federal y pro rico. Como peronista me avergüenza cada día que pasa en el que el Estado argentino subsidia la energía de hogares acomodados de la ciudad de Buenos Aires o la zona norte del gran Buenos Aires, hogares que no necesitan, no solicitan ni valoran esos subsidios. Era imprescindible racionalizar este sistema, realizando adecuaciones tarifarias que tuvieran en cuenta la crisis de ingresos de los hogares, pero dotándola de progresividad distributiva. Lejos de ellos, el equipo de la Secretaría de Energía, que se fuera desplegando desde los entes reguladores, no hizo más que alimentar este sistema nefasto de subsidios”, escribió en su carta de renuncia.
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