Juan González, asesor de Seguridad Nacional de Joseph Biden, discó urgente el celular de Jorge Arguello, embajador argentino en Estados Unidos. González y Arguello tienen excelente relación diplomática y ambos preparaban la agenda que Alberto Fernández pensaba cumplir en Washington. El consejero de seguridad del líder demócrata le anunció al embajador Arguello -antes del comunicado oficial de la Casa Blanca- que Biden estaba contagiado de COVID-19.
Arguello escuchó en silencio el anuncio de González y a continuación pregunto si el contagio de Biden implicaba cancelar la cita bilateral. González contestó que el encuentro entre Biden y Alberto Fernández no estaba en juego, y que no se podía descartar ninguna alternativa. Es decir: mantener la reunión de trabajo en pie o suspender hasta que el presidente de Estados Unidos recibiera el alta médica.
“Me llamó González y me anticipó la situación médica de Joseph Biden”, dijo el embajador Arguello desde Washington. Y agregó: “Me pareció un buen gesto, que demuestra las relaciones entre ambos países.
-¿Alberto Fernández se enteró de la situación en Asunción, adonde llegó para participar de la Cumbre del Mercosur?-, preguntó Infobae.
-No, antes. El Presidente estaba en el avión en Buenos Aires cuando le conté la novedad. Me pidió que le transmitiera al presidente Biden su pronta recuperación.
-¿Y ahora cómo queda la agenda del viaje a Estados Unidos?
-La Casa Blanca tiene su propio protocolo médico, además de las normas generales. Hay que esperar. Lo que si sé, porque me lo adelantó el consejero González, que no hay cancelación.
-Entonces, ¿puede haber una postergación?
-Exacto. Puede haber una postergación por motivos médicos, o al final, la Casa Blanca puede anunciar que la bilateral continúa como estaba previsto, el próximo 26 de julio en Washington.
El protocolo oficial en Estados Unidos indica 5 días de cuarentena, y otros cinco días con uso obligatorio de máscara. Pero la Casa Blanca tiene reglas específicas cuando se trata del Presidente y puede ocurrir que se extiendan los plazos. De hecho, Biden es un paciente con edad avanzada y eso puede implicar una mayor cantidad de días aislado.
Alberto Fernández tenía previsto volar a DC este domingo a la noche, pasar apenas cuarenta horas en la capital de los Estados Unidos y regresar sin demoras a Buenos Aires. El Presidente entiende que su encuentro con Biden es en el formato “reunión de trabajo”, y que no tenía sentido sumar otros encuentros durante su primer viaje oficial a Washington.
A esa perspectiva presidencial se debe sumar la crisis financiera que ya ha puesto al dólar blue cerca de los 340 pesos, y el Riesgo País en niveles inéditos para la historia económica de la Argentina. En este contexto, el jefe de Estado necesita estar en Buenos Aires para tratar de contener una compleja situación en los mercados que ha puesto en jaque a la ministra Silvia Batakis y sus recientes medidas económicas.
La Casa Blanca informará al gobierno argentino en las próximas 48 horas. Todo depende de la salud de Biden: si recibe el alta médica antes del 26 de julio, habrá encuentro con Alberto Fernández. Pero en caso contrario, la administración demócrata deberá fijar otra fecha tentativa.
Biden tiene por delante las elecciones de medio término en noviembre, y con el correr de los días su agenda será más doméstica. Se juega su peso político en el Capitolio, cuando las encuestas no lo favorecen, la inflación tiene niveles históricos y la guerra en Ucrania se encuentra empantanada.
En este contexto, si finalmente se anuncia la postergación de la cita en DC, las posibilidades de una bilateral entre Alberto Fernández y Biden se reducen a los meses de agosto y septiembre. Después llegan los comicios en noviembre y las fiestas de fin de año.