En su tercera visita a la provincia de Buenos Aires en menos de un mes, Mauricio Macri recorrió esta mañana la localidad de La Lucila, en Vicente López, acompañado por Jorge Macri, su primo y ministro de Gobierno porteño, y la intendenta de ese partido bonaerense, Soledad Martínez.
El gesto del ex presidente fue interpretado como un respaldo a la candidatura de su pariente por el PRO como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde competirá con el radical Martín Lousteau, actual senador nacional, en las PASO de 2023. A la vez, también se convirtió en un apoyo a Martínez, quien se presentará en las elecciones para ser elegida intendenta de Vicente López, cargo que hoy desempeña como reemplazante de Jorge Macri cuando fue designado en CABA.
Jorge Macri, intendente de Vicente López en uso de licencia, acompañó al ex mandatario en una caminata por la calle Rawson, en el centro de La Lucila, donde, junto con Martínez, hablaron con vecinos y comerciantes de la zona. Hubo selfies y reacciones positivas de la gente.
Los tres dirigentes del PRO coincidieron en “su preocupación porque el gobierno nacional está sin rumbo y sin un plan que saque al país de la crisis actual que angustia a todos los argentinos”, según informaron en su entorno luego de la visita, que se mantuvo en secreto hasta que finalizó.
La primera incursión con aires de campaña de Mauricio Macri en PBA se produjo el 9 de junio en una caminata sorpresiva por Monte Chingolo junto con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, con quien visitó comercios y una casa recuperada del narcotráfico en Monte Chingolo.
Quince días después, el ex presidente estuvo en ciudad de La Plata con María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y el intendente Julio Garro. Los tres hicieron una visita al barrio Tolosa y al arroyo El Gato. En una recorrida de casi dos horas, hablaron con los vecinos y comerciantes y fueron bien recibidos. Fue el regreso de los timbreos, la vieja modalidad proselitista del PRO para tomar contacto con la gente.
Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los dos candidatos presidenciales del PRO hasta el momento, mantienen desde hace meses las recorridas por distintos lugares del conurbano y del interior bonaerense para intentar posicionarse y sumar votos en un distrito electoral clave.
Las visitas de Macri son vistas como una forma de sondear el ánimo del electorado bonaerense en un distrito clave para decidir si se presenta o no en las elecciones de 2023 como candidato presidencial. Las encuestas, de todas formas, siguen marcando un elevado rechazo de la sociedad hacia el ex mandatario. Todo indica que lo decidirá en marzo o abril del año que viene.
Luego de mostrarse con Grindetti y Ritondo, dos precandidatos del PRO a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, Macri le prometió a Santilli, el postulante apoyado por Rodríguez Larreta, que también se sumará en breve a una recorrida por un distrito bonaerense.
Las caminatas de Macri en la provincia son una señal hacia la interna del PRO. No sólo ante eventuales competidores por la candidatura presidencial, como Rodríguez Larreta y Bullrich, sino también porque sus acompañantes tienen sus propias aspiraciones electorales y parecen contar con el aval de Macri: Grindetti y Ritondo quieren postularse para la gobernación bonaerense, mientras que Vidal podría ser candidata a la Presidencia o a jefa de gobierno porteño.
Cuando se concrete la visita con Santilli, el ex presidente mostrará un mayor equilibrio interno entre los postulantes del PRO para suceder a Axel Kicillof. Sólo le faltaría compartir alguna actividad con Javier Iguacel, intendente de Capitán Sarmiento y candidato a gobernador de Bullrich.
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