A la misma hora en que el Instituto de Estadísticas y Censos de la Nación (Indec) publicaba el índice de inflación del mes de junio, las autoridades del Congreso de la Nación anunciaban el cierre de un acuerdo paritario con los trabajadores del Poder Legislativo.
Mediante un comunicado, las autoridades de la Cámara de Senadores y de Diputados de la Nación, Cristina Kirchner y Sergio Massa respectivamente, comunicaron que las partes habían llegado a un acuerdo por una recomposición salarial en dos tramos: 30% a partir del primero de julio y otro 30% desde el primero de octubre. Como son incrementos acumulativos, el porcentaje final del incremento salarial para los trabajadores es del 69 por ciento.
El acuerdo implica ganarle por 5 puntos al acumulado que se anunció hoy, al llegar a la última cuota puede ser que no sea así, por eso el acuerdo incluye una cláusula de revisión en noviembre, cuando también se evaluará la posibilidad de incorporar una suma fija no contributiva solo para trabajadores, no legisladores. Este dato no es menor teniendo en cuenta que, aunque es un aumento en un corto plazo, no le gana a la inflación que proyectan los analistas locales que la estiman por arriba del 70 por ciento.
El acuerdo se selló durante una reunión en el Salón Delia Parodi entre autoridades de Diputados y del Senado junto con los gremios que conforman UPCN Congreso, APL y ATE Congreso.
La paritaria al 69% se enmarca en el promedio de lo que están cerrando los grandes gremios. El cambio que establece que aventaja a los trabajadores del Legislativo son la proximidad de las cuotas, ya que dentro de tres meses habrán recibido la totalidad del incremento acordado.
Con este nuevo entendimiento, el sueldo de entrada de un trabajador del Poder Legislativo ronda los $80.000 mientras que en la escala superior está cercano a los 500.000 pesos.
Un punto no menor en loa acordado es la posibilidad de agregar una suma fija al acuerdo salarial. Esto es algo que, de concretarse, sería la segunda vez durante el 2022.
Hace casi tres meses, Cristina Kirchner y Sergio Massa dispusieron un incremento salarial de una suma fija de 20.000 pesos que comenzó a regir desde el abril pasado. El beneficio se conoció en un momento en el cual el Frente de Todos enfrentaba una fuerte interna en lo referente a la capacidad de los salarios y en donde el ala kirchnerista reclamaba una inmediata recomposición salarial ante la suba de precios.
“Dispónese un incremento salarial mínimo y uniforme para todos los agentes del Honorable Congreso de la Nación, que ascenderá a la suma de 20.000 que regirá desde el mes de abril del 2.022, sostiene el artículo 1 de la resolución conjunta. Cabe destacar que quedarán excluidos de la presente medida, los legisladores y legisladoras de ambas Cámaras, las autoridades superiores y la planta política”, informaron en un comunicado.
El incremento de los trabajadores del Poder Legislativo suele ser el primer paso para avanzar en otro aumento de sueldo: el de los legisladores. La tradición es que el incremento en la dieta de los legisladores vaya en línea con la de los trabajadores de la Casa, por lo que los diputados y los senadores podrían retocar sus dietas en un 69 por ciento.
En un contexto en donde el gasto de la política está en el ojo de la tormenta, pocos creen que los legisladores definan un incremento en línea con el de los trabajadores, a pesar de que hay varias voces de senadores y diputados de las provincias más alejadas de la Ciudad de Buenos que reclaman un aumento de sus sueldos aduciendo que sus estadías en la ciudad para participar de las comisiones y de las sesiones son cada vez más onerosas.
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