Con el foco puesto en despejar las dudas y allanar su camino de cara a las elecciones de 2023, Javier Milei habló de las diferencias internas en su partido. “En mi movimiento no hay ningún tipo de problema”, dijo el líder libertario que busca recuperar imagen tras la caída que algunos sondeos de consultaras reflejaron en las últimas semanas.
El diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires rechazó las discusiones partidarias en su frente. “¿Qué internas? ¿cuál es la otra agrupación? no hay nada. Nosotros tenemos grupos de trabajo, tenemos distintos equipos, tenemos 4 ministerios trabajando. Con todas las cosas que me hacen, con las mentiras que inventan y la barbaridades que dicen de mi persona, hay que cuidarlas a las personas que puedan trabajar tranquilas”.
El legislador buscó despegarse de los rumores que detallan una fractura entre los libertarios. Es que tras los cuestionamientos de Carlos Maslatón nada volvió a ser igual en La Libertad Avanza. En medio de las discusiones internas, el analista técnico de mercados financieros desafió a Milei a competir en unas PASO. Sin embargo, el líder libertario desestimó rápidamente esa propuesta y le bajó el tono a la disputa planteada por Maslatón. “Es alguien marginal, inorgánico, por lo tanto no hay posibilidad de interna, porque no está en el espacio”.
El sector que se encolumna detrás de los legisladores porteños Ramiro Marra y Eugenio Casiellesa también manifestó diferencias muy marcadas con el armado político que encabeza Carlos “Chino” Kikuchi, operador nacional del mileísmo. Pese a las diferencias, el ex vocero de Domingo Cavallo se consolida como el único armador nacional legitimado por el propio Milei y, sobre todo, por su hermana Karina Milei. “El Jefe”, como le dice el economista libertario a su hermana, es quien supervisa todo el esquema que teje Kikuchi: autoriza y desautoriza, evalúa, coordina y toma decisiones en torno a la estrategia política de cara a las elecciones de 2023.
Además, luego de despejar mostrar un esfuerzo por contrarrestar las dudas sobre la unidad en su espacio, se refirió a las luchas que se producen en otros partidos de la política argentina. “Que después haya productores de humo para inventar cosas, tienen internas mucho más complicadas para mostrar si quieren, la de Juntos por el Cambio, la de Frente de Todos, que son bastante sanguinarias”, expresó el diputado en diálogo con TodoNoticias.
De esta manera, el dirigente libertario busca levantar su imagen, la cual se vio perjudicada por una serie de declaraciones que refieren a la promoción de una financiera denunciada por estafas, el elogio a Margaret Thatcher, su ausencia al Congreso durante debates recientes, venta de armas, de niños e incluso de órganos. Sobre estos dos últimos temas salió a aclarar las repercusiones que, según él, obedecen a interpretaciones malintencionadas de quienes difundieron sus palabras.
“No estoy a favor de la venta de chicos. Deformaron las definiciones, mentir sobre lo que uno declara parece la regla en algunos casos”, aseguró sobre la comercialización de menores.
Mientras que de la venta de órganos el diputado dijo:”¿Sabés cuántas personas mueren por año en Argentina? 375.000 personas, que por como esta diseñada la ley el estado puede usar tus órganos, hay 7500 argentinos esperando un trasplante, sufriendo y se hicieron 296. ¿Entonces la pregunta es por qué estas a favor de que 7200 personas sufran la ineficiencia del estado? Están condenando a muerte a esa gente solo porque quieren el estado presente”.
Cómo se inició la polémica
Un día después, en una entrevista en radio Mitre, el periodista Jorge Lanata le preguntó qué pensaba sobre la venta de órganos. “Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Acaso el Estado no dispone de mi cuerpo, cuando en realidad me roba más del 50% de lo que yo genero? Si yo quiero disponer de una parte de mi cuerpo por el motivo que fuera, ¿cuál es el problema?”, interpeló el diputado.
Días después, durante un reportaje con Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos, Milei soltó una de sus expresiones más polémicas. El periodista le citó una reflexión del economista y filósofo Murray Rothbar sobre el comercio de niños y le preguntó qué pensaba y si estaba de acuerdo: “Depende de en qué términos estés pensando, tiene que ver con lo que decidió la sociedad y cómo la sociedad piensa determinadas cosas”, le respondió el economista, quien titubeó en ese pasaje y sostuvo que “es una discusión para la que no sé si estamos preparados”. Posteriormente, y frente a la repercusión que tuvo el hecho de no haber negado de manera contundente la posibilidad, el legislador explicó que lo habían “tergiversado” y aclaró que no estaba a favor de la venta de niños.
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