Agustín Benítez, el hijo de Alejandro Benítez, el argentino que murió a raíz de un accidente de tránsito en Bolivia confirmó que desde un centro de salud del país vecino se negaron a trasladar su papá a un hospital de mayor complejidad debido a que no le aceptaron pagar el trámite con pesos argentinos.
El hijo del turista que había ido de vacaciones a Bolivia junto a su esposa y amigos reafirmó una situación que podrá llegar a escalar hasta incluso la vía diplomática.
“A mi padre no le aceptaban lo que eran los pesos argentinos. Los compañeros de él sí tenían pesos argentinos, pero no tenían pesos bolivianos”, explicó Benítez en declaraciones al canal TN.
“A mi padre le pedían unos 1.000 pesos bolivianos (145 dólares) para hacer el traslado desde el centro de salud donde estaba hasta un hospital”, completó.
Oriundo de la localidad salteña de General Mosconi, Benítez era un docente jubilado que había ido junto a un grupo de amigos a pasar sus vacaciones en Bolivia. El jueves pasado, mientras circulaba por la ruta en su motocicleta, fue embestido por un camión a la altura de Ivirgarzama, en Cochabamba, lo que le provocó serias heridas y golpes.
Según sus acompañantes, tanto el camionero que lo chocó como el personal de fuerzas de seguridad y del Centro Médico de Ivirgarzama que intervinieron se negaron a llevarlo hasta un Centro Médico de mayor complejidad porque les exigieron pagar por anticipado y en dólares o pesos bolivianos los gastos de traslado de la ambulancia. La situación fue dramática y el desenlace, fatal.
“En un momento se dijo que mi papá no tenía pesos bolivianos y eso es mentira, él sí los tenía. Se fue a Bolivia con más de 80.000 pesos argentinos. Allá había cambiado $25.000 y a cambio le dieron 700 pesos bolivianos. El problema es que le pedían 1.000 pesos bolivianos para el traslado. En el trayecto no habían gastado nada”, completó Agustín.
El joven explicó que su padre llegó al centro de salud consciente, pero que luego, cuando empezó a complicarse su salud, permaneció cerca de dos horas agonizando en ese precario Centro Médico.
El caso de Alejandro Benítez disparó de manera inmediata un problema diplomático. Ante lo sucedido, el Gobierno de Salta presentó este lunes un pedido ante la Cancillería argentina para se que realicen las gestiones necesarias ante el Estado Plurinacional de Bolivia en reclamo por el abandono, la falta de atención médica y la muerte de Benítez. “Con mucha indignación, formalizamos ante Cancillería el reclamo por incumplimiento al tratado internacional sobre Asistencia Médica y exigimos una pronta respuesta”, publicó esta tarde el gobernador Gustavo Sáenz, en su cuenta de la red social Twitter.
El mandatario agregó: “Repudiamos la inaceptable e incomprensible falta de atención sanitaria y el abandono de persona que sufrió el salteño Alejandro Benítez por parte del Estado Plurinacional de Bolivia. Lamentamos profundamente lo ocurrido y la falta de reciprocidad con los argentinos. Toda la solidaridad y acompañamiento a su familia y seres queridos. No vamos a parar hasta que nos den una respuesta y se haga justicia”.
De esta forma, la Cancillería elevará durante este martes una nota de protesta oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, reclamando explicaciones y manifestando su profunda preocupación acerca de la situación del fallecimiento del ciudadano argentino, “que estaba en una situación de riesgo de vida y no tuvo el tratamiento médico necesario, incumpliendo con el tratado internacional sobre Asistencia Médica firmado en 2019″. Asimismo, aclararon que la familia de Benítez se comunicó con el consulado argentino en Cochabamba una vez que ya había fallecido, por lo cual, lamentablemente, no pudo intervenir antes en el hecho
Agustín Benítez se mantuvo en la misma línea: “Es inhumano lo que hicieron, porque primero se prioriza la vida y después se habla de plata”.
A su vez, el hijo del argentino fallecido denunció irregularidades en el trato que recibió su padre antes de morir. Denunció que los médicos que lo atendieron ya disponían de todos los insumos para el tratamiento, pese a haber pedido dinero a los amigos de Benítez para ir a comprarlos.
“Con el tema de los insumos y las medicinas, le pidieron un listado a los compañeros y ellos salieron corriendo a buscar todo. Tardaron aproximadamente una hora, pero cuando volvieron, hacía falta algo más que ellos no conseguían. Y ellos lo pusieron. Eso da cuenta de que tenían todos los insumos ahí”, aseguró.
Además, describió que la propia Policía también tomó dinero de su padre para “costear” su propia diligencia en el caso: “Una vez que la policía le entrega la billetera a sus compañeros después que él fallece, quedaban solamente 40 bolivianos y 3.000 pesos argentinos. Y ellos le sacan 30 bolivianos y le dicen ‘Esto es para los gastos que tuvimos nosotros’”.
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