Nada hace prever que la reunión número ocho que hoy a las 17 horas mantendrá Juan Zabaleta, el ministro de Desarrollo Social, y los dirigentes de la Unidad Piquetera llegue a buen puerto. Hasta ahora, los avances han sido escasos y los reclamos de los movimientos sociales aumentaron. El fracaso de estas negociaciones derivarán en más conflicto en las calles, como viene ocurriendo.
El primer escollo, insuperable, es la universalización del programa Potenciar Trabajo. El funcionario de Alberto Fernández dejó en claro que no se incrementará la lista de beneficiarios. Al contrario, Zabaleta aspira que se reduzca. Para esto, debe reconvertir cada plan social en trabajo genuino. El Potenciar Trabajo tiene a más de 1.200.000 beneficiarios a los que se les destina más de dos mil setecientos millones de pesos anuales, casi la mitad del presupuesto del ministerio de Desarrollo Social.
Conocedores de esta realidad, Eduardo Belliboni, el principal dirigente del Polo Obrero (PO), y el resto de la comitiva, ya evalúan nuevas medidas de fuerza: una marcha y movilización el 14 de julio que podría terminar en acampe sobre la Avenida 9 de Julio. Se trata de un “plan de lucha muy fuerte” -así lo denominan-, que ya fue votado en la última asamblea nacional piquetera.
Desde el ministerio de Zabaleta aseguran que durante la reunión de esta tarde van a insistir con su agenda: “Asistencia alimentaria y financiamiento para el trabajo y la producción mediante los programas destinados a tal fin como, por ejemplo, el programa de Banco de Máquinas y Herramientas”.
Junto a Zabaleta estará su viceministro, Gustavo Aguilera. En cambio, no está confirmada la presencia -como en reuniones anteriores- de Emilio Pérsico, el secretario de Economía Social y uno de los líderes del Movimiento Evita. Desde su área, Pérsico está a cargo del registro de beneficiarios del Potenciar Trabajo y de las Unidades de Gestión (UG), como cooperativas y Pymes, los lugares dónde deben cumplir las cuatro horas de tareas como compensación por los haberes que percibe cada beneficiario. Un importante porcentaje de ellas dependen de las organizaciones sociales, otras de iglesias, intendencias y gobernaciones.
El Polo Obrero impulsa una serie de medidas de fuerza en reclamo de otros pedidos de casi imposible cumplimiento, como la creación de un millón de puestos de trabajo genuinos; la baja en los índices de pobreza e indigencia; el combate contra la pobreza y en contra de las medidas de ajuste “acordada por el gobierno de Fernández con el Fondo Monetario Internacional”.
Zabaleta, Aguilera y Pérsico entienden que los reclamos de la Unidad Piquetera “son consignas políticas sobre las que no se pueden avanzar” y que detrás de ellas hay “intencionalidad política” y la “decisión ya tomada y votada de realizar más movilizaciones y posibles acampes”. Avizoran, también, que las medidas se irán profundizando cuando se acerquen las elecciones presidenciales de 2023 y la disputa que se darán por las principales intendencias del conurbano. Un campo electoral en el que también buscarán votos los movimientos sociales afines a Alberto Fernández, como el Evita y Somos Barrios de Pie. Pérsico y la conducción de esa organización ya anunciaron la intención de armar un partido político para disputar escaños e intendencias el próximo año.
El octavo encuentro de Zabaleta con los piqueteros esta precedida, justamente, por una concentración de más de siete mil personas en el partido bonaerense de La Matanza. En ese distrito, gobernado por Fernando Espinoza, el Polo Obrero dio el puntapié inicial a su campaña política “por un movimiento popular con banderas socialistas”.
En el acto tomaron la palabra el legislador porteño del Partido Obrero, Gabriel Solano, la docente Romina Del Plá, el dirigente Néstor Pitrola y los referentes piqueteros del PO, Eduardo Belliboni y Gabriela de la Rosa.
“Empezamos nuestra campaña política en La Matanza porque suponen que es la capital del peronismo y vamos a demostrar que no”, dijo en González Catán Solano y agregó: “En los barrios más profundos se está desarrollando un movimiento popular nuevo. Este acto viene con un planteo de fondo que es la necesidad de que en la Argentina se ponga en pie un nuevo movimiento popular con banderas socialistas”.
Para el legislador porteño de izquierda, “el peronismo está agotado, y quiere descargar un nuevo fracaso sobre los trabajadores y el pueblo, con más pobreza, más indigencia”. Solano no desaprovechó la oportunidad para fustigar a Cristina Fernández de Kirchner y su exposición en Ensenada: “Ella dijo que las agrupaciones que van a la 9 de Julio se hacen llamar movimientos sociales, pero levantan banderas políticas. ¡Pero claro, Cristina, que tenemos banderas políticas! ¡Y tenemos banderas políticas rojas, de izquierda y socialistas!, dijo y preguntó con ironía a los miles de manifestantes: “¿Alguien que está acá tiene una hija que nunca laburó y tiene en su caja fuerte 4 millones de dólares? La vicepresidenta sí”. Ese es al ánimo que hoy prevalecerá en la reunión en el ministerio de Desarrollo Social.
Entre los referentes piqueteros que se encontrarán con Zabaleta y parte de su gabinete también estará presente Silvia Saravia, la coordinadora nacional de Barrios de Pie. Consultada por Infobae, la profesora de Construcción de Ciudadanía en dos escuelas secundarias entendió que el Gobierno debe garantizar “un Salario Universal para la gente que no tiene ningún tipo de asistencia” y que este ingreso debería ser “por lo menos como Salario Mínimo, Vital y Móvil”. De todos modos, Saravia recuerda que ante Zabaleta insistirán en su postura de “universalizar el Potenciar Trabajo”.
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