En medio de las nuevas tensiones en el Frente de Todos, Mauricio Macri y Elisa Carrió se reencontraron para tomar un café en la casa del ex presidente, en la localidad de Acassuso, y hubo un diálogo franco y directo, incluso sobre algunos temas incómodos, pero también con coincidencias: ambos están muy preocupados por el agravamiento de la situación socioeconómica, hablaron de los riesgos de que ese cuadro empeore en agosto y acordaron que por eso tienen que suspenderse los virtuales lanzamientos preelectorales de diversos candidatos de Juntos por el Cambio.
“Nos van a hacer chocar contra la pared”, fue la frase en sintonía de Macri y Carrió para referirse a los vaivenes de Alberto Fernández para nombrar un ministro de Economía y el avance de Cristina Kirchner sobre la gestión del Gobierno a partir de la renuncia de Martín Guzmán. Para ambos dirigentes, incluso hay una vinculación entre la actitud de la Vicepresidenta de afianzar su influencia en el gabinete y las complicaciones de su situación en causas que se tramitan en la Justicia.
El encuentro en Acasusso, del que también participó el diputado Hernán Lombardi, muy cercano a Macri, sirvió para que los dos líderes opositores disiparan algunas tensiones que se produjeron entre ambos e incluso para hablar sobre la fuerte polémica que mantuvieron el ex presidente y el titular de la UCR, Gerardo Morales, luego de que el primero dijo en un foro brasileño que Hipólito Yrigoyen fue “uno de los primeros impulsores del populismo en América Latina”. Carrió decidió mediar en el conflicto. “Ya los voy a amansar a los dos”, prometió. Por eso primero viajó a Jujuy para hablar con Morales. Y ahora estuvo con Macri. ¿Se viene una reunión cumbre de los tres? Nadie confirma ni desmiente.
La distensión entre Macri y Carrió, pero, sobre todo, sus coincidencias sobre el momento que vive el país, tendrá un correlato en un Zoom que mantendrán esta semana los titulares de los partidos de Juntos por el Cambio: intercambiarán opiniones sobre la etapa que se abre con la llegada de Silvina Batakis al Ministerio de Economía y podrían acordar mantener un perfil bajo y una actitud prudente a la espera de que la nueva funcionaria comience a tomar medidas.
En general, aun entre “los halcones” de JxC sostienen la idea de no agregar componente de tensión a un panorama político y económico que puede agravarse. “No queremos que nos echen la culpa de que todo se fue al diablo por culpa de algo que hayamos dicho nosotros”, afirmó un referente opositor que planteará un compás de espera a sus colegas.
En el comando de Horacio Rodríguez Larreta también hay luces de alerta sobre la evolución de la crisis: en el sector creen que la llegada de Batakis no solucionará nada porque “falta un rumbo y falta un plan” por parte del Gobierno. “No sólo es cuestión de las medidas que se tomen ahora, sino de las expectativas, y ahí Alberto Fernández hace agua”, sostienen en el larretismo, donde la orden que se les bajó a todos los referentes y funcionarios porteños es no hablar.
En este esquema de prudencia coincide incluso Macri, el “más halcón” de los “halcones”, que hasta ahora no dijo una palabra sobre la renuncia de Guzmán ni sobre la designación de Batakis, ni mucho menos sobre la fría relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner en las horas de incertidumbre que se vivieron el último fin de semana. Allegados al ex presidente aseguran que se mantendrá en silencio. Lo ayudará su inminente viaje: mañana por la noche viajará a Francia y Suiza para participar de actividades vinculadas con su papel como presidente ejecutivo de la Fundación FIFA.
Macri y Carrió se reunieron el domingo después de la cena, pero aprovecharon varias rondas de café para ponerse al día luego de muchos meses en que no conversaban frente a frente. Al ex mandatario le cayó mal la afirmación de la fundadora de la Coalición Cívica, en una entrevista con Infobae, en la que criticó su foto con Donald Trump: “No sé si Macri es republicano y democrático”. Luego, hubo un gélido saludo entre ambos en la cena de la Fundación Libertad, luego de lo cual la ex diputada por el Chaco se fue antes con una dura frase que le escucharon: “No me banco las hipocresías”.
La líder de la CC le habría pedido al ex presidente que evitara auspiciar distintas candidaturas dentro del PRO, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, para serenar las aguas en la interna y no agregar componentes de tensión en medio del clima de zozobra institucional que podría vivirse en la Argentina. Macri le contestó que él les está pidiendo a todos los dirigentes de su partido que no hagan campaña antes de tiempo porque “la gente nos va a matar si nos ocupamos de las elecciones en medio de los dramas económicos que vive”. Esa postura de suspender cualquier gesto proselitista como aporte a la tranquilidad general será conversada por los jefes de los partidos de JxC.
Aun así, antes de partir a Europa, Macri tiene prevista en las próximas horas una nueva incursión en la provincia de Buenos Aires, en una recorrida que busca seguir midiendo la reacción del electorado bonaerense a su figura. ¿Esa no es una actividad casi de campaña? “Mauricio no es candidato. Nadie puede negarle que visite a dirigentes en el territorio y que hable con los vecinos y con los comerciantes”, contestó un allegado al ex mandatario.
SEGUIR LEYENDO: