Como habían adelantado de manera sorpresiva anoche desde la Casa Rosada, Alberto Fernández mantuvo este mediodía una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. Durante media hora, el Presidente le manifestó solidaridad en el conflicto bélico con Rusia y ratificó la propuesta que había planteado ante la cumbre del G7, sobre su intención de contribuir a la apertura de un diálogo con Vladimir Putin para poner fin a la invasión. Por su parte, el primer mandatario ucraniano agradeció la ayuda de la Argentina durante el primer período de avance de las tropas sobre su territorio, en febrero, así como la “condena” argentina al país agresor.
El llamado empezó puntual, a las 12.30, en el despacho del jefe de Estado, que estaba acompañado por el canciller, Santiago Cafiero. La charla se produjo por un pedido que hizo el gobierno de Zelensky a través de la embajada en Buenos Aires, la semana pasada, mientras Alberto Fernández se encontraba en la cumbre de Jefes de Estado del G7 en calidad de titular de la CELAC, en Múnich, Alemania, a menos de 2000 kilómetros de Kiev.
El Gobierno señaló que sus pares ucranianos manifestaron interés en “la mirada de un país como la Argentina, con relación histórica y estable con Rusia”. Lo cual podría abrir la puerta a que se ejecute la propuesta que hizo Alberto Fernández durante su presentación en la cumbre del G7, para que el país pueda contribuir a abrir un canal de diálogo entre Rusia y Ucrania para finalizar la guerra.
En ese sentido, según se informó en un comunicado oficial, Alberto Fernández sostuvo este mediodía “el apoyo a todas las negociaciones que puedan emprenderse para el cese de hostilidades y la búsqueda de un diálogo que lleve de manera urgente a la paz″. También ratificó el rechazo de la Argentina a la invasión rusa y le ofreció incrementar la ayuda humanitaria que la Argentina ya ha enviado a Ucrania, “en caso de ser necesario”.
Por su parte, dijeron en Gobierno, Zelensky le transmitió al presidente argentino el trágico saldo de muertes diarias y crisis humanitaria que vive su país producto de la guerra, y “agradeció las reflexiones, opiniones y apoyo del gobierno argentino a quien consideró un país clave e influyente en América Latina”.
Después, el primer mandatario ucraniano publicó un mensaje con el resumen del encuentro desde la perspectiva ucraniana, en su cuenta de Twitter. “Sigo estableciendo lazos con una región importante: América Latina. Hablé con el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, agradecí la ayuda humanitaria, condené la agresión rusa y la suspensión de Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos”. Según había informado ayer un comunicado oficial de la embajada de Ucrania en la Argentina, antes del llamado le había transmitido a la Cancillería su voluntad de “agradecer la ayuda a través de Cascos Blancos”.
Desde que comenzó el dramático conflicto, el Gobierno condenó el enfrentamiento en distintos comunicados y discursos ante organismos multilaterales. Sin embargo, fue criticado en repetidas oportunidades por evitar citar de manera directa a Putin y a Zelensky en las cumbres a las que asistió -BRICS y G7-. Los resquemores se arrastraban desde que polémica visita de Alberto Fernández al Kremlin en una misión amistosa, tres semanas antes del avance definitivo de las tripas, a pesar de que ya habían versiones que indicaban que la invasión se profundizaría. En ese momento le ofreció a su par ruso utilizar a la Argentina como “puerta de entrada” a América Latina.
Si bien Alberto Fernández pide que cese el conflicto bélico, y de que la Cancillería envió ayuda contundente vía Cascos Blancos a Ucrania para prestar ayuda humanitaria en la zona de guerra, la postura de la Argentina frente al conflicto provoca controversia y serias críticas de parte de la oposición. Además de evitar confrontar directamente con Putin, el Presidente se ha manifestado en contra de que Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá entreguen armamento a Ucrania. Además, ha condenado las sanciones económicas de las potencias a Rusia, entre otros motivos, porque afectan el precio de los alimentos y del combustible y, en consecuencia, a las economías del sur del continente latinoamericano.
En el Gobierno dijeron que aceptaron el pedido ucraniano porque los une una buena relación diplomática con el país y tienen la voluntad de ayudar en este momento en el que miles de civiles están sufriendo el avance de las tropas rusas sobre distintas ciudades de Ucrania. “La Argentina condenó la invasión de Ucrania por parte de la Federación de Rusia. Una vez más reclamamos el pleno apego a todos los principios del multilateralismo. Creemos en la solución pacífica de las controversias y en el pleno respeto de los derechos humanos”, había dicho Alberto Fernández en el G7, ante sus pares de las principales economías industrializadas.
Ya dejó en claro la posición argentina respecto a la necesidad de que culmine el avance militar, y ahora considera que es el momento de trabajar en consensos para impulsar el diálogo entre Ucrania y Rusia. En la Casa Rosada esperan lograr hacer una contribución en ese sentido, a través de la presidencia pro témpore de la CELAC que ostenta Alberto Fernández. El objetivo político, en el fondo, es contribuir a su posicionamiento en la región, y a nivel internacional, con la mira en su reelección.
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