El presidente Alberto Fernández cerró su viaje por Alemania, donde participó como invitado de la cumbre del G7, compartiendo una cena en el castillo de Elmau con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el primer ministro alemán, Olaf Scholz, y el líder italiano, Mario Draghi. Dialogaron, principalmente, sobre las consecuencias que está provocando en el mundo la guerra en Ucrania. Y un rato después se sumó a ese intercambio Antony Blinken, el secretario de Estado estadounidense. A su regreso a la Argentina, el jefe de Estado se trasladó a la residencia de Olivos, donde retomará la agenda doméstica, centrada en los vaivenes económicos que son el principal foco de preocupación.
La charla en los Alpes bávaros empezó con Macron, con quien lo une una mayor afinidad, aunque esta vez no hubo un encuentro bilateral. Un rato después se sumó el resto. Tal como ocurriese en su discurso en este evento la conversación giró principalmente acerca del conflicto bélico que desató Rusia con su invasión a territorio ucraniano a fines de febrero de este año. Fernández, como titular de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), había centrado su exposición de 4 minutos ante los líderes de los países que conforman el G7 en la condena a la decisión de Vladimir Putin y en el llamado al diálogo como solución.
En ese diálogo, según comentaron allegados a la comitiva presidencial, los líderes europeos le expusieron a Fernández que no ven una salida del conflicto en el corto plazo. Aunque no existe una postura unánime entre los integrantes del G 7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Japón, Italia y Canadá), la mayoría apoya el fortalecimiento del poder de fuego de Ucrania para que se imponga. Macron es el más proclive al diálogo y está más cerca del presidente argentino en que todavía hay instancias de negociación valederas donde Rusia sea partícipe como el G 20.
Desde el lado alemán, en cambio, Scholz sostiene que no quieren volver a un pasado tan traumático como el que les tocó atravesar en la Segunda Guerra Mundial. Tienen la guerra apenas a unos 1500 kilómetros de distancia y temores en caso de que los rusos terminen triunfando. También la posición de Gran Bretaña y de Estados Unidos, de acuerdo a este diálogo, es el respaldo al gobierno de Vladimir Zelensky, que pueda rearmarse y frenar las pretensiones de Putin. “Que no se avizore una solución preocupa mucho”, deslizaron cerca del Presidente.
Sullivan, por su parte, agradeció la presencia de Argentina en la IX Cumbre de las Américas, que se hizo en Los Ángeles, California. Confirmó la fecha del 25 de julio para el encuentro entre ambos presidentes y coincidieron en las críticas al ex mandatario estadounidense Donald Trump. Para la bilateral, desde el entorno de Alberto Fernández comentaron que “estaban tratando de incluir en la agenda algunos de los reclamos que hicimos en la presentación en la Cumbre”.
En Los Ángeles Fernández había aprovechado el primer encuentro con su par estadounidense, Joe Biden, durante la ceremonia inaugural de la Cumbre de las Américas realizada en el Microsoft Theater, para mostrarle una foto de su hijo Francisco que nació el 11 de abril. Tras el saludo protocolar entre ambos, acompañados por sus respectivas primeras damas, Fabiola Yáñez y Jill Biden, Fernández metió la mano en su saco azul oscuro y del bolsillo interno derecho sacó el celular, buscó una foto reciente del pequeño y le dijo: “Le puse Francisco por nuestro amigo común”.
El vínculo entre Francisco y Biden se profundizó a nivel personal allá por 2015 con ocasión del viaje del Papa a los Estados Unidos, en el que el pontífice se reunió con él y su familia en Filadelfia para confortarlos espiritualmente debido a la por entonces reciente pérdida de un hijo Beau, de 46 años, como consecuencia de un cáncer.
En esta ocasión, en Elmau, Fernández conversó sobre su hijo Francisco y su pareja Fabiola con la primera dama francesa, Brigitte Macron. “Habló también de nuestro plan de salud mental y se mostró muy interesada en el tema”, indicaron en la delegación argentina.
Con Macron y con Draghi, las mismas fuentes aseguraron que se avanzó en acuerdos que permitan afianzar los vínculos comerciales.
Además, destacaron que el Presidente pudo reunirse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y que le pudo plantear nuevamente su visión sobre el uso de los DEGS (Derechos Especiales de Giro) sobre los países más endeudados.