Este lunes, la dirigente social Milagro Sala fue trasladada de urgenicia desde su domicilio hasta un sanatorio de San Salvador de Jujuy, donde quedó internada luego de que los médicos le diagnosticaran una “trombosis venosa profunda”, informaron familiares y fuentes de la organización Tupac Amaru.
A pocos días de que se realizara una nueva marcha en reclamo de su libertad en Buenos Aires, Sala sufrió la descompensación por la que tuvo que ser internada este mediodía en la clínica Los Lapachos. ”Milagro está internada por un proceso que tiene que ver con una trombosis venosa profunda, según diagnosticaron los médicos que la atendieron”, informaron desde el entorno de Sala, en relación a su situación de salud.
Asimismo, indicaron a la agencia Télam que la dirigente, quien cumple prisión domiciliaria en su casa del barrio Cuyaya de San Salvador, “manifestó malestares desde hace dos días y luego de realizarle una tomografía se resolvió su internación”.
Aseguraron que Sala estaba “compensada” y permanecía atendida por especialistas a la espera de otros estudios. Desde la organización Tupac Amaru consideraron que el panorama es “complicado” y precisaron que su líder recibe tratamiento para “anticoagularla”, debido a que hay “riesgo de que se forme un coágulo y eso sería muy complicado”.
Sala permanece detenida desde el 16 de enero de 2016, a raíz de distintas causas en la que está acusada de asociación ilícita en carácter de jefa, fraude a la administración pública y extorsión, entre otros cargos.
La líder de la Tupac Amaru tenía que presentarse este martes a las 9 de la mañana ante una junta médica en el Departamento Médico del Poder Judicial donde iba a ser evaluada para ver si volvía a cumplir prisión en cárcel común.
En marzo de este año, Sala había recibido un polémico galardón. Se trata del premio “Rodolfo Walsh”, que entrega la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y le fue concedido por reivindicar la “cultura, los principios y valores de los pueblos indígenas”.
Se trata de un reconomiento impulsado por el kirchnerismo, que ya habían recibido Hugo Chávez, Evo Morales, Lula Da Silva, Cristina Kirchner, y hasta Hebe de Bonafini, entre otros.
Para entregarle el polémico galardón, el consejo directivo de Periodismo de la UNLP valoró “la trayectoria y obra” y las demandas de políticas de reparación y lucha contra la discriminación de la fundadora de la organización barrial Tupac Amaru, cuya mención fue impulsada por la agrupación estudiantil “Rodolfo Walsh”.
“Este premio que ustedes me dan es en nombre de todos. Se lo dedico a todos los compañeros presos políticos del país, que se sacrificaron y que siguen defendiendo a la Patria, y para todos los militantes. El día que cumplamos que no haya más hambre en la Argentina, ahí dejaremos de militar”, dijo Sala, presa por la denominada causa “Pibes Villeros” en la que se la condenó a 13 años de prisión, al recibir el premio.
Además, entre las acciones que destacaron de Sala se subrayaron la “construcción de viviendas, escuelas y colegios primarios y secundarios, instituto de estudios terciarios, centros de salud, centro de rehabilitación médica integral, centros integrales comunitarios, salas de cuidado de la infancia, comedores, polideportivos y piletas y centros culturales”. Por otra parte, resaltaron que Sala, de 58 años, desde muy joven se dedicó a “dar respuestas a los sectores más castigados de Jujuy, en un principio desde el ámbito gremial en la década del 90, cuando el hambre del pueblo jujeño la llevó a construir copas de leche en los barrios de su ciudad y a involucrase y alimentar, junto con otros dirigentes sindicales, las gestas de lucha y resistencia que caracterizaron a la provincia de esos años”.
En rechazo a la mención entregada a Sala, el legislador bonaerense por Juntos por el Cambio, Alex Campbell, presentó un proyecto de declaración en la Legislatura provincial para repudiar el acto.
Con esta iniciativa, el diputado opositor quiere “manifestar su más absoluto repudio frente a la entrega del premio Rodolfo Walsh por parte de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a Milagro Sala; quien cumple prisión domiciliaria hace más de seis años y de cuya entrega participó una funcionaria pública del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires”. Y enfatizó: “La educación pública no puede ser patrimonio de un partido político y ser militante según convenga al oficialismo”.
SEGUIR LEYENDO