Durante el fin de semana largo por los feriados de Migüel de Güemes y Manuel Belgrano, la izquierda no se tomó descanso. A contramano del país, se enclaustró en largos e intensos debates de hasta cuatro días seguidos. El Partido Obrero (PO) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), las dos agrupaciones mayoritarias del Frente de Izquierda-Unidad, tomaron decisiones políticas que anticipan tensiones y ásperas discusiones para la vida interna de la coalición. Lo que parece seguro es el fin de un ciclo para Nicolás del Caño: no se presentará como candidato presidencial en 2023.
La decisión fue comunicada por el PTS, tras realizar su XIX congreso partidario en la Ciudad de Buenos Aires. El encuentro resolvió una hoja de ruta con “un plan de lucha” contra el Gobierno e impulsar a los diputados Myriam Bregman y Alejandro Vilca como precandidatos de una fórmula nacional del Frente de Izquierda.
Nicolás del Caño fue el encargado de oficializar la propuesta ante sus compañeros de partido. El diputado nacional, que validó su reelección como diputado el año pasado, desde 2015 que se presenta como principal figura de la coalición desde que derrotó al histórico Jorge Altamira en una entonces inédita PASO de la izquierda. De ahora en adelante, se concentrará en la Provincia de Buenos Aires junto al sociólogo Christian Castillo con la misión de fomentar la apertura de “decenas de casas culturales socialistas en distintas localidades del gran Buenos Aires”.
“La de Del Caño fue una experiencia positiva. Se convirtió en una referencia en todo el país, en lugares que no llegábamos. Hizo que la izquierda crezca”, destacó Myriam Bregman a Infobae.
Bregman ingresó por primera vez al Congreso el año pasado junto a Vilca. La primera lo hizo por la Ciudad de Buenos Aires, y el segundo, por la provincia de Jujuy. En el caso de Vilca fue toda una sorpresa: obtuvo la tercera banca en disputa superando el 25% de los votos y arrebatandole una banca al oficialismo del gobernador radical Gerardo Morales.
Los nombres de los dos dirigentes se pusieron “a consideración del resto de los partidos del FITU”, integrados también por los partidos MST e Izquierda Socialista, con la expectativa de llegar a un eventual acuerdo entre los distintos aliados. “Son dos candidaturas, no es una fórmula cerrada”, aclaró la abogada de derechos humanos.
Sin embargo, el lanzamiento electoral anticipado genera rispideces en el Partido Obrero. El legislador porteño Gabriel Solano calificó que es “prematuro” largarse en una campaña electoral y que se trata de un “error político”.
“Estamos ante una crisis muy fuerte en el país y en este segundo semestre puede haber novedades de todo tipo. Estamos muy involucrados en esta lucha. No creemos que la izquierda deba estar en lo electoral”, sostuvo Solano este medio.
La organización trotkista está en el centro de la controversia por las masivas movilizaciones del bloque de Unidad Piquetera, que encabeza el Polo Obrero, la rama de “desocupados” de la agrupación que encabeza Solano y la diputada Romina del Plá. Eduardo Belliboni, el principal dirigente del Polo Obrero, es una de las caras visibles de la protesta social y de la polémica sobre el destino del programa Potenciar Trabajo, que fue cuestionado por la vicepresidenta Cristina Kirchner por estar “tercerizado” en las organizaciones sociales.
“Ellos (por el PTS) le dan la espalda a los desocupados, ni están metidos en los sindicatos. Están en una construcción superestructural sin un trabajo de base. Lo están viendo de afuera. Nos parece un error grande”, reprochó Solano.
Desacuerdos en la coalición
Las “fumatas” de los partidos trotkistas trazaron hojas de ruta que divergen. Además del lanzamiento de las precandidaturas de Bregman y Vilca, el PTS votó un “manifiesto programático” en el que se impulsa “paro nacional” como inicio de un plan de lucha generalizado contra el Gobierno y un anteproyecto de ley de una jornada laboral de seis horas laborales diarias y cinco días de trabajo semanales sin rebaja salarial.
Tras esas resoluciónes, Myriam Bregman manifestó su desacuerdo con las críticas del Partido Obrero y aseguró que la agenda política del FIT tiene que ir de la mano de los referentes electorales para que “el debate no lo capitalicen otras fuerzas políticas”.
“Es evidente que todas las coaliciones políticas mayoritarias están en una carrera al 2023 deliberada. Creemos muy necesario que se empiece a presentar nuestra voz, la de una fuerza política independiente y actuante en la realidad, para potenciarla cuando los demás partidos proponen ajustar. Nosotros buscamos una alternativa distinta que defienda los derechos de los trabajadores y de las mujeres, que incluya las demandas socio-ambientales que están ajenas en las otras representaciones políticas”, afirmó Bregman.
En tanto, el Partido Obrero resolvió en su XXVIII Congreso como consigna “luchar por un nuevo movimiento popular con banderas socialistas”, ante la experiencia de un “peronismo agotado” en las clases bajas y sectores populares. Los responsables políticos de esta propuesta son Gabriel Solano y Romina Del Plá, que recorrerán todo el país propiciando “asambleas masivas”, mientras Néstor Pitrola será el vocero en la Provincia de Buenos Aires.
Para Gabriel Solano, las conclusiones aprobadas de este cónclave partidario plantea un rumbo distinto al de sus aliados del PTS. “Es un bochorno largarse en una campaña electoral, no creo que el pueblo estén preocupados por votar mañana. El pueblo tiene que estar peleando contra la desvalorización de los salarios y las jubilaciones”, insistó el ex candidato a jefe de Gobierno porteño.
Desde el PO dicen que hay un fuerte crecimiento de militantes en sus filas, en sintonía con las disciplinadas y multitudinarias movilizaciones que lidera el Polo Obrero frente al ministerio de Desarrollo Social. Y si bien no buscan discutir ahora las elecciones de 2023, Solano saca pecho y asegura que el Partido Obrero es la agrupación “más importante del Frente de Izquierda y que cuando se discutan las listas esto va a tener que se representado”.
“En los actos que hicimos por el 1 de mayo el 90% de los concurrentes los aportamos nosotros. Hay una enorme desigualdad, eso pasó en todo el país. Esa construcción desde abajo es lo más importante. La izquierda no tiene que estar dedicada a ver si saca un diputado más. Estamos abocados a la conquista de la mayoría de los trabajadores”, remarcó.
Ante cualquier escenario, los partidos del Frente de Izquierda manejan la misma hipótesis de una pérdida de apoyo del Frente de Todos, y entienden que ello ofrece una oportunidad para la coalición anticapitalista. Todos los partidos coincidirán el próximo 9 de julio, acompañados por las organizaciones del bloque Unidad Piquetera. Allí volverán a hacer una demostración de fuerza para expresar su rechazo al “Pacto con el FMI”, uno de los puntos de acuerdo de la alianza.
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